tattoo // changjin

d o s

El tatuaje de Changbin era reciente. Muy, muy reciente, de hecho. En primer lugar, porque ningún otro miembro del grupo más que Felix y Hyunjin lo sabían y eso era verdaderamente extraño. En segundo lugar, porque al hacer algunos pasos de baile con los brazos, le molestaba y hacía muecas de dolor.

Hyunjin solo era incapaz de resoplar. ¿Cómo narices se le ocurría hacerse un tatuaje así justo antes de la gran presentación del comeback? Todo tenía que salir bien, perfecto, y Changbin ni siquiera era capaz de moverse con fluidez al ritmo de la música.

—Hyung —le llamó Hyunjin con seriedad—, ¿podemos hablar un segundo?

Todas las miradas recayeron en ellos dos, especialmente la de Felix, quien temía que el bailarín pudiera decirles cualquier cosa respecto a lo que había presenciado anteriormente. Changbin simplemente se encogió de hombros y se dirigió junto a su menor a una zona más apartada del lugar.

El mayor cogió una botella de agua y se sentó en el suelo, en una esquina, esperando a que su amigo hiciera lo mismo.

—¿Cuándo te lo has hecho? —preguntó curioso, Changbin le miró frunciendo el cejo confuso, hasta que cayó en la cuenta de a qué se refería el chico y sonrió.

—Ayer. ¿Te gusta? Supongo que debes de haberlo visto antes. Te han gustado las vistas, eh, pequeño... —rió el mayor y Hyunjin simplemente rodó los ojos—. Como sea, Felix y yo no estamos juntos formalmente, no somos pareja por así decirlo, solo aprovechamos los momentos que estamos solos para desestresarnos y... eso.

—No me interesa lo más mínimo eso, podéis estar juntos si queréis —dijo simplemente—, lo único que quiero es que estés centrado para la actuación de mañana. Todos lo estamos, incluso Felix, parece que os desestresais bien —el mayor soltó una pequeña carcajada—. Pero Changbin, en serio... Apenas puedes mover bien el brazo, hyung, y tiene que estar todo perfecto. No por nosotros solo, sino por Stay, que nos apoyan y quieren ver como damos lo mejor de nosotros. No dudo de tu habilidad para rapear y bailar pero con el brazo así...

Changbin sonrió enternecido mirando a su amigo y le despeinó con cariño.

—No te preocupes de eso, Hyunjin, estaré bien para mañana. Haré la mejor presentación que puedas imaginarte —dijo con una amplia sonrisa antes de beber agua—. ¿Te ha gustado el tatuaje? ¿Crees que debería mostrárselo a Stay? Se volverían locos...

—No. Es horrible.

Y sin decir nada más, se levantó del suelo y se encaminó hacia el resto de sus compañeros mientras el mayor le miraba confundido por la seriedad que su amigo mostraba.

Changbin sabía lo mucho que Hyunjin se preocupaba porque las cosas fueran bien, sabía cuanto se dedicaba al trabajo porque realmente le encantaba y sabía que quería que todo fuera un éxito. Es más, si Bang Chan no hubiera sido el líder, Changbin no dudaba de que el puesto sería de su menor. Sabía también que quería lo mejor para él y que tenía razón en no mostrarlo al público, al menos no de momento o intencionadamente, pues no estaba demasiado bien visto en Corea. ¿Acaso Hyunjin era de los que estaban en contra de los tatuajes? Sus palabras definitivamente le habían dolido, esperaba que al menos le preguntara por el significado o algo...

Sin embargo, había algo mal con Hyunjin. El chico parecía estar obsesionándose demasiado con el trabajo, con la perfección, y no parecía disfrutar del maravilloso sueño que estaban viviendo. ¿Debía acaso él ayudarle con eso? Asintió levemente con la cabeza, respondiendo a sus propios pensamientos.

Él mismo se ocuparía de que Hyunjin dejase de ser tan exigente consigo mismo —y de paso con los demás— y le ayudaría a disfrutar y a vivir la vida. Estaba totalmente dispuesto a ello.