d i e c i o c h o

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Cuando Hyunjin se despertó, estaba completamente solo en la habitación. Aún no había amanecido, así que no se preocupó mucho por llegar tarde a algún sitio en específico, pero le preocupó que Changbin no estuviese ahí durmiendo. Había sido un día largo y agotador para todos y el siguiente prometía ser igual o incluso peor, por eso el mayor debería estar durmiendo a su lado y no perdido por ahí. El rubio suspiró y estiró el brazo para buscar su teléfono móvil en la pequeña mesa que estaba junto a la cama. Observó la hora con los ojos entrecerrados, en un intento de que la resplandeciente luz de la pantalla no le molestase mucho, pero le costó bastante centrar su vista en aquel cuatro que lucía impoluto allí. ¿Dónde diablos se había metido Changbin a las cuatro de la mañana?

Lo cierto es que, a pesar de que su amigo no lo supiera, Changbin tenía una tendencia a hacer eso por las noches. Se despertaba tarde en la noche, inspirado y tenía que salir de la habitación a cualquier lugar cercano en el que no hubiese absolutamente nadie para escribir unos versos de un rap y pasar otras dos horas ensayándolos e intentando acoplarlos a algunos que ya había escrito con anterioridad. A veces tenía éxito y poco a poco conseguía formar una maravillosa canción y otras veces tenía que conformarse con enseñárselos a Jisung o Chan para que los utilizaran en alguna de sus composiciones. Pero esa noche, tenía un buen presentimiento.

Cuando despertó apurado y observó a Hyunjin a su lado, se planteó si realmente debía irse y tratar de componer o quedarse un rato más en la cama abrazando al chico. Sin embargo, podría volver a su lado si acababa rápido de escribir, ¿no? Total, solo eran las dos de la mañana. Sin pararse a pensar mucho más, se colocó una sudadera rápidamente sobre el pijama y salió de la habitación para recorrerse el hotel en busca de algún lugar tranquilo. Si tan solo recordara donde estaba la habitación que usarían como estudio y que Chan les enseñó antes... Pese a que su memoria no era la mejor, su propio instinto le indicó el camino y tan solo diez minutos despues de haber dejado a Hyunjin todavía durmiendo ya estaba sentado tras un improvisado escritorio con el material de grabación de Chan.

Hyunjin no estaba seguro de cuánto tiempo había pasado desde que Changbin le había dejado, pero cuando entró en el estudio que el lider les había señalado esa mañana y vio al moreno inmerso en un gran montón de papeles, teniendo varios folios arrugados en el suelo, supuso que al menos habían pasado un par de horas.

Changbin ni siquiera notó que Hyunjin estaba allí y su mano, junto al bolígrafo y a su mente, seguían moviéndose a una velocidad que el menor no creía posible mientras dejaba un gran rastro de palabras. El rubio sonreía con admiración, observando la escena desde una esquina de la habitación, temiendo acercarse más y distraerlo. El mayor revisaba las frases una y otra vez, tachando palabras, relacionandolas con otras escritas en otros papeles y repitiéndolas en otro folio, el cual estaba más vacío y más organizado. De todas formas, escribía ahí tan rápido que las palabras apenas podían entenderse y llenaban casi la mitad de la página.

Hyunjin se sentó en una silla que había cerca, junto a una mesa con varios micrófonos y altavoces y se puso a curiosear mientras dejaba a su hyung componer tranquilamente. No fue hasta una hora más tarde, cuando Hyunjin estaba comenzando a quedarse dormido en la silla, que Changbin se giró buscando algo de inspiración y le vio. Hasta ese momento, no tenía ni idea de que no estaba solo.

—Hyunjinnie, ¿cuánto tiempo llevas ahí? —rió, algo avergonzado por no haberse dado cuenta antes.

—Alrededor de una hora —bostezó el menor—. Son las cinco de la mañana, Changbin, deberías estar durmiendo y no componiendo. Mañana va a ser otro día largo y agotador.

—Solo cinco minutos más y acabo, te lo prometo. Va a salir algo de aquí, Jin, algo bueno y tú vas a ser testigo de eso, ya verás.

Hyunjin decidió hacerle caso al ver como los ojos del chico brillaban de emoción, de pasión y de seguridad. El rubio sabía cuán importante era para su amigo la música y sobre todo, escribirla, así que simplemente dejó que los cinco minutos prometidos se convirtiesen en treinta. A cambio, Changbin le permitió acercarse y le pidió alguna vez que cantase algunos versos. El mayor tenía razón, algo increíble podría salir de ahí.

—Lo hicimos, Jin, el primer borrador está acabado —sonrió feliz el mayor—. Mañana se lo mostraré a Chan y Jisung y quizás a la tarde a los chicos y...

Hyunjin simplemente le besó. Después de haber pasado más de hora y media simplemente observándole componer,
después de días sin hablar prácticamente, quería volver a probar sus labios y de todas formas, ya era muy tarde como para hablar tanto.

Changbin no pudo evitar soltar una risita antes de corresponderle el beso al chico. Los labios de Hyunjin se le hicieron incluso más apetecibles que la vez anterior y no podía hacer otra cosa que devorarlos con ansias. Apartó a ciegas los papeles y se separó un poco del escritorio para poder tomar a Hyunjin de la cintura y sentarlo en su regazo, de espaldas al escritorio y volviendo a besarle de la misma manera que antes.

Hyunjin llevó sus manos a la nuca de Changbin, rodeando el cuello de este y enredando sus dedos en la cabellera del mayor. Este, por otro lado, se encargaba de pegar completamente al menor a su cuerpo, rodeando su cintura, provocando miles de sensaciones en el rubio. A pesar de que había sido él quien se había armado de valor y había comenzado el beso, Hyunjin no puedo evitar comenzar a sentirse pequeño junto a Changbin cuando este empezó a llevar el ritmo del beso, introduciendo la lengua en la boca del menor. El moreno chupó y mordió con cuidado de no hacerle daño, el labio del más alto que soltó un pequeño jadeo de placer.

Las manos de Changbin se colaron con lentitud por debajo de la camiseta de su amigo, comenzando a acariciar la suave piel del chico mientras le besaba con ganas, mientras poco a poco el ambiente comenzaba a calentarse y Hyunjin hacía pequeños movimientos sobre el regazo del mayor, comenzando a provocarle un poco.

Changbin sonrió cuando ambos se separaron para coger un poco de aire y tras un nuevo y corto beso, el menor, casi por inercia, comenzó a dejar besos por el cuello del moreno. Este soltó una pequeña risita que cesó cuando el otro mordió su piel y le sacó un jadeo de sorpresa. Sabía que si el menor decidía dejar algún tipo de marca sobre su piel, Changbin podría meterse en problemas con el concierto a la vuelta de la esquina. Sin embargo, los besos de Hyunjin cesaron de repente y el moreno solo sentía la respiración del menor golpeando su cuello.

—¿Jin? —murmuró con una voz mucho más ronca de lo normal. Sin embargo, el menor no respondía— ¿Hyun...? —Un leve ronquido se escapó de los labios del menor, haciendo que el rapero estallase en risas—. Ay pequeño, ¿cómo me haces esto?

Changbin suspiró con una sonrisa, enternecido por la situación y dejó un pequeño beso en la cabeza del chico. Intentó cogerlo en brazos con cuidado y así, con un Hyunjin dormido en sus brazos, se dirigió de nuevo a la habitación.

—Binnie... —murmuró en sueños el pequeño, Changbin le dio una pequeña palmada en el trasero riendo y se apresuró en tumbar al rubio en la cama.

—Tendremos una seria conversación en la mañana, Jin —rió Changbin, acariciando dulcemente el rubio pelo del chico antes de apoyarse en su pecho y quedarse dormido poco después también.

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Feliz día del beso jeje.

Sigo flipando con que el fanfic tenga 1k de votos y 6k de lecturas, mil millones de gracias de verdad, sois increíbles.

No se me ocurre ninguna pregunta para hoy, así que os dejo las típicas. ¿De dónde sois y qué edad tenéis? Yo soy de Sevilla, al sur de España y tengo 18 años, aunque cumplo en dos meses los diecinueve :(

La mayoría de vosotras seguís a Stray Kids prácticamente desde el principio y wow, debe haber sido precioso ver cómo crecían y se hacían cada vez más conocidos, aw

Nos vemos pronto, lo prometo.

¡Besos! 💞💞

tattoo // changjinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora