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v e i n t i s é i s

Cuando Hyunjin salió al jardín de la casa de los Bang a la mañana siguiente, no se esperaba encontrarse a Changbin ejercitándose con el padre del líder, pero ahí estaba el rapero corriendo por los alrededores hasta perderse por las calles de la ciudad. El bailarín sonrió, aún con su taza de café en la mano y se sentó en un pequeño banco del porche a tomárselo tranquilamente mientras revisaba su móvil de vez en cuando.

La temperatura en Australia era realmente agradable, lo suficiente como para no llevar nada de abrigo y poder prescindir de las sudaderas. Definitivamente, no le importaría quedarse allí por más tiempo, adoraba el calor. Era aún temprano, por lo que la mayoría de los chicos estaban todavía durmiendo. Solo los dos australianos del grupo estaban completamente despiertos y estaban organizando la agenda de los próximos días, aunque afortunadamente, tenían ese día libre. Quizás podía pasar el rato con Changbin.

Sin embargo, la mente de Hyunjin viajaba continuamente a las palabras de Felix la noche anterior. Changbin no es alguien que se enamora con facilidad, pero puedo ver que te tiene un cariño especial. Suspiró. ¿Debería hablar con él del tema? Pensar simplemente en decirle a Changbin que le gustaba le ponía trementamente nervioso. ¿Acaso eso estaba bien? ¿Que te guste un miembro de tu mismo grupo? Bufó y se dejó caer en la mesa del porche.

Entonces escuchó una risita a su lado y alguien comenzó a dar ligeros toquecitos en su cabeza. Se incorporó enseguida, encontrándose con Changbin quien al parecer había terminado de hacer deporte. Llevaba una camiseta blanca que reconoció como suya, pero que estaba toda sudada y se ajustaba completamente a cuerpo del mayor, haciendo resaltar sus músculos.

—Te voy a matar por sudarme la camiseta, Changbin.

El mayor volvió a reír, guiñándole un ojo: —Ve a cambiarte, vamos a salir.

Y sin más, Changbin entró de nuevo en la casa, dejando a un confundido Hyunjin todavía en la misma posición. Su cerebro tardó unos segundos más en reaccionar y entonces se marchó a darse una ducha rápida mientras que una amplia sonrisa no se eliminaba de su rostro. Agradeció que Felix estuviese despierto y fuera de la habitación porque comenzó a sacar todas y cada una de las prendas de ropa que había llevado a Australia, sin saber qué escoger pues no sabía qué iban a hacer.

—Vamos, Jin, es solo Changbin, escoge cualquier cosa, probablemente estés tardando demasiado...

Pero lo cierto, es que mientras Hyunjin al final se decantaba por una camisa de rayas y unos vaqueros negros, el rapero estaba teniendo incluso más problemas en escoger algo de ropa. No quería ir de negro, quería variar... el problema es que toda su ropa era negra y la que usaba de otros colores realmente eran robadas de algún otro miembro del grupo. Al final acabó escogiendo uno de sus habituales conjuntos de ropa negra, pero acompañado de una camisa de rayas blancas (y negras) que se colocó sobre la camiseta (negra).

—Bueno, Binnie, al menos has hecho el intento.

Ambos chicos se encontraron en el salón de la casa y tras despedirse de Felix y Chan, abandonaron el lugar para comenzar dando un paseo por el barrio en el que vivía el líder. Changbin quería llevar a Hyunjin a un sitio que había descubierto por internet unos días atrás cuando hizo una pequeña búsqueda de la ciudad, pero lo cierto es que no estaba muy seguro de cómo llegar y su inglés tampoco era demasiado bueno como para preguntar por la dirección. 

Hyunjin, por otro lado, sonreía divertido al ver como Changbin dudaba un poco de sus pasos, tratando de guiarle para llegar a algún sitio que el menor desconocía. Cuando el mayor se paró en un cruce bastante amplio sin saber que hacer, no pudo evitar soltar una pequeña risita.

—Yo...

El rubio negó con la cabeza con una sonrisa y cogió la mano de Changbin para guiarlo fuera de las cuatro calles que llevaban recorriendo de manera circular por los últimos veinte minutos. Finalmente, el más bajo supo reconducir sus pasos.