d i e c i n u e v e

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—Mierda, me quedé dormido.

Esas fueron las primeras palabras de Hyunjin cuando se despertó a eso de las ocho de la mañana, es decir, apenas tres horas después de haber estado con Changbin. Suspiró al observar al chico pelinegro a su lado completamente dormido en su pecho, abrazándole. Era realmente adorable.

Acarició con dulzura la piel suave del chico, un año mayor que él aunque a veces no lo aparentase. Hyunjin siempre se había sentido cómodo a su lado, siempre habían tenido una maravillosa relación de amistad, pero poco a poco esta se estaba transformando en algo que le aterraba. Desde que comenzaron a flirtear al poco de que el moreno se hiciese el tatuaje su forma de ver al mayor era algo diferente de la que veía al resto. Al principio empezó siendo un simple juego de ver quién lograba hacer sonrojar más a otro, pero con los primeros besos de aquella noche, la cosa se había vuelto algo más seria.

¿Estaba comenzando a gustarle Changbin? ¿Eso estaba siquiera bien? Diablos.

—No entiendo como pude quedarme dormido —suspiró, hablando para sí mismo mientras acariciaba el rosto del chico.

—Yo tampoco entiendo como pudiste hacerme eso —escuchó de repente. Changbin había hablado con una voz ronca que hizo que se estremeciese—. Vas a tener que pagar por ello, Hyunjinnie.

La forma en que habló, pronunciando las palabras con lentitud y una voz más grave de lo habitual por estar recién despierto; la forma en que le miró, tan serio pero con cierto brillo en los ojos; la forma en que sus labios se curvaban lenta y casi imperceptiblemente en una pequeña sonrisa; la forma en que su pelo, todo despeinado y alborotado, se dejaba caer sutilmente sobre su frente; la forma en que su camiseta fina se deslizó por su piel, ajustandose a esta y permitiéndole notar todo el torso del chico...

Mierda, definitivamente hyung es sexy.

Hyunjin ni siquiera se lo pensó dos veces antes de lanzarse a besarle. Changbin abrió tremendamente los ojos, sorprendido por lo directo que el chico había sido, pero complacido porque ya no se mostrase tan tímido. Finalmente, el mayor se dejó llevar por el beso pues en realidad, realmente le encantaba probar esos labios. No pudo evitar estremecerse al sentir las manos de Hyunjin rodear su cintura, tocando su piel desnuda por tener su camiseta algo levantada y sonrió en mitad del beso, parándose unos segundos a mirar al chico que tenia bajo su cuerpo. Hyunjin simplemente sonreía observando al contrario y apretando el cuerpo del mayor contra el suyo. Changbin le devolvió la sonrisa y Hyunjin guiñó un ojo, a la vez que bajaba sus manos al trasero del moreno.

Diablos, Hyunjin...

Changbin volvió a besar los labios del rubio pero esta vez, con deseo. Si el menor buscaba provocarle, definitivamente lo había conseguido. Prácticamente devoraba los labios del chico, introduciendo su lengua en la boca de Hwang, provocándole leves jadeos por el roce de sus lenguas.

Las manos del mayor se dirigieron al torso del contrario, levantando la camiseta del chico y quitándosela. Hyunjin no tenía unos abdominales muy marcados, pero tenía un muy buen cuerpo y no se avergonzaba en absoluto por ello. Changbin comenzó a dejar besos en el cuello del chico, mordiendo la piel sutilmente y pasando la lengua por la misma zona, arrancando sonidos de placer de parte de Hyunjin, que solo ansiaba más.

El menor era trementamente sensible a las caricias y los besos de su hyung y poco a poco iba aumentando su nerviosismo conforme Changbin descendía por su cuerpo, dejando besos y algunas marcas por chupones muy sutiles y fáciles de ocultar. Changbin sonrió cuando llegó al broche del pantalón del chico y lo abrió rápidamente, sacándoselo con cuidado y apreciando como la entrepierna de Hyunjin estaba dura ya.

tattoo // changjinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora