—Hyunjin, no seas idiota, lo mejor es que volvamos a casa, tienes que descansar...
Changbin no sabía como hacer entrar en razón a su amigo de que lo que debía hacer era guardar reposo y no estar andando por toda la ciudad como en ese momento estaban haciendo. Llevaban un buen rato discutiendo y el rubio ni siquiera parecía escuchar al mayor, logrando que este se frustrase y quisiesd asesinarle ahí mismo.
Hyunjin entró de repente en un restaurante, sin decir nada más y se dirigió a una mesa bajo la atenta mirada de Changbin, quien le observaba atónito desde fuera por las grandes cristaleras del local. No le quedó más remedio que entrar y sentarse frente a su amigo, estando realmente enfadado con el menor.
—Hyung, volveremos después, ¿si? —Hyunjin hablaba con la cabeza gacha, mirando sus manos y jugando con sus dedos. Changbin levantó la mirada de la carta que había cogido para ignorar a su amigo y le observó—. Estábamos teniendo un buen día, nos lo estábamos pasando bien. Quiero que siga siendo así... Sé que si volvemos ahora, voy a empezar a darle vueltas a todo de nuevo y voy a querer ponerme a ensayar por matar el tiempo y así no consumirme con mil pensamientos horribles, pero como estoy lesionado tendría que conformarme con estar en la cama y eso me pondrá mal. Vamos a quedarnos un rato, vamos a seguir bromeando, vamos a hacer como si nada hubiera pasado.
Changbin suspiró. El propósito de haberse levantado temprano para seguir a su amigo era precisamente ese: distraerlo de que su mente le comiese por dentro y de que se aislara en un mundo de repetir siempre los mismos pasos de baile. Pero no podía estar preocupado por él. No podía andar y caminaba con muletas y debía de dolerle mucho, no podían estar dando paseos por la ciudad todo el rato, definitivamente no.
—Está bien —suspiró el mayor—, pide lo que quieras, yo pago.
Una amplia y hermosa sonrisa inundó e iluminó el rostro de Hyunjin, que se apresuró a coger la carta y leer los numerosos platos y menus que preparaba el lugar.
—Gracias Binnie.
Changbin no pudo evitar reírse enternecido ante la reacción de su amigo y negó con la cabeza.
—No, de gracias nada —dijo, haciendo que el menor levantase la mirada para verle. Entonces el más bajo sonrió y se tocó la mejilla como había hecho con anterioridad—. Mi recompensa.
Hyunjin se sonrojó notablemente: —Hyung, pero...
Changbin estalló en carcajadas, negando con la cabeza y acercándose un poco para despeinar cariñosamente a su amigo.
—Era broma, Hyunjinnie, era broma —rió.
El rubio frunció el ceño y ocultó su rostro completamente rojo con la carta de menús del restaurante.
• • • • •
Los dos amigos comieron entre risas y bromas, compartiendo de vez en cuando la comida e incluso haciéndose alguna foto con alguna fan que se le acercaba tímidamente. Lo cierto es que rápidamente se les olvidó la lesión de Hyunjin y su obsesión por el trabajo y simplemente reían, siendo ellos mismos en todo momento.
Hyunjin se sentía verdaderamente a gusto al lado de Changbin, no necesitaba pensar cinco veces las cosas antes de decirlas por si hacía el ridículo, no tenía que actuar de cierta manera para mostrar que era feliz y seguro de sí mismo, había descubierto que no necesitaba fingir sonrisas porque el chico rápidamente se daría cuenta y haría mil cosas con tal de hacerle sonreír de verdad... Simplemente, lo único que tenía que hacer, era ser el mismo.
Hacía mucho tiempo que Hyunjin no reía tanto y sus mejillas incluso comenzaron a doler. En ese momento podía decir que realmente era feliz.
—Hyung, quiero un helado... —dijo intentando hacer aegyo, haciendo reír a Changbin que negaba con la cabeza.
—Te compraré helado si dejas de hacer eso, dios mío, tengo que enseñarte a hacerlo bien —rió el moreno.
—Adelante, haz una demostración, maestro —reía Hyunjin, incapaz de parar y apoyándose en su muleta para poder observar al muchacho.
Entonces Changbin comenzó a actuar realmente adorable, haciendo algunos gestos con los brazos, cruzándolos y encogiéndose de hombros mientras hacía pucheros y preguntaba con voz tremendamente aguda si realmente tenía que pagar él. Hyunjin instantáneamente se puso colorado y soltó un gritito de exclamación, cogiendo bien sus muletas y saliendo de allí de la manera más parecida a correr.
—¡Oye, tú! —gritó Changbin riendo y corriendo tras él.
Poco después llegaron a la heladería, aún riendo por el aegyo de Changbin y se sentaron a comer helados. De alguna forma, Hyunjin no podía apartar la mirada de su amigo mientras este comía tranquilamente.
—¿Qué pasa? ¿Tan guapo soy? —rió Changbin al darse cuenta de la mirada del rubio.
—Tienes unos labios muy bonitos, hyung.
Changbin sonrió y se sonrojó ligeramente. Lo cierto es que nadie le había dicho eso antes, y menos alguien como Hyunjin, que tenía los labios más bonitos que él había visto jamás.
—¿Acaso quieres un besito, Hyunjinnie? —dijo procurando sonar con el mismo tono bromista de siempre, pero lo cierto es que estaba avergonzado y quizás, incluso nervioso por la respuesta.
Las mejillas de Hyunjin rápidamente se encendieron de un rojo realmente fuerte y el chico volvió a centrarse en su propio helado. Changbin soltó una risita. Había descubierto su nuevo hobby: hacer sonrojar a Hyunjin, realmente se veía lindo.
• • • • • Holaaaa. Quería deciros que he empezado un fanfic nuevo, de Youngjae de GOT7, y os agradecería mucho que lo leyérais. Se llama "wishes at 1:31 am", espero que os guste 💞 Aviso desde ya que va a ser muy, muy soft y cursi, jeje. Esta es la portada:
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Por último, mil gracias por leer este fanfic y darle tanto apoyo. Igual os parezco pesada, pero es que en ningún momento pensé que os podría gustar tanto y estoy alucinando. Por cierto, ¡ya no queda nada para el comeback! Estoy: nerviosa jeje ¡Besos! 💞
