16. Más notas

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JiMin pasó frustrado su mano por su cabellera castaña, maldiciendo a aquellos señores con demasiado tiempo libre que crearon las matemáticas.

—Me rindo, ésto es imposible.—dijo recostándose sobre su asiento y tirando el lápiz sobre el escritorio.

—Es difícil, pero no imposible, cariño.—respondió para tratar de animarlo un poco.

—¿Me dijiste cariño?—preguntó esbozando una pequeña sonrisa. YoonGi se ruborizó ante la pregunta y continuó hablando.

—Sabes la teoría para resolverlo, pero te falta practicar más. Descansa un poco, trabajaste duro hoy.—se levantó

—Si trabajar duro para tí es hacer todo mal, entonces estás en lo cierto.—siguió a Min con la mirada y lo vio alejarse.

Comenzó a observar su entorno, y al mirar hacia la puerta notó que un papel se deslizaba debajo de ésta. Se acercó a tomarlo y lo guardó en su bolsillo, volviendo rápidamente a su asiento.

—¿Porqué eres tan pesimista, JiMin-ah? De los errores se aprende.—dijo desde la cocina.

¿Cómo sabía YoonGi qué decir en el momento indicado? Era como un don que tenía y agradecía que tratara de levantar su ánimo, lo necesitaba demasiado.

Vio a Min regresar sonriendo con una bandeja llena de cosas para comer. Si JiMin no lloraba ahora, lo haría cuando estuviera solo. Sentía que su novio hacía demasiado por su bien, sin embargo él no hacía nada por YoonGi.
Reaccionó cuando ya tuvo la comida enfrente, eran platillos variados que, al parecer, el de ojos felinos había preparado. No supo de qué otra forma agradecerle y atinó a darle un dulce beso.

Si siempre que YoonGi hiciera algo por su adorable JiMin le agradecería con un beso, no lo dejaría hacer absolutamente nada.
Se sentó junto a él, y luego de agradecer los alimentos, comenzaron a atacar la comida. Los sonidos que hacia el menor al degustar aquella delicia eran más que suficientes para darse cuenta de que Min era un gran cocinero.

Decidió callar mientras comían, pero cuando estaban lavando los trastes no se contuvo más y preguntó.

—¿Hablaste con tu padre?—lanzó. Park lo observó por un momento, tratando de entender porqué la repentina interpelación y asintió.

—Apenas ocurrió lo de mamá. Hubieras escuchado cómo se puso al enterarse—apartó la mirada y se concentró en secar los platos, no quería terminar llorando luego de tan lindo momento que tuvo con YoonGi.

—Lo imagino...—pausó—Debe ser difícil, y más estando en el extranjero.—un sonido de afirmación salió del menor.—¿Y no vendrá? Digo, para estar contigo.— JiMin negó.

—Su trabajo corre peligro, y prefiero que se concentre en eso.

Un simple “comprendo” salió de los labios del azabache.

Al terminar la limpieza de la vajilla tomaron un receso. Park se sentó sobre la mesada mientras que Min se colocó entre sus piernas. Sostuvieron el contacto visual por unos minutos, ambos querían decir lo mismo, pero no sabían quién debía empezar, por lo que el mayor tomó la iniciativa.

—¿Sigues recibiendo notas?

El castaño sacó de su bolsillo la que había llegado un rato antes y se la mostró.

—Ésta me llegó cuando estaba en el salón.

“Sé que quieres saber quién soy, pero es mejor que no lo descubras por ahora.

Pd: Casi lo olvido, es mejor que tu noviecito deje de creerse el detective, le irá mal”



"Oye Jimin!" |Yoonmin  2°TemporadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora