30. Rescate

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(Rato antes del capítulo 29)

La estación se encontraba cambiante, el invierno había quedado atrás dando lugar a la primavera.

El corredor principal de la escuela era transitado por varios estudiantes. Era la última semana de clases y muchos esperaban sus calificaciones.

El paso de JiMin se asemejaba al de un zombie. Su mirada perdida y las ojeras debajo de sus ojos indicaban que algo andaba mal, muy mal.

Apenas escuchó el timbre se dirigió a su salón chocando en su camino con un par de personas. Para su sorpresa ni JungKook ni Tae habían aparecido, según éste último, no había visto a Jeon desde hace unas horas.

Se sentó en el último banco, su típico lugar que compartía con YoonGi. Observó el lado de su novio y suspiró, rogando que nada malo le haya pasado.

El profesor comenzó a entregar los exámenes, el corazón de Park latía fuerte, casi sentía que se le salía.

—Park JiMin—llamó el hombre mayor. El mencionado se acercó al escritorio, nervioso, por un momento sus piernas casi dejaron de funcionarle.—Felicitaciones, quedé impresionado.

Luego de tantos días, una pequeña sonrisa asomó en sus labios, ganas no le faltaron de llorar. Tomó la hoja con su calificación y susurró para sí mismo un "Gracias YoonGi", al final de todo tanto estudio había valido la pena.

Una vez finalizada la clase caminó hacia el baño, donde podría llorar tranquilo y aprovecharía para revisar la historia clínica que Tae había conseguido días atrás, en la hora del almuerzo nadie visitaba ese lugar, por lo que no tendría que preocuparse.

Abrió uno de los cubículos, bajó la tapa del inodoro y se sentó sobre ésta con los papeles en mano. Comenzó a leer.

Ficha de identificación:

Nombre: Park JiHyun
Registro: #25301
Sexo: Masculino
Edad: 24
Habitación: 202

Antecedentes personales patológicos: Sin registro.

Antecedentes personales no patológicos: Drogas.
Duración: 2 años

Una melodía resonó en el sitio antes de que pudiera sacar la próxima hoja. Sacó su teléfono rápidamente de la mochila, al ver la pantalla no supo porqué, pero dudo en atender.

—¿Jimin?—dijo del otro lado—S-soy TaeHyung—suspiró

—Lo sé ¿Necesitabas algo?—

—¿Estás ocupado?—Park emitió un sonido de negación—Me acaban de llamar de la comisaría, tienen noticias de YoonGi.

(...)

—¡Por favor déjenme ir con ustedes!—rogó Park casi gritando mientras Tae lo sostenía. Parecía un desquiciado.

—Como le repito señor, ya se encargaron de rastrear la llamada que recibimos para pedir el rescate de su novio. El oficial Min, padre de YoonGi y otros compañeros más ya se dirigen al lugar.

Tres patrullas se estacionaron en la puerta de una casa abandonada situada prácticamente en el medio de la nada, no encendieron la sirena por cuestiones de seguridad, no querían que las personas que estén adentro se dieran cuenta y escaparan.

Notaron que la puerta estaba entreabierta, por lo que sólo empujaron un poco para evitar hacer ruido. Entraron. No había nadie en absoluto. Sólo suciedad y algunas arañas.

Comenzaron a investigar el lugar con armas en la mano, y confirmaron que el lugar estaba deshabitado. Tal vez habían manipulado la señal para distraer a la policía.

Justo antes de abandonar la casa, el señor Min dio la vuelta para comprobar una vez más, que su hijo no estaba ahí y avanzó seguido de los oficiales. Pero antes de cerrar por completo la puerta, escucharon algo.

Parecía que alguien gritaba cosas inentendibles en un ruido lejano, pero estaban seguros que era dentro del hogar.
Caminaron siguiendo el sonido, para terminar en una especie de puerta en el subsuelo, que para su sorpresa también estaba abierta.

El criminal no era alguien inteligente en definitiva ¿Qué clase de secuestrador se deja en evidencia tan fácil?

Las voces eran cada vez más claras mientras bajaban por una escalera, siempre en silencio.

—Ahora sí, que tengas dulces sueños, querido YoonGi.—dijo una persona vestida de negro, apuntaba a un chico atado de manos y pies a una silla.

Aquél azabache levantó la cabeza, conectando la mirada con la de su padre, que le hacía señas para que no dijera nada.

YoonGi cerró los ojos, y un disparo salió del arma del desconocido, impactando en su hombro y provocando que caiga al suelo por su peso, junto con la silla.

Y un segundo disparo salió del arma de un policía, pero ésta no contenía balas, sino un somnífero, haciendo desvanecer al sujeto de negro.

—¡YoonGi!—gritó ahora sí el señor Min corriendo a liberar a su hijo.

Lo desató de las cuerdas y lo sostuvo entre  brazos, llorando. Sus ojos estaban cerrados, su hombro sangrando, al igual que su cabeza y no reaccionaba.

—¡Llamen a una ambulancia, rápido! ¡Mi hijo se está muriendo!





***
Hasta yo estoy nerviosa aún sabiendo lo que va a pasar alv.

"Oye Jimin!" |Yoonmin  2°TemporadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora