"Oye Jimin!" |Yoonmin 2°Temporada

Extra

Apenas JiMin entró en su casa su celular sonó. Fue tan exacto el momento que dio miedo. En ese instante no sabe porqué, pero tuvo un sentimiento de paranoia. Estaba seguro que había alguien espiandolo desde algún rincón de la sala, pero trató de borrar esa idea de su cabeza.

Al desbloquear se teléfono frunció el ceño, confundido. Era un mensaje, sí. Pero el emisor de éste lo tomó de sorpresa. En la pantalla figuraba "señor Min" y si subía por los mensajes, mostraba el chat completo que había tenido con él.

El texto era nada más ni menos una dirección de Seúl. Más específicamente un lugar no tan lejos de la casa de Park. Ni siquiera aparecía una ubicación exacta en el mapa y eso sería un indicador suficiente para ignorar el mensaje y quedarse en casa.

Pero JiMin era muy curioso, y la persona detrás del mensaje muy macabra.

Dio media vuelta y salió apresurado, sin darse cuenta que a metros de él, la camioneta de Jeon se encontraba estacionada y con YoonGi dentro, muriendo de frío.

Llegó hasta el lugar en autobús. Al llegar notó que claramente no era una casa, no era un edificio, y mucho menos una empresa. Era el penal de policías donde tenían arrestado a JiHyun.

Mientras se dirigía a la puerta principal, vio hacia el interior de lugar. El patio estaba completamente vacío. Sólo habían policías cuidando en cada esquina de éste.

En su trayecto hacia la entrada, un papel enganchado en la reja llamó su atención, sin embargo decidió pasar de largo al pensar que podría ser algún tipo de advertencia por parte de los propietarios del lugar.
Pero cuando se alejó a un metro de éste su celular vibró. Otra vez un mensaje del supuesto "señor Min"

“No ignores las señales. Pueden serte de ayuda"

Cualquier otra persona normal hubiera entendido que era algún tipo de juego extraño y no tardaría en salir corriendo de ese lugar a buscar ayuda. Pero, JiMin no era alguien normal. Era JiMin.

Retrocedió sus pasos hasta el papel y ésta vez lo arrancó para poder leerlo con comodidad. No era la gran cosa. Estaba arrugado y manchado con cosas que no quería saber qué eran. Frunció el ceño. El papel no decía absolutamente nada. Estaba en blanco.

Otra vez vibró su celular.

“Veo que aún sigues siendo un idiota obedeciendo órdenes de un desconocido. Entra a hablar con JiHyun.”

Park arrugó la nota. Estaba a punto de tirarla al suelo, pero la imagen de JungKook se le vino a la cabeza diciéndole que estaba mal ensuciar la calle y la guardó en su bolsillo.

Para entrar le bastó con decir su nombre y el de la persona a la que iría a visitar. Un oficial lo condujo hacia la sala de visitas. Una sala grande divida al medio por una pared, y un vidrio en la facilitaba la vista al otro lado. Ambas personas que quisieran hablar lo harían por un teléfono que descansaba en una mesa frente a ellos.

Se sentó a esperar a su "hermano". Jugaba con las manos, nervioso. Sin saber lo que tendría que decirle. La única información que tenía era escasa y para peor, poco clara.

Unos minutos después apareció JiHyun custodiado por un guardia. Su reacción al ver a Park fue de sorpresa y confusión. No se esperaba verlo otra vez, y mucho menos que fuera para visitarlo a él. El azabache tomó asiento y levantó el teléfono para comenzar a hablar.

—Jiminie ¿Qué haces aquí?—comenzó distante.

El castaño dudó en qué responder. En realidad ni siquiera sabía para qué había llegado hasta ahí.

—V-vengo para hablar contigo—respondió titubeante—Sobre todo lo que pasó. No sé si sabes esto pero—respiró hondo—Mataron al padre de YoonGi.

JiHyun abrió los ojos al oír aquello y segundos después soltó un pesado suspiro.

—Por eso ya no venía a verme...—murmuró para sí mismo—Como sea, supongo que no llegaste a hablar con él ¿Verdad?

JiMin negó con lentitud. Le tomó por sorpresa la idea de que JiHyun supiera que el señor Min iba a hablar con él, pero no le tomó demasiada importancia.

—Mira—comenzó luego de un segundo suspiro—No sé qué otra cosas habrán ocurrido luego de la muerte del oficial Min, pero ten por seguro de que no fueron coincidencia y su plan debe estar saliendo a la perfección.

—¿Su plan?¿De qué hablas?

—De tu padre. Él me obligó a hacer todas las cosas que hice, y como te repito no fueron intencionales. Tampoco tengo dudas de que él sea el asesino del señor Min—habló mirando a su alrededor.

—¿Papá?—dijo perplejo Park—Entonces él...¡¿Es culpable de todo?!—el contrario asintió.

JiHyun observó con tristeza a JiMin cuando notó que un par de lágrimas aparecían en su rostro. Deseaba tanto poder abrazarlo, aunque haya actuado de la peor forma hacia él, siempre le tuvo cariño, que por mala suerte no le pudo demostrar.

JiMin también sentía ganas de estar con JiHyun. A fin de cuentas habían compartido juntos casi toda su vida, y que por una maldita persona todo se haya arruinado no le quita el afecto que aún sentía hacia su "hermano".

Continuaron su charla un rato más hasta que se despidieron. JungKook lo esperaba en casa para hablar también. Park abandonó el lugar y volvió caminando a casa. Obviamente tardó más ya que el penal no era tan cerca a su casa.

Durante el camino iba pensando. Por su cabeza deambulaba la pregunta de porqué tenía que estar pasando por todo ésto. ¿Porqué él y no otra persona? ¿Qué tan malo había sido en su otra vida para tener que pagarlo de forma tan dura en ésta? A veces deseaba empezar de cero, como si nada hubiera ocurrido.

Unas cuadras antes de llegar una persona lo chocó de golpe haciendo que cayera al suelo. Era Jeon, que estaba persiguiendo a YoonGi.

Park se dispuso a seguirlo a él también. Corría tan rápido que sentía que en cualquier momento comenzaría a volar. Antes de cruzar una extensa avenida comprobó que el semáforo estuviera en rojo para poder cruzar y así fue.

Justo a mitad de la calle un auto que iba a toda velocidad lo atropelló. Haciendo que su mente se congelara.

Al escuchar el ruido del motor y de los frenos contra el pavimento JiMin volteó la vista hacia el auto. Y pudo ver todo.

El color del auto.

La matrícula.

Y al que conducía.

¿Saben qué es lo peor?

El conductor, era el señor Park.