"Oye Jimin!" |Yoonmin 2°Temporada

Epílogo

Cuando la ambulancia llegó al hospital los médicos no tardaron en bajar la camilla donde estaba el cuerpo de JiMin. Tenía una venda grande en la cabeza para que detuviera un poco el sangrado.

Sus ojos entre abiertos y llorosos rompían el corazón de YoonGi, quién corría con las manos agarradas a las de su novio.

—H-hyung—murmuró con debilidad. Al mismo tiempo que una lágrima se deslizaba por su mejilla—No voy a aguantar demasiado.

—Sé fuerte Jiminie, estoy aquí contigo—apretó el agarre de sus manos, pero Park iba perdiendo fuerza a medida que avanzaban más y más hacia la sala de operaciones.

Justo antes de entrar al quirófano sus manos se separaron y uno de los médicos le impidió el paso a Min de manera brusca interponiéndose frente al chico.

YoonGi no estaba precisamente de humor, y estuvo a nada de gritarle al enfermero que le deje pasar, pero sería en vano. No era un buen momento para discutir y menos en esas condiciones.

Min se quedó parado, sin saber qué hacer. Todo había sido tan repentino que lo dejó en shock. Pasó una de sus manos por su cabello con frustración mientras con la otra se secaba una lágrima del rostro.

—¡Hyung!—se escuchó el gritó de TaeHyung a lo lejos, que entraba corriendo en dirección a YoonGi—¿Dónde está JiMin?—preguntó preocupado mirando hacia todos lados.

—Lo ingresaron en la sala de cirugía, pero no me dejan pasar...

Kim acarició el hombro de su amigo, dando a entender que lo sentía y que él estaría ahí para apoyarlo. JungKook también llegó corriendo momentos después.

—No me dejaban aparcar el coche—dijo con la respiración agitada.

Los tres chicos se sentaron devastados unas cuantas horas en unas sillas que habían en la sala de espera.
YoonGi caminaba impaciente de un lado hacia el otro con los brazos cruzados y la mente en blanco. No podía parar de preguntarse qué estaría sintiendo Park en esos instantes.
TaeHyung no paraba de mirar hacia la puerta principal del quirófano y cada tanto se acercaba a la recepcionista a preguntar si la operación ya había terminado.
JungKook por su parte se sentía extraño. No sabía con exactitud el porqué, pero su presentimiento no era bueno y algo le daba mala espina. Él se encontraba de pie apoyado sobre la pared, viendo el caminar nervioso de YoonGi que sólo lograba irritarlo más.

Exactamente fueron casi 4 horas las que se pasaron esperando, sin noticias de JiMin. Las únicas cosas que la policía logró decirles fue que encontraron el auto que ocasionó todo. Aquél que chocó a Park y luego huyó como despavorido.

Aún no saben con exactitud quién es el dueño de éste, pero una vez que rastreen la matrícula la información que reciban será más precisa.

—¿Familiares del joven Park JiMin?—dijo un médico saliendo del quirófano y colocando su barbijo sobre su mentón.

—¡YO!—gritó YoonGi con rapidez y se acercó casi corriendo al señor de verde uniforme—Yo soy su novio...

—Lo siento, pero sólo podemos dar informes a los familiares directos—respondió.

—Yo soy su hermano—dijo JungKook acercándose también—Doctor ¿Salió todo bien?

El hombre le hizo un gesto a Jeon para apartarse y así poder hablar con un poco más de privacidad, sin YoonGi enfrente. Ambos se alejaron hasta que Min los perdió de vista.

El de ojos felinos se acercó a TaeHyung resoplando enfadado.

—Podría estar muriendo y no me lo dirían ¡Esto es increíble!—murmuró

—¡No digas eso! Jiminie no va a morir—le respondió Kim con un puchero involuntario en sus labios.

YoonGi cerró sus ojos y comenzó a pensar. Recordó el momento en que estaban en la ambulancia, camino al hospital.

JiMin estaba débil y aún con el vendaje puesto su cabeza no paraba de sangrar. Como pudo se giró hacia Min y notó que estaba llorando con los ojos cerrados, pero cuando los abrió y se encontró con la mirada de Park se limpió enseguida.

—Tienes que dejarme morir—susurró JiMin mientras una lágrima se deslizaba sobre su rostro.

—No puedo hacer eso—mumuró YoonGi con el corazón roto al ver al menor de esa forma.

—No voy a salvarme de ésta—continuó Park tragando saliva con dificultad—Debes encontrar a alguien más para ser felíz. Tienes que vivir tu vida hyung...

—Yo no quiero vivir sin tí Jiminie.

Min abrió los ojos y se encontró con JungKook. Observó que sus ojos estaban cristalinos, y supo al instante que eso no era indicador de algo bueno.

—YoonGi hyung, ya puedes pasar a ver a JiMin—dijo con un tono extraño.

Min y Tae se levantaron de un salto de la silla y comenzaron a seguir a Jeon, quién los guió hasta una de las habitaciones en ese mismo piso.

Una puerta separaba a YoonGi de su querido novio y tenía ansias de poder verlo de una vez. TaeHyung también estaba dispuesto a entrar, pero Kook lo agarró de la mano y le impidió que siguiera caminando. Sin que Min se diera cuenta le susurró algo al oído y no pasaron demasiados segundos para que los ojos de Kim se llenen de lágrimas.

Una vez abrió la puerta vio a Park tendido en la cama conectado a miles de cables. Y con una venda nueva rodeando su cabeza. A su lado un médico escribía varias cosas en una planilla.

—¿Cómo estás?—soltó Yoon a medida que se acercaba a la camilla.

—Un poco mejor que antes—respondió todavía sin fuerzas—Vienes a preguntarme cómo ocurrió el accidente ¿Verdad? Los doctores dijeron que me harían una entrevista cuando me sienta mejor y creo que ahora no es el momento.

YoonGi lo miró confundido.

—¿De qué hablas Jiminie?—inquirió con la nariz arrugada, totalmente consternado.

—¿Jiminie? Pensé que los policías eran más educados, por favor, llámeme de manera formal—pidió.

—¿Policías?—Min miró a JungKook con los ojos entre cerrados, tratando de que le dé algún tipo de explicación coherente.

Jeon llamó con un gesto al de ojos felinos y éste se posicionó con desconfianza frente al menor.

—Los médicos me dijeron que...—miró hacia el piso. Sentía una culpabilidad que no merecía, pero que había asumido por sí mismo—JiMin...

—¿JiMin qué?¡¿Qué ocurre JungKook?!

—Debido al fuerte golpe que recibió en su cabeza, JiMin perdió una gran parte de la memoria, y es posible que por ahora no pueda recuperarla.