YoonGi caminaba por las frías calles de Seúl, su vestimenta negra pasaba desapercibida del resto de personas que caminaban por ahí.
Se adentró en una de las calles que conocía más que bien y avanzó por los casas hasta encontrar la indicada. Su dedo permaneció inmóvil en el timbre cuestionando si debía tocarlo o no. Desde que la madre de JiMin había hablado con él de lo que sucedía estaba un poco ansioso, y más por aquellos mensajes.
Miró a su alrededor, observando la calle, afortunadamente casi nadie pasaba por ahí, o por lo menos nadie que se viera sospechoso.
—¿YoonGi?—su respiración se detuvo un momento, levantó la cabeza hacia el lugar de donde provenía la voz.—¿Qué haces aquí?
Era JiMin, observándolo desde su ventana con una enorme sonrisa. Tenía la expresión adormilada y los ojos hinchados, al parecer no hace mucho se levantaba de dormir.
—¿Me dejarás aquí muriendo de frío?—bajó su cubre boca para poder hablar.—Traje galletas—sacudió una pequeña bolsa plástica.
El rubio no tardó mucho en cerrar la ventana y bajar corriendo en encuentro de su novio.
—¡YoonGi hyung!—se abalanzó sobre éste— Te extrañé.
— Nos hemos visto hace unos días JiMin-ah.— lo rodeó con sus brazos y depósito un corto beso sobre sus labios.
— Días bastante largos déjame decirte, fueron 3 de hecho. ¡Son 72 horas!—dijo haciendo un puchero.
Min rió al ver la actitud infantil de su novio,
—¿Estás solo?—preguntó de repente.
— Acaso quieres hacer cosas indebidas YoonGi?—preguntaron a sus espaldas.
— Oh, hola señora Park.—esta sonrió y se apegó hacia el castaño.
—¿Te quedas a cenar?— preguntó la mujer moviendo el brazo del de ojos felinos haciendo exactamente el mismo gesto que JiMin hace un rato.
Min pensó un poco. De todos modos nadie lo esperaba en casa, su padre estaba centrado en su trabajo y su madre, bueno, deseaba tanto poder verla de nuevo.
— Hace mucho no tenemos invitados—bajó la mirada apenada— Además, preparé pizza.
YoonGi no pudo negarse ante aquella dulce señora, por un momento sintió algo en su corazón, era la primera vez que sentía que alguien se preocupaba por él, y esa sensación comenzaba a agradarle.
***
— JiMin en ese entonces era más llenito que ahora y al subir su ¡ropa se enganchó en el tobogán!— dijo la mujer estallando en carcajadas al igual que YoonGi. El único con expresión neutra era el rubio.
— Si me disculpan, creo que iré un momento al baño— Park se levantó de su asiento y desapareció por el pasillo.
Unos golpes en la puerta hicieron que la risa de ambas personas en el comedor cesaran. La señora se levantó confundida a abrir, no esperaba a nadie. Seguramente serían Tae o JungKook, pensó YoonGi. Pero se dió cuenta de que estaba equivocado al escuchar un grito.
Fue corriendo detrás de la madre de JiMin y al llegar a la entrada una expresión de horror estaba plasmada en su cara.
— Mira esto.— la mujer le extendió un papel, Min la observó dudoso, fijó su vista en él y leyó en voz alta.
“Sé cuidadosa con tu hijo, estoy seguro de que no quieres encontrarlo muerto, verdad?”
—¿Mamá?— llamó JiMin—¿Qué es eso?¿Me van a matar?— su voz sonaba rota.
El primero en reaccionar fue YoonGi. Se acercó a su novio y tomó sus manos.
— Vamos a tu habitación ¿Si?
El rubio asintió.
Al llegar lo primero que hicieron fue tirarse ambos en la cama, cansados. JiMin se deslizó por el colchón hasta llegar al pecho de YoonGi, donde se acurrucó como niño pequeño.
— Hyung...—lo llamó, Min hizo un sonido de afirmación en respuesta.— Tengo miedo.
El de cabellos oscuros se levantó un poco para mirar directamente a JiMin, que se encontraba con los ojos cristalinos. Besó su frente.
— No dejaré que nada te pase, lo prometo.
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"Oye Jimin!" |Yoonmin 2°Temporada
FanficEl año escolar terminó con el baile, JiMin y YoonGi no se han vuelto a comunicar desde aquél incidente luego de la fiesta, hasta que un misterioso número le envía a Park un mensaje. ✔️Los errores ortográficos serán corregidos una vez la historia fin...