🌲 D O C E | E X P L I C A C I O N E S 🌲

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"Si alguna vez amase a alguien, se lo demostraría una y otra vez"

Ariel.

Él se encontraba en aquel restaurante que siempre iba, una de las más famosas de ese pueblo y sin duda, una de las más grandes con ese estilo ochentero.

Estaba sentado en esa mesa que siempre le ha encantado y observaba la ventana mientras que su comida se enfriaba, pensativo en algún lugar... Pensativo en ella.

Fue en ese instante en el que sintió el asiento moverse y giró su cabeza tan rápido que pudo escucharse un ruido proveniente de su cuello. Y ahí estaba, la pelirroja observándolo con ese rostro tan suyo, con la diferencia de que no había ni una pizca de felicidad en ella.

—Quiero explicaciones.

Axel abrió los ojos e intentó descifrar lo que ella estaba diciendo.

—¿A que te refieres?

—¿Por qué me tratas como una mierda y al día siguiente haces como si no existiera? —preguntó ella con esa voz quebrada tras recordar aquellos sucesos que marcaron su niñez.

—Oh, por favor... Ni que nos hubiésemos acostado para que te pongas así.

Axel no sabía que decir. Jamás la había visto de aquella manera y fue ahí donde observó que sus párpados estaban algo hinchados, como si anteriormente hubiese llorado, pero no logró descifrarlo y dudaba que fuese él el causante... Aunque a este paso no quizo poner las manos en el fuego para descubrirlo.

—Sirenita, no estoy de humor para eso —dijo sin más mientras Ariel no dejaba de mirarlo a los ojos.

—Solo quiero una respuesta, Axel.

—Que me dejes, Ariel. No quiero estar malgastando mi tiempo con una mujer como tú.

Ante aquellas palabras tan duras que le había transmitido Axel, Ariel quizo no conocerlo jamás. Sabía que algo así iba a pasar y tras recordar ese aniversario tan jodido, se sentía más triste que de costumbre.

—Seguro que tus padres te consienten todo y por eso estás así, porque por primera vez nadie quiere hacerte caso. —Le susurró, tomando un trago de su bebida y observando otro sitio del lugar que no fuese a la inocente mujer que había a su lado.

Ella apretó su mandíbula y se relajó, pero no quizo callarse. No quizo que él siguiera tratando a sus padres de aquella manera sin conocerla.

—Mi padre murió hace tiempo, mientras que mi madre falleció por un accidente de tráfico. Vivo con mi abuela desde los once años, que tiene cáncer en los huesos y perdió a mi abuelo cuando estaba embarazada. ¿Y me dices tú a mi que odias que yo sea feliz? ¿Metiéndote siempre con mis seres queridos? No sabes lo que es la cruda realidad y saber vivir a pesar de ello... —Le dijo Ariel dejando boquiabierto a Axel, recogiendo sus cosas y marchándose de aquel lugar como ella vino, triste.

Mientras que Axel observaba en la ventana sorprendido, como aquella chica se marchaba, la había echo daño y que más daño le había echo esa noche haciéndola recordar las cosas que había pasado.

Observó como caminaba bajo la noche y las ganas de comer se le quitaron cuando descubrió que realmente esa chica había sufrido mucho más que cualquier persona que conociera, que sus sonrisas eran simplemente una máscara para esconder lo que había vivido. Más incluso que él. Arrepintiéndose por primera vez.

Y ni siquiera fue capaz de pedirle perdón en aquel instante al tratarla como la había estado tratando todo este tiempo.

Malquerencia: Parte I [+18] ✔️ (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora