🌲 C I N C U E N T A Y D O S | E N A M O R A D A 🌲

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"En momentos como estos, ¿cómo podía ser tan único y perfecto? ¿Cómo podía estar tan enamorada de él que ni siquiera me importaba mi salud emocional?"

Ariel.

Axel quería demostrarle que la quería. No podía decírselo con palabras, pero si con gestos y su mejor forma era haciéndole el amor a aquella mujer pelirroja que estaba frente a él. Por eso, sus manos bajaron, rozando la piel de ella consiguiendo que Ariel se le pusiera la piel de gallina por su toque. Fue en ese momento en el que él la hizo girar y la besó apasionadamente.

Con un beso le decía que quería estar con ella.

Con un roce que la quería.

Pero las palabras nunca salían y él, por desgracia, lo sabía a la perfección.

Bajó las manos mientras que Ariel agarraba el cabello de su novio, ese joven tan complicado y del que tan enamorada estaba.

Axel, sin aguantar más, la tomó de sus muslos y la llevó en brazos, sin dejar de besarla, hasta su propio sofá que había en el salón. La acostó allí y el primero en quitarse la ropa fue él, ante la atenta mirada de Ariel. La necesitaba en ese momento, quería más y más de ella, pero nunca era suficiente. Por eso, levantó su vestido, quitándoselo y tirándolo por algún lado del lugar, para luego comenzar a besar la parte interna de los muslos de ella, sintiendo lo suave y delicada que era en ese punto.

Le quitó las bragas con rapidez, viendo lo desnuda que estaba allí abajo y dejó varios besos por esa zona tan sensible, haciéndola gemir una y otra vez. Ariel no sabía que hacer, se estaba volviendo loca por las cosas que le hacía su novio y Axel comenzó a subir, para luego quitarle el sujetador y besarla ahí que tanto le gustaban a Axel.

La hizo gemir, jadear e incluso temblar por cada roce que hacía él. Axel estaba demasiado caliente para seguir con esa tortura, palpitaba y comenzaba a dolerle de la excitación de verla completamente desnuda y expuesta ante él y necesitaba entrar en ella de una vez, sentirla y no parar hasta que estuviesen completamente agotados. Absorbidos por el amor.

Él tomó uno de los preservativos que había escondido en uno de los cajones que había cerca del sofá, recordando que los había puesto por si los necesitaba algún día con Ariel, después de una de aquellas sesiones que tuvieron los dos en el salón hace semanas. Y se lo puso.

Pero no contento con la postura, decidió tomarla por sorpresa con rapidez y colocar las piernas de ella alrededor de sus caderas. Caminó con ella en brazos hasta la primera pared que encontró a su paso y, sin esperar más, sin dejar que ella contase hasta tres, se la metió hasta el fondo con rapidez, moviendo el cuerpo de esa mujer a la vez que movía sus caderas. Entraba y salía de ella a una velocidad de vértigo y Ariel estaba tan expuesta a él, tan vulnerable en esa postura, que cuando él le preguntó si estaba bien, ella solo contestó balbuceando y gimiendo por su garganta.

Agarraba fuertemente los hombros de su novio, dejándole pequeños rasguños que a Axel le encantaban. La hacía volver loca cada dos por tres y el sudor en ese momento era la compañera perfecta.

Ambos estaban llegando al final. Axel con los ojos clavados en el rostro de Ariel, y ella con los ojos completamente cerrados, sin poder abrirlos y perdida por el placer. Axel observaba los gestos de ella, quería grabárselos en la mente para recordarla siempre, para tenerla en su cerebro para lo que le quedase de vida.

Axel sabía a la perfección que Ariel no sería feliz con él, aunque él si lo era con ella. Comprendía lo complicado que era para ella y todo lo que la hacía sufrir, pero había momentos como ese en los que Axel pensaba que Ariel podría perdonarlo por todo lo malo que había echo, que le había echo a ella. Creía que si cambiaba ella podría ser feliz con él y ambos serían una pareja digna, sería un novio digno para ella. Pero si Ariel terminaba esa relación, él no volvería a tener novia y le daba igual, porque se había dado de cuenta en menos de un mes que no habría nadie como Ariel... Alguien que lo amase tanto sin importarle su físico, sin importarle su comportamiento.

Por eso, en ese instante, a punto de llegar al clímax mientras él salía y entraba de ella, quería recordar para siempre a esa joven, grabar en su mente para toda la vida todo de ella.

Y ambos explotaron al instante en el que sus cuerpos se agitaban por el orgasmo.

Y él la besó en la frente, con amor.

Malquerencia: Parte I [+18] ✔️ (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora