Malquerencia: Parte I [+18] ✔️ (COMPLETA)

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"Las personas se divierten cuando se ríen de otras, pero cuando se ríen de ellas no es divertido... ¿Verdad?"

Ariel.

Axel se quedó en aquel restaurante. Estaba mirando el asiento vacío que había dejado Ariel tras la metedura de pata que había cometido de nuevo él. No sabía porqué se sentía así, no sabía porque le dijo aquellas cosas tan hirientes. Pero claro, para él no era hiriente... Pero no todas las personas son iguales.

Él se quedó allí, pensativo, cabizbajo, sin saber que hacer.

Quería pegarse un puñetazo en toda la cara por como se había comportado, por las idioteces que le había dicho a Ariel y que podía habérselas ahorrado. Nunca se imaginó que Ariel fuese virgen con dieciocho años y cuando empezó a sospechar por la reacción de ella al ofrecerle aquello, lo supo. ¿Cómo era posible que se comportase de aquella manera? Joder, él ya se había portado así con las mujeres y a ellas les gustaba la forma de hablar de él, ese toque que las hacía mojarse en las bragas y si ellas se sentían ofendidas le daba exactamente igual.

Axel sabía lo que quería y no se quedaba callado ante ello. Pero, al ver aquellos ojos azules comenzando a ponerse rojos y aguantando las lágrimas, algo en su pecho se encendió. Se quizo tragar esas palabras, quizo ir detrás de aquella mujer y pedirle perdón por lo que había dicho, por como se había burlado de ella por el simple echo de no haber estado con ningún hombre en la cama.

Pero él no era así...

¿Cómo iba a ir detrás de ella si jamás lo había echo? Jamás fue detrás de una joven después de haber echo eso. Pero tampoco le había ofrecido sexo a una virgen jamás y ahí estaba, observando ese asiento vacío, como si la soledad la sintiera más que nunca... Como si realmente doliese de verdad por primera vez en toda su vida.

Se echó el pelo para atrás y luego colocó sus manos sobre su rostro.

No sabía que le pasaba con esa joven, porqué se estaba ablandando y casi se tiró de los pelos al volver a pensar en ella.

Salió de aquel restaurante y caminó por las oscuras calles de aquel lugar. Sus piernas iban rápido y ni siquiera él sabía a donde se dirigía.

Tenía sus puños apretados, sintiendo como sus uñas se clavaban en su piel y caminó, llegando a un callejón. El suelo estaba mojado, había llovido anteriormente. Ese lugar era completamente frío y siempre habían nubes, eran pocas las veces que el sol brillase en aquel pueblo. Pero aquella noche él quería volver para atrás en el tiempo y no haberle ofrecido aquello a Ariel. Quería simplemente disfrutar por primera vez de la compañía de alguien.

Y de nuevo, no supo porqué se sentía así. Tan débil por una mujer.

Pegó un fuerte puñetazo a la primera pared que encontró y luego pegó su frente a dicha pared, como si así le ayudase a pensar, a saber que mierda le pasaba.

Porqué estaba de aquella manera con Ariel.