🌲 S I E T E | I G U A L E S 🌲

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«Todas las personas son iguales, ¿para que me esmero en ser mejor que ellas?»

Axel.

Ariel aprovechó para comprar la cena en aquel restaurante que estaba a quince minutos caminando de su casa. No quería dejar sola a su abuela mucho tiempo, por lo que aligeró el paso.

Una vez llegó allí, se acercó a la barra y pidió comida para llevar, antes de que la voz de alguien llamase completamente toda su atención.

—La sirenita, ¿qué hará aquí? —preguntó Axel concentrado en su libreta sin mirarla.

Ariel observó todo el lugar hasta que se dirigió hacia aquel gilipollas que no aguantaba, sobre todo después de la escena del descanso aquel mismo día.

Esperó a que la camarera tomase su pedido y luego, esperando a que le preparasen la comida, llegó hacia la mesa de aquel joven y se sentó frente a él, en aquellos sofás asientos de color rojo. Fue ahí que, con cara de pocos amigos, Axel levantó la vista de su dibujo mientras que Ariel, con las manos cruzadas sobre su pecho, lo miraba del mismo modo.

—¿La sirenita quiere algo? —preguntó de nuevo él y ella no le respondió a su pregunta.

Ariel tan solo lo miraba con ganas de pegarle una buena hostia en su ojo, pero solo se quedó observándolo mientras que él hacía lo mismo con ella.

—¿Por qué me tratas así? —cuestionó ella, sorprendiendo a Axel al instante —. ¿Por qué te burlas de mí de esa forma? ¿Qué te hice para eso?

Y él, con una sonrisa de burla, clavó su mirada en la vestimenta de aquella mujer, consiguiendo que Ariel se pusiera tensa al instante sintiéndose intimidada por la mirada de ese hombre, corriendo un escalofrío en su espina dorsal.

Axel se acercó lentamente, dejando a un lado aquel dibujo tan oscuro que estaba haciendo y olió sin querer aquel perfume dulce que se había puesto ella.

—Sonreír... Eso es lo que hiciste.

A Ariel le extrañó esa respuesta.

¿Por qué le iba a molestar que ella sonriese? ¿Acaso no es un país libre para hacer uno lo que quisiera? Ella negó con la cabeza, desconcertada y observó fugazmente ese dibujo macabro que estaba haciendo.

—¿Qué tiene de malo sonreír?

—Que transmite felicidad y eso es horrendo —respondió con un tono de enfado y se relamió los labios frente a ella, consiguiendo ponerse nerviosa por ese gesto.

Recapituló esa respuesta en su mente y luego observó hacia su parte de la mesa.

—Eres... raro. —Le dijo con la voz tímida, esperando no haberlo ofendido por eso, pero en el fondo tenía ganas de insultarlo por todo lo que le había dicho a ella.

—Y tu una princesita de papá...

Y ese comentario bastó para el volcán acabase explotando y más por nombrar a su padre. Así que, sin decirle nada más, se levantó de la mesa y se dirigió hacia la barra, esperando unos minutos más antes de que la camarera le entregase su comida y así poder largarse de aquel lugar.

En cambio, Axel se sintió orgulloso por herirla de aquella manera y pasó la página de su libreta para comenzar otro dibujo con la pelirroja siendo protagonista, esta vez dibujándola con una sonrisa macabra.

Malquerencia: Parte I [+18] ✔️ (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora