🌲 C U A R E N T A Y C U A T R O | R E A L 🌲

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"Temía que esto solo fuese un bonito sueño y, que al despertar, nada de esto hubiese pasado"

Ariel.

—¿Estás bien? —Le preguntó Axel tras haber pasado mas de una hora juntos en aquella cama.

Ariel asintió con tranquilidad y con una sonrisa en la cara, pero su poder moverse de su sitio, le dolía aquella zona y cuanto más quieta estuviese mejor para ella.

—¿Te hice mucho daño? —Volvió a preguntar y ella negó con la cabeza.

—Estoy bien, Axel...

Él sonrió, completamente enamorado y luego besó sus labios como solo él había conseguido hacer. Se levantó después de la cama y comenzó a recoger su ropa, dejando extrañada a Ariel.

—Tengo que irme. Ya es tarde —respondió él poniéndose los pantalones y tomando toda su ropa.

Ariel se sentó rápidamente en su cama, agarrando las sábanas para taparse su desnudez y lo miró a los ojos con tristeza. No quería que se marchase, quería que él se quedase con ella.

—¿No...? —Pero no puedo acabar la frase y Axel se acercó rápidamente.

—¿Qué ocurre? —preguntó él.

Para Axel era su primera relación y ni siquiera sabía como comportarse, nunca había querido más y más, y sobre todo, nunca se había sentido amado ni enamorado. Por eso, él no se percató que tras ese gesto la había echo daño, pero en el fondo Ariel lo conocía, y sabía que tenía que tener su momento de soledad, por eso ella negó con la cabeza y apretó los labios, fingiendo una sonrisa.

—Nada... ¿Nos vemos mañana? —Le pregunto y él asintió con una sonrisa, besando los labios de aquella joven de nuevo y dándole las buenas noches.

Él salió de nuevo por la ventana y Ariel se giró, acostándose con su cara hacia la pared, tapándose por encima de sus caderas, dejando un poco su espalda al aire y aguantando las lágrimas y maldiciéndose por ser tan sensible. Ariel quería que Axel se quedase con ella después de su primera vez... Pero todo no se podía tener.

Por eso, cuando Axel estaba de pie frente a su ventana para bajar de aquel primer piso, cayó en la cuenta. Entreabrió los labios y observó la nada, percatándose de lo gilipollas que era. Estaba tan acostumbrado a estar solo que no había contado con ella en ese mismo instante. Joder, era su novia y por primera vez lo habían echo, ella lo había echo. ¿Cómo era capaz de dejarla sola después de aquello? Y por eso recordó el rostro de tristeza al comenzar a vestirse y se sintió un gilipollas por eso.

Volvió a meterse dentro, con cuidado de no hacer ruido y observó la espalda destapada de aquella joven. Estaba de espaldas a él, desnuda y con la manta hasta por sus caderas. Habían hecho el amor e iba a ser tan idiota como para dejarla sola. Pero lo más gracioso es que en el fondo él quería quedarse a su lado, abrazarla y dormir con ella, eso era lo que más deseaba y hace tan solo unos minutos no iba a cumplirlo.

Se quitó la ropa, quedándose de nuevo desnudo y se metió en la cama de Ariel para la sorpresa de ella, al sentir un bulto pesado moviendo el colchón. Ariel se giró un poco, pero el brazo fuerte de Axel la abrazó de tal forma que la impedía moverse demasiado. Axel se sintió como en casa abrazando a Ariel y pegó su cabeza, ocultándose un poco en la manta de pelo pelirrojo que Ariel poseía. Estaba embrujado por ella y eso se notaba a simple vista.

Ariel sintió su corazón moverse demasiado rápido y luego Axel besó su cuello con amor.

—Pensé que no te quedabas en casa de nadie... —murmuró sin saber que más decir ella y disfrutando de los brazos protectores de Axel.

Y él sonrió ante su respuesta.

—Solo en la tuya. Siempre y cuando seas tú —sentenció, durmiendo ambos con tranquilidad después de lo que habían pasado en ese momento—. A partir de ahora, solo serás tú.

Ariel abriéndose físicamente por primera vez con él y Axel abriéndose emocionalmente con ella.

Malquerencia: Parte I [+18] ✔️ (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora