🌲 V E I N T I T R É S | R E A C C I O N E S 🌲

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"Pensaba que todos eran iguales, hasta que vi lo equivocado que estaba"

Axel.

Ambos querían más después de lo ocurrido.

Aquella misma noche ninguno de los dos dijo nada más, simplemente Ariel volvió a su casa y se acostó en su cama, sintiéndose como en una jodida nube que no desaparecía. Todavía notaba el efecto de su primer orgasmo y esa sonrisa se agrandaba más y más el pensar en él. Al igual que Axel, que tuvo el placer de saborearla y verla en su máximo esplendor a pesar de que no la había visto completamente desnuda, si vio una parte de ella sin ropa y ya deseaba ver lo demás que le quedaba por desenvolver.

Ese fin de semana pasó tranquilamente, Axel seguía dibujando cosas oscuras, mientras que ella no paraba de estudiar y a la vez en recordar lo que había ocurrido la noche del viernes.

Hasta que llegó el lunes y con ello, ambos volvieron a las instalaciones con normalidad.

Axel solo deseaba que Ariel no estuviese detrás de él como hacían otras mujeres con las que se acostaba, solo le había dado placer para darle así su primer orgasmo cosa que le agradó a él, pero más nada. Por eso solo esperaba no encontrarla con una cartita de amor o cualquier cosa de esas mierdas que solían hacer las mujeres.

Pero, todo lo contrario a lo que pensaba Axel, Ariel comenzaba a conocerlo. Es bien cierto que le gustó lo que habían echo aquella noche, pero sabía que Axel simplemente quería estar con ella por sexo y aunque le dolía, podía aguantar y fingir que quería lo mismo. No quería ser como las otras mujeres que escuchaba en los pasillos y que ponían a parir a los hombres porque las ignoraban después de eso, era peor. Por eso ella, lo mejor que podía hacer, era lo mismo que posiblemente él haría... Fingir que no había pasado nada.

—Tía, te noto... No se... —empezó a hablar una de sus amigas.

—Más mujer —sentenció la otra, mientras que la joven solo agarraba su carpeta con fuerza y esperaba no tener que escuchar cosas que no querría hablar con sus amigas.

—No sé de que me hablan. —Les respondió y siguió caminando cuando una oleada de viento hizo que su pelo se moviese y, con ello, ambas amigas observaran aquel chupetón que tenía Ariel en la garganta.

—¿Pero que ven mis ojos?

—¿Ariel con una marca en el cuello? —dijo una de ellas—. Alguien se lo ha pasado bastante bien el fin de semana.

Ariel decidió dejar el tema fingiendo que no había escuchado nada, aprovechando que habían entrado dentro del lugar y se tapó aquella marca que, aún era algo visible, con su cabello. Se despidió de sus amigas y luego, cuando se dirigía a su taquilla, metros antes, se topó con Axel.

Ella no sabía si saludarle y seguir adelante, sonreírle o simplemente hacer como haría ella antes de lo del viernes. Por lo que decantó con lo último.

Lo miró unos segundos, sintiendo como él la observaba y luego dejó de hacerlo, agarrando más fuerte su carpeta y dirigiéndose a su taquilla, ni una sonrisa, ni una palabra, solo tomando los materiales que utilizaría en la clase de dibujo y luego cerró la puerta de la misma, caminando con pasividad hacia la clase que compartiría con él, cuando seguía sintiendo la mirada de Axel a sus espaldas.

Fue ahí cuando Axel se sorprendió que ella reaccionase de aquella manera. Esa mujer no dejaba de sorprenderlo y se metió las manos en los bolsillos, sintiéndose de alguna forma extraña, apenado porque no se cumpliese lo que había pensado de como reaccionaría ella después de lo que él le había echo. Ver que ella estaba tan fría se hizo miles de preguntas de si se arrepentiría o de si solo querría aprovecharse de él. Pero, ¿qué le importaba a él? Axel quería sexo con ella, si Ariel se comportaba de esa manera nada más que le haría las cosas más fáciles.

Pero seguía sintiéndose extraño por la forma de reaccionar ella con él aquella mañana. Por eso, entró en aquella clase de dibujo que era su favorita, y se dispuso a caminar hacia donde Ariel se hallaba sentada, dispuesto a hablar con ella.

Malquerencia: Parte I [+18] ✔️ (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora