🌲 C U A T R O | E Q U I V O C A R S E 🌲

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«Creía que las personas podrían cambiar, pero supongo que me equivocaba»

Ariel.

Axel se sentía cansado, cansado de todo lo que ocurría a su alrededor, de que siempre observase a las personas sonreír. Solo quería ver drama, tristeza y plasmarla en sus dibujos. Le gustaba todo lo melodramático, todo lo oscuro.

Por eso, cada vez que veía a esa mujer que radiaba luz desde cuatro kilómetros de distancia, se ponía de mal humor. Odiaba verla con ese cabello pelirrojo y esas ropas de colores que se solía poner Ariel. Odiaba esa sonrisa y esa forma correcta de hacer las cosas que tenía ella.

A él le fascinaba estar solo. Sentirse solo y sin necesidad de que nadie lo quisiera. Estaba enfadado con la vida y no se le podía culpar por sentir cosas libremente. Por eso, siempre solía ir a ese restaurante y ese día lo necesitaba más que a nada.

Se sentó en su sitio favorito, al lado de la ventana y comenzó a dibujar aquellas cosas tristes que veía por la ventana. Amaba el cielo cuando se oscurecía gracias a las nubes, amaba la noche, amaba la lluvia y sobre todo, las tormentas. Le encantaba verla tristeza por todo el lugar.

Estaban en un pueblo pequeño, donde pocos coches pasaban pero los suficientes como para que se sintiese agobiado. Le encantaba la soledad y le seguiría encantando, de no ser porque vivía con su padre.

Pero claro, para él era como si ni siquiera tuviese uno, ya que su padre nunca se encontraba a en casa. Y no sabía que tipo de negocios solía traerse.

Malquerencia: Parte I [+18] ✔️ (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora