|Indescriptible Mente Complicado| ©️

15."Kathlein"

Recuerdo.

Apoyo mi cabeza en mi mano,moviendo uno de mis pies al son de la música que resuena por todo el lugar.

Estoy sentada en uno de los bancos que tiene la barra,mis piernas cruzadas suspenden mi falda jeans tubo,hasta un poco más abajo de mis caderas.

Toda la bulla del lugar hace que mi cabeza palpite,el aburrimiento me absorbe y sólo puedo quedarme mirando como Gabe hace girar a Aisha mientras sonríen.

—¿Bailas muñeca?—De reojo observo al valiente que a tenido la bolas de acercarse a mi.

Ni siquiera me inmuto cuando se coloca justo adelante,luego de haberme soplado el cuello.

Debo decir que su altura le agrega puntos a su atractivo,lo repaso una sola vez para después sólo seguir mirando hacia la pista de baile.

En otra ocasión lo hubiera maldecido y ahuyentado,o en casos favorables le hubiera dicho algo sarcastico y esperado a que siga intentando convencerme.

Pero ahora todo es diferente.

—Eres demasiado sexy como para quedarte solo en la barra mirando.—Levanto una ceja cuando pasan los minutos y aún no sucede nada.Me recompongo y busco con la mirada a mi alrededor.

No hay nadie.

No puedo evitar sonreir por que por vez primera la libertad me empuja a salir.

>>Vez,hasta tu sonrisa mata.

Parpadeo un poco cuando vuelve a hablar sobre la música,estaba disfrutando la satisfacción de estar libre de control,que me olvidé por unos segundos que estaba acompañada.

—¿Aguantarías siquiera haberme colocado una mano encima?—mi voz sale lenta y pensativa,el me sonrie de manera ladeada y creo que es su mejor sonrisa,por que admito que algo le ayuda a mi decisión.

—Averigualo..—Muerdo mi labio inferior,para luego hecharle un vistazo sobre su hombro a Gabe y Aisha,quienes solo menean la cabeza en mi dirección y la mujer me hace una leve señal con su mirada.

"Se acabó el juego"

Pienso y segundos después alguien llega a mi lado posando su brazo sobre mis hombros,su aroma se estampa contra mi,la neblina de menta me acorrala.

La sensación estremecedora no hace más que causarme disgusto por la reacción tan automática que tiene mi cuerpo a su alrededor.

—¿Molestando a mi chica?—Y sólo así me acomodo en mi lugar,mientras bebo un sorbo de mi vaso con cerveza con la mirada puesta en el rostro transformado del hombre.

La desilusión me invade por qué esto no va a ser diferente a las demás veces.

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—Me sorprende que vinieras..—me quedo congelada en mi lugar cuando vuelvo a verlo.

¿Alguna vez sintieron esa sensación de que el mundo te golpea antes de siquiera tener las fuerzas suficientes de aguantar un leve roce?

Quedarme mirandolo sin emitir acción o palabra alguna,tragandome el nudo que se forma en mi garganta mientras trato de deshacerme de la sensación apuñalante en mi estómago,es lo más lejos que ha llegado a ser participe mi cobardía.

Ni siquiera encuentro el principio o el final de cada pensamiento entremezclado que batalla con firmeza para desmoronar mi muro interno de complejidades.