|Indescriptible Mente Complicado| ©️

2."Sheila"

Capitulo veintiocho.

"Bonito discurso"

Esas palabras no paran de repetirse una y otra vez en mi mente.

Hasta cuando quiero dejar de darle vueltas al asunto,su sonrisa llega a desplomar todo el esfuerzo que uso para que mi corazón no dé esos mismos latidos que innecesariamente me dejan un sabor familiar.

—¿Sheila?—Parpadeo continuamente una vez la delgada voz de Aisha llega a mi mente.Mirarla no hace nada con estos sentimiento afixiadores que tengo retenidos con cadenas.

¿Debería decirle?

Le brindo una sonrisa y creo que me siento más culpable todavia cuando ella menea la cabeza reprochante,sin darse cuenta la falsedad que oculta un simple gesto.

—¿A donde esta esa cabecita loca tuya hoy?—Necesitas decirle Sheila,pero..¿por que la decisión no logra convencer a mi voz?—Desde ayer estas asi,¿ocurrio algo con tu madre?—Su mirada me analiza,su ceño se frunce un poco y logra ladear la cabeza cuando los segundos pasan y no resive respuesta de mi parte.

Creo reconocer una sensación que solamente me hace sentirme repugnante,tengo miedo.

La simple palabra me da asco,las manos se me enfrian y mis ojos comienzan a volverse picosos.

—¿Sheila?¿Qué tienes?—Ella ahora si me mira con preocupación,desearia poder retroceder el tiempo y no haberlo visto.Desearia cambiar el hecho de que mi corazón late aun más fuerte que cuando pienso en Johnny.

—Shei,estás pálida,me asustas.¿Quieres que te traiga un vaso con agua?—Verla sólo oprime mi pecho con culpa—¡Lea!¿Puedes traerme un vaso con agua porfa?!

—¿Qué?¿Ahora soy tu sirvienta?

Desearia que mi cariño por ella fuera más fuerte que mi miedo por dejarlo ir.

Desearía muchas cosas y eso sólo me hace sentir más desagradable,por que en la mayor parte de esos deseos está el miedo de contarle que Gabe está vivo y quiere verla.

Solo por el simple hecho de que soy lo suficientemente egoista como para no querer entregarle la oportunidad de que se reencuentre nuevamente con la persona que amé..

Que aún a..

—Ahg,de acuerdo—Creo que estoy temblando cuando una chica lo suficientemente bonita como para atraer mi atención me ofrezca un vaso de vidrio lleno de soda—¿Qué?

—Te dije agua—Responde la morena y la pelinegra le frunce el ceño.

—No eres mi jefa,asi que puede que solamente te haya contradecido por que me da igual lo que digas.—Aisha suspira y me observa.—Tu amiga se ve mal.

Aisha la ignora y me sonrie,me da la misma sonrisa que una vez me dio cuando la conocí,esa que te brinda un aire reconfortante,lleno de calidez y ese simple gesto hace que me siente aun más miserable.

Eres desagradable,Sheila Harrison.

—Tómalo,seguro que se te ha bajado el azúcar —Me dice y yo la miro,buscando las palabras más acertadas que puedan desahecer este nudo que tengo dentro.