Capítulo XIV

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Capítulo XIV: “Inocencia culpable”

Roger estaba sentado frente a su padre mientras este lo miraba esperando alguna reacción del rubio, ya que desde que le había contado lo acontecido y el arranque de ira de su padre, no volvió a hablar.

— ¿Quién fue? –pregunto su padre con voz firme.

Roger no respondió solo quería olvidarlo todo y dejar de sufrir.

— ¡¿Quién fue Roger?! –pregunto nuevamente el mayor asustando a su primogénito.

Roger no respondió solo empezó a llorar nuevamente, John al ver esto se acercó a él y lo abrazó.

— Tranquilo –le decía John acariciando su cabello.

— ¡John! –le reprendió su padre– tiene que decirme –dijo molesto.

— Papá, por favor, déjalo en paz –pidió el castaño.

— ¡John! ¡Él debe decírmelo! –grito su padre.

John veía como su hermano seguía llorando y se levantó y se acercó a su padre.

— Ya déjalo en paz, él está aún muy alterado, por favor... Solo déjalo –pidió nuevamente.

Su padre quedó impresionado porque John ni siquiera levantó la voz para realizar su petición, el castaño estaba completamente calmado.

El mayor solamente suspiro y miro a su rubio hijo y sintió una gran impotencia por no haberlo protegido.

— Llévalo a su habitación –dijo el mayor.

John solo se acercó a Roger, lo ayudo a levantarse y lo llevo a su habitación al pasar por la habitación de sus padres escucho como su madre lloraba y como Clare trataba de consolarla, una vez en la habitación de Roger, hizo que se recostara en su cama y después se recostó con él.

— Debes decirle a mi papá quién fue, Roger –dijo John cuando el rubio se calmó.

— No... No puedo –respondió Roger.

— ¿Por qué no puedes? Lo que él te hizo es horrible –dijo John.

— Porque te metería en problemas –dijo Roger.

— ¿Qué? –pregunto extrañado el castaño.

— John... ¿No lo entiendes? Después de que él me atacará, tú lo atacaste, eso no es en defensa, es en venganza –explico– mi padre hará un gran alboroto legal y estarás en problemas –dijo.

— Roger... Eso no importa, lo importante es que él pague –dijo John.

— ¡No! Y ya basta, ya no quiero hablar de esto –dijo Roger.

John solamente suspiro y dejó que su hermano descansará.

Salió de la habitación y su padre lo llamo.

— John, tu hermano y tú asistirán a clases de defensa y no se pueden negar –sentencio.

John no dijo nada, solo asintió y miro por la ventana, perdiéndose en la oscuridad que había afuera.

— ¿Por qué no lo defendiste? –pregunto el mayor.

— Porque no estaba con él –respondió.

— ¿Dónde estabas? Tu deber era estar aquí –le dijo.

— Había salido con Clare y créame que me arrepiento de no estar aquí –respondió.

— Le fallaste –acuso el hombre.

— Creé que no lo sé... Me arrepiento cada segundo de no haber estado aquí, con él, cuidándolo... Pero no lo hice... –miro a su padre– ¡Yo estaba allá afuera gozando de la vida, mientras él estaba aquí, sufriendo...! –grito– ¡créame que si pudiera evitaría todo esto lo haría sin dudarlo! –dijo con lágrimas de impotencia corriendo por sus mejillas– el deber de protegerlo no solo era mío –susurro.

Mi Último Cigarro.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora