tres☆

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Es miércoles y debemos ir a la iglesia otra vez para convivir con los demás hermanos y orar por las personas que lo necesitan, por lo que me encuentro prenzando los botones de mi camisa de seda lila; he decidido hacerme una cola alta, llevando todo mi cabello hacia atrás, no soy de hacerme este peinado, pero ya que mi cabello está muy largo no me queda otra opción de amarrarlo para no estar sofocada. Paso mis dedos pulgares sobre mis cejas para peinarlas y sonrío a mi reflejo antes de salir hacia la sala.

Mientras voy bajando las escaleras, a mis oídos llegan risas suaves, haciendo contar que mis padres no están solos y cuando veo a Michael junto a sus padres sonrío anchamente.

Saludo a los señores Clifford dándoles la mano, ellos me dan palabras amables y luego siguen con la conversación con mis padres. Le hago una seña a Michael para que se levante del sillón, y lo hace a los segundos de dudar, pidiendo disculpa a la vez que se retira.

—Juliette, créeme, no estás lista para la universidad, todo es tan pesado y todo tiene que ser perfecto —comienza diciendo mi amigo una vez que nos encontramos en el porche de mi casa; la tarde está algo nublada—. Estoy agradeciendo a Dios cada minuto libre de estas vacaciones de final de año. No sé si quiero comenzar el siguiente año.

Michael es un año y unos meses mayor que yo, y al igual que Luke él ya está en la universidad, pero por el momentos ambos están pasando las vacaciones acá, con las personas que los conocen desde pequeños. Tengo que admitir que a veces extrañaba a Michael cuando estaba demasiado ocupado por sus clases. Al contrario, yo apenas terminé la preparatoria y estoy en los papeleos de entrar a la universidad, sé que entraré a la que quiero porque mis notas son buenas y en sí, soy una persona aplicada.

—No me metas en miedo —le digo a modo de broma, reposo mis codos en el barandal del porche y llevo mi barbilla a mi puño. Michael se cruza de brazos apoyado en esta.

—Te quería decir algo, pero no estaba seguro —comenta al rato, su mirada va hacia la puerta de mi casa para asegurarse de que esté bien cerrada y nadie pueda escuchar, luego sus ojos verdes van a los míos, con algo de sorpresa—. Nunca te conté esto porque no sabía si era buena idea y porque creí que no me incumbia para nada, pero...

Alzo mis cejas cuando él se detiene y le animo a seguir dándole un asentimiento.

—Pero... —murmurro.

—Sabes que a veces me topo a Hemmings en el campus y cosas así, antes de salir, me lo encontré fumando junto a un grupo de chicos, él no me vio —me cuenta y no puedo evitar quedarme quieta, con precaución—. Luke nunca me dio buena espina.

La universidad queda lejos de acá, son 2 horas de camino, por lo que Luke o Michael no pasaban mucho tiempo por estos lados cuando se fueron, y todo eso me hace pensar que sabiendo que no hay mucha gente de nuestra iglesia o nuestra comunidad andando por esos lados, Luke hace lo que quiere, quitándose la fachada de niño bueno. Tiene sentido para mí.

No sé si contarle a Michael sobre mi encuentro con Luke en aquel barrio, sé que se sorprendería demasiado.

—Luke tampoco me da buena espina —digo en acuerdo, casi en susurro. Hablar a las espaldas de otras personas nunca fue lo mío, me da cierto malestar.

—El Sr. Hemmings estaría demasiado decepcionado de saber lo que hizo su hijo —continua hablando a la vez que niega con desaprobación y yo asiento solamente para que vea que estoy de acuerdo, cuando en realidad yo no soy tan prejuiciosa a como lo es Michael.

—Quizás lo hizo para encajar en aquel grupo —me encuentro diciendo, defendiéndolo, aún cuando sé muy bien que aquello no fue así, que es probable que Luke haga cosas peores. Michael parece pensarlo y asiente.

—Quizás.

•••

No sé cómo o cuándo fue que Luke se colocó a mi lado en el círculo de jóvenes. He pasado tensa, sabiendo que si hago cualquier movimiento brusco vaya a chocar con él.

He tratado de enfocarme en lo que dicen los demás, sus experiencias o cosas que han hecho en estos últimos días, pero cuando me veo realmente concentrada en los demás, Luke parece hacer algo para arruinar eso, ya sea que aclare su gargante o levante su mano para acomodar su cabello. Es tan ruidoso para mí.

—Mamá y yo convencimos a una tía que vive lejos que considerara unirse a la iglesia, le hablamos sobre Dios y lo bueno y milagroso que es y ella dijo que vendría el próximo domingo —cuenta Mónica con una gran sonrisa de satisfacción en su redondo rostro, haciendo que sus pómulos realzen más—. Me alegra poder saber que mi tía tendrá una salvación.

Los demás dicen Amén en unísono, contándome. Poso mis manos sobre mis piernas cubiernas por mi pantalón de tela, suelto un suspiro y de nuevo a mí lado escucho cómo Luke aclara su garganta, lo que hace que le vea de reojo. Él tiene una pierna doblada sobre la otra, con brazos cruzados y expresión serena, me he dado cuenta que cuando Luke está aburrido suele torcer su boca hacia un lado y rebajar sus hombros y eso es lo que hace justo ahora antes de voltear su rostro para verme. Oh, Jesús.

No me dice nada, solamente alza ambas cejas para luego apartar la mirada y enforcarla en Mónica que sigue hablando sobre convertir al evangelio a otros familiares lejanos.

—Es momento de orar, por favor, tómense de las manos —dice Harry, el que suele manejar el circulo de jóvenes. Entonces todos nos ponemos de pie.

A mi lado izquierdo le tomo la mano a una chica, a la par de esta veo a Michael con sus ojos cerrados. Mi mano derecha es tomada con algo de brusquedad, por lo que volteo a ver a Luke, pero este ya tiene sus ojos cerrados también, pero puedo ver el atisbo de una sonrisa en sus labios.

No puedo concentrarme en la oración porque en lo único que me encuentro pensando es en la mano de Luke unida a la mía; el calor entre ambas me da una sensación que no puedo explicar para nada y cuando él aprieta el agarre a mitad de la oración, sé a la perfección que esto es intencional, el jugar conmigo.

En ahí cuando él deja una caricia sobre sobre el dorso de mi mano con su pulgar, lenta y suave. Mi corazón palpita con fuerza y me obligo a tragar duro.

¿Por qué hace esto? Jamás iría de chismosa a decirle a su padre lo que hace, no haría lo que le hizo Judas a Jesús. ¿Por qué estoy comparando esto? Argh. Lo de Luke y yo no tendría nada que ver con la traición porque claramente él no espera nada de mí, no confía en mí.

—Amén —se escucha al final de la oración, pero ya es tarde para que yo lo diga por culpa de mis pensamientos sin sentido.

De inmediato suelto mi manos de ambos lados y siento que puedo respirar tranquilamente de nuevo.

Observo cómo Luke se aleja del lugar no sin antes lanzarme una mirada burlona y llena de malicia y por alguna razón algo dentro de mí me advierte con luces rojas que esto no está para nada bien.

Debo de contarle todo a Michael. No es traición al fin de cuentas.

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Voten y comentes, les quieroooo♡♡♡ apoco y este Luke sí juega con los nervios de uno? AJAJJA

dear god | lrhDonde viven las historias. Descúbrelo ahora