veintisiete☆

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Para ahora podría decir que no me perdería en la cabaña, Luke ayer se encargó de mostrarme cada rincón y puerta, hasta alagué su labor de guía, de vez en cuando él se acercaba para darme besos fugases, luego seguía como si nada comentándome sobre los pasillos y dormitorios. Estaba fascinada.

Ese noche pude descansar a la perfección, lo cual fue extraño porque usualmente no logro dormir plácidamente en camas que no son las mías, pero el ambiente y saber que Luke dormitaba a unas dos puertas me la hizo sencillo caer rendida sobre las almohadas.

La Sra. Hemmings ha preparado el desayuno, ni siquiera me dio tiempo de ofrecerme a ayudarle porque al levantarme ya llegaba un olor a tostadas hasta la habitación. Y cuando bajo ya lista para comenzar el día, todos se encuentran en la cocina, el Sr. Hemmings es el único ya sentado en el comedor, revisando algo en su celular.

—Buenos días —me aventuro a decir para dar a conocer mi presencia.

—Buenos días, ¿Cómo amaneciste? —es lo que me dice Liz con una amplia sonrisa mientras vierte jugo de naranja sobre una jarra. Luke me escudriña con la mirada y una sonrisa se posa en sus labios.

—Bien gracias a Dios —me esfuerzo en decir con una sonrisa. El Sr. Hemmings me saluda a medias, parece más absorto en lo que sea que esté viendo en la pantalla que en su familia.

Al final le ayudo a llevar la comida a la mesa, Luke se sienta a mi lado, me lanza una mirada con diversión seguido de guiñarme un ojo y me sonrojo sin querer.

Oramos antes de probar bocado, la Sra. Hemmings se encarga de dirigir la oración. Esto es algo normal, algo que he hecho durante toda mi vida, para mí ya es una costumbre. Orar antes de comer no puedo evitarlo hacer sin importar que esté sola.

—Amén —decimos al unísono y nos concentramos en comer, para mi sorpresa nadie dice nada en la mesa y es que entendiéndolo, si Andrew Hemmings no habla, entonces nadie más lo debe hacer.

***

— ¿Siempre es así? —me atrevo a preguntar cuando Luke y yo salimos de la casa, vamos caminando por la entrada, bajando unas cuentas gradas hasta llegar donde los carros están estacionados. Él me lanza una mirada confusa.

— ¿El qué?

—Comer en silencio.

—Oh —suelta y sonríe—. Sí, usualmente, a menos que tengamos varios invitados, a mi padre le suele molestar tener que hablar y comer al mismo tiempo, como si no estuviese en sus capacidades —se burla.

Asiento, me toma de la mano para entrelazarla con la suya y vamos por ahí cerca caminando, la mañana está perfecta, a lo lejos puedes escuchar a algunos pájaros cantar y sol se filtra entre las hojas y ramas de los árboles.

Me centro en nuestro agarre y no puedo evitar cuestionar esto que tenemos (Lo que sea que tengamos)

Nos hemos besado, hemos salido juntos, vamos cogidos de las manos casi siempre y Luke ha dicho que le gusto. Aun puedo recordar cuando era más insoportable que nunca y me había dejado en claro que me quería a mí. Pero entonces, ¿Por qué no sé cómo referirme a él cuando me preguntan por nosotros?

Dios, no puedo creer que esté dándole vueltas a este asunto cuando al principio la mera idea de tener algo con Luke se me hacía una jugarreta sin sentido.

—Luke —digo su nombre para llamar su atención por completo, él me ve atento—. ¿Qué es exactamente lo que somos?

Sé que mi pregunta es pesada, pero es que necesito una respuesta, no puedo andar en un limbo.

Luke alza sus cejas con asombro y por muy raro que parezca, se ha quedado sin palabras.

—Quiero decir, siento que deberíamos ser algo más, no me sienta tan bien que estemos haciendo cosas sin saber qué somos —admito. Y eso es lo que siento, para mí es importante el tener algo oficial y serio.

Luke asiente, se ha colocado justo enfrente de mí.

— ¿Te sentirías mejor si te pido que fueras mi novia? —cuestiona, hay curiosidad en su rostro y asiento con timidez.

—Pero, ¿Tú quieres?

—Pues por mí no hay problema —responde serio.

—Está bien.

Aparto la mirada, de repente sintiéndome con vergüenza, preguntándome si esta conversación debió de esperar, pero Luke toma mis dos manos y les da un leve apretón.

—Sheldon —susurra como si mi apellido fuese un secreto, le vuelvo a ver y una hermosa sonrisa me recibe—. ¿Quieres ser mi novia?

—Tal vez —juego y él pone los ojos en blanco—. Sí.

—Bueno, dicen por ahí que los novios se besan —me comunica como si aquello fuese una novedad, esta vez soy yo quien pone los ojos en blanco, pero me acerco hacia él para chocar mis labios con los suyos, procuro que no dure mucho porque aún seguimos cerca de la cabaña y no quiero correr ningún riesgo a que sus padres nos vean— ¿Sabes qué más dicen que los novios hacen? —continúa y no dudo en darle un leve golpe en el estómago para que se calle.

***

Está empezando a oscurecer, el poco reflejo del sol diciendo adiós se cola por los ventanales de la cabaña, el silencio es tranquilizador y Luke está con su ceño ligeramente fruncido producto al libro que está leyendo, sentado a mi lado, sus piernas cruzadas con cierta elegancia y su postura relajada.

Alterno mi mirada del libro de poemarios que me recomendó la Sra. Hemmings del estante, solo para observarle a él leer, jamás pensé que algo como aquello me diera calma, pero lo hace, sorpresivamente, Luke Hemmings me trae calma.

Mis ojos son atrapados por los suyos, que se han desviado del libro para verme. Trato de esconder mi rostro en el delgado poemario, escucho su suave risa al otro extremo del sillón para luego sentir cómo una de sus manos jala de mi tobillo que estaba reposando a su lado.

— ¿Soy más interesante que tu lectura, Juliet? —cuestiona con una ceja alzada. Pongo los ojos en blanco a la vez que me acomodo en el sillón, sentándome bien a su par, chocando nuestros hombros a como de broma. Le veo con la barbilla alzada, Luke solo eleva sus comisuras para después pasar su brazo derecho alrededor de mis hombros y recostarme en su pecho.

—Luke.

— ¿Uhm?

—Creo que me gusta esto —susurro, siento cómo su pecho sube y baja para luego soltar un suspiro.

Alzo mi mirada para saber cuál es exactamente su expresión y Luke solo me da una mirada serena.

—A mí también, Juliet.


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1. sé que tardé en actualizar, lamento eso.

2.  cambié la forma de escribir el nombre del personaje de Juliette a Juliet.  

3. voten y comenten si es que sigue alguien acá. 

4. Les quiero.


dear god | lrhDonde viven las historias. Descúbrelo ahora