—Y... —escucho murmurar a Michael a mi lado. Estamos sentados en un círculo con otros jóvenes. Miércoles por la noche en la iglesia—. ¿No piensas decirme lo que sucedió con Luke?
Frunzo el ceño, dirijo la mirada a los demás y aunque ellos están concentrados hablando unos con otros, me da miedo que escuchen mi conversación.
— ¿Eso qué?
—Ya sabes, solo digo que es extraño que ustedes hayan ido a una cita y luego se dejaran de hablar.
Arrugo la nariz al oírle, un extraño hincón en mi pecho se hace presente y tomo una gran bocana de aire.
Sí, Luke dejó de hablarme luego de nuestra dichosa cita, han pasado días y si él me ignora o toma distancia entonces yo también lo haré. Pero odio tener que admitir que extraño su actitud pedante alrededor mío. Ay, Dios. Llevo todos estos días tratando de descifrar qué fue exactamente lo que ocasionó esto, y me molesta que quizá haya sido mi culpa y mi actitud quisquillosa y metiche.
—Tal vez le debo una disculpa —me encuentro diciendo, Michael suelta un sonido de asombro y le veo a los ojos.
—Pensé que el rematado era él.
—No es un rematado —le defiendo automáticamente y me maldigo internamente cuando Michael alza ambas cejas.
— ¿Te gusta?
— ¿Huh?
— ¿Te gusta Luke? —Repite y como no respondo, en su rostro se hace una mueca de incredulidad, pero esta pasa a una de preocupación—. Juliette, ya te he dicho que Luke tiene otra vida en la universidad, se junta con sinvergüenzas, no es bueno, sé que esconde otras cosas, pero-
—Michael, ya para —suspiro.
—Sí, Michael, ya para —se escucha detrás nuestro y mi corazón se paraliza al reconocer esa voz, tengo miedo de girar, pero lo hago solo para encontrarme a Luke, ambas manos metidas en los bolsillos de su pantalón caqui y una expresión seria.
—Escuchar conversaciones ajenas no está bien —suelto de la nada, frustrada. Alzo una ceja y percibo cómo las comisuras de su boca se alzan un poco.
—Hablar de los demás a sus espaldas tampoco —regresa y trago duro. Michael me ve mortificado. Luke había escuchado todo.
Ambos observamos cómo el rubio ingresa al círculo de sillas para tomar asiento a la par de Mónica, sin embargo, no interviene a la conversación, solo se queda ahí, viéndome desde el otro extremo.
—No me agrada para nada —susurra mi amigo solo para mí.
Y ojalá pudiese decir lo mismo.
***
— ¿Podemos hablar? —digo, mis manos las tengo entrelazadas por los nervios, me siento tan tonta en estos momentos. Espero que Luke se gire para verme y cuando lo hace y me muestra esa expresión arrogante, me hace querer dar la vuelta e irme.
— ¿No te parece gracioso que siempre terminas viniendo a mí para hablar? Uhm, y luego soy yo el hostigoso.
Dios, dame paciencia.
—Cómo sea —musito, Luke se cruza de brazos y da un paso más cerca hacia mí. Trato de no tragar duro por la cercanía—. Era sobre lo que pasó, ya sabes, lo que dije...
—Creo que no te estoy entendiendo —me corta, pero su mirada me dice lo contrario, él sabe a qué me refiero.
—Te debo una disculpa —suelto de una sola vez, él alza ambas cejas en asombro y sonríe de lado.
— ¿Por hablar sin saber o por juzgar a las personas sin conocerlas? Porque, linda, creo que hiciste las dos.
Mis mejillas arden ante sus palabras porque sé que él dice la verdad, jamás había estado tan avergonzada, Dios.
Ahora me estoy arrepintiendo de haber venido tras Luke luego de que la reunión de la iglesia terminara.
—Por las dos —acepto—. No fue muy educado de mi parte, lo siento, no debí juzgar a tus amigos por su apariencia y mucho menos debí meterme en asuntos que no me interesan como lo que sea que pase en tu familia o vida.
—Vaya —es lo único que dice. Le veo expectante, queriendo que me diga algo más, pero no lo hace.
—Vale, era eso.
Alzo mi mano a modo de despedida, me doy la vuelta y comienzo a dirigirme hacia la esquina donde están mis padres hablando con unos amigos, pero escucho mi nombre ser nombrado. Luke se acerca a mí, aun de brazos cruzados y con una expresión que no puedo descifrar.
—Salgamos de nuevo con mis amigos.
— ¿Qué? —mi sorpresa es grande porque hasta suelto una risa de incredulidad. Él pone los ojos en blanco.
—Sí, y así me muestras que lo sientes de verdad.
—Luke, yo... no puedo hacer eso.
— ¿Por qué no? Ay, Juliette, si te dijese que saliéramos con Mónica, Michael y los demás sí aceptarías. De todas formas, el perjuicio no se le quita de un momento a otro a una persona, ¿No?
Observo en silencio cómo Luke comienza a alejarse de mí, sus manos dentro de los bolsillos de su pantalón y postura relajada, como si lo que acaba de pasar no fue la gran cosa.
Tengo un gran nudo en la garganta, pero es como si mis labios los tuviese sellados con pega y raramente en mi vida maldigo, pero lo hago porque quisiera enterrarme por lo que haré.
—Luke —grito para llamar su atención, el rubio solo gira levemente su cabeza para verme—. Acepto, iré.
Y una sonrisa se forma en sus finos labios.
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Cuatro meses es mucho tiempo, huh? perdÓN. si alguien sigue leyendo esta cosa, voten y comenten, please :( <3
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dear god | lrh
FanfictionJuliet Sheldon ya no le temía a las prédicas sobre el Apocalipsis o cómo era el infierno y satanás porque con Luke Hemmings llegó a temer mucho más. // ashtonxiety 2019 // Gráficos por @sheisbea Portada por @d-dumb