veintiséis☆

1.5K 213 84
                                    

Ni siquiera me advirtió que nos iríamos al día siguiente, la noticia me cayó como un bloque de concreto en la cabeza, entré en pánico y al parecer mamá también porque andaba de un lado a otro por la casa buscando cosas que podría necesitar. El convencerla ni siquiera fue difícil, le encantó la idea de unas mini vacaciones, al menos papá sí dudó, pero al final terminó aceptando, con el argumento que estarían los padres de Luke y que con eso bastaba.

Ahí estaba otra cosa que me inquietaba, no quería pasar demasiado tiempo con aquel hombre, sería incómodo y para ser honesta, ¿Qué pasaba si se enoja enfrente de mí? ¿Sería capaz de golpear a su familia estando yo? Serían 3 largos días.

Mamá insistía en que llevase una maleta, pero se me hacía absurdo, por lo que terminé alistando todas mis cosas en un bolso de viaje mediano.

Y ahora mientras espero en el porche de mi casa a que Luke venga a traerme, lo último que quiero es ser interrogada por mi vecino y amigo, Michael.

Este me ve con duda mientras cruza la calle para venir hacia acá.

— ¿Todo bien? —cuestiona apoyándose en las barandillas de madera de la casa, desde el otro lado. Me levanto para copiarle y coloco mis manos en la baranda.

—Sí, todo bien.

—Tú madre llamó a la mía preguntando si tenía papel aluminio porque el de ella se había acabo y necesitaba envolverte unos... ¿Cómo era? Ah sí, pequeños sándwiches.

Cierro los ojos y suspiro cansada.

—Qué vergüenza —murmuro y niego.

Michael suelta una risa y le veo mal.

—Ya, pues, ¿Piensas huir? —pregunta y señala el bolso negro que está sobre un banco.

Es mejor ser directa y sincera, me digo.

—Iré con Luke unos días a la cabaña de sus padres-

— ¿Qué dices? —pregunta confuso.

—Y en compañía de ellos —termino por decir, él me ve incrédulo—. ¿Qué pasa? Vamos, dilo.

—No, solo estoy un tanto sorprendido.

— ¿Y eso por qué?

—Porque, no sé, mira, es extraño, no es algo que harías...

"Esta no eres tú." Algo me dice que iba a decir eso.

—Michael, te quiero, en serio, pero basta de esto.

— ¿De esto?

Sus ojos verdes me siguen trasmitiendo confusión, pero ahora hay una pizca de desolación.

—De estar juzgando mis decisiones, vale, sí, algunas no son muy buenas, pero son mías, las tomo yo.

Nos quedamos en silencio, yo a la espera de que diga algo y él tratando de procesar mis palabras. No me gusta discutir con él, a veces me pregunto cómo es que antes no lo hacíamos, ¿Acaso éramos tan igual que nunca estábamos en desacuerdo?

Y antes de que Michael tenga una oportunidad de hablar, un carro negro se aparca enfrente. Las ventanas oscuras están subidas. Mi amiga vuelve a ver también y una expresión de hastío cruza por su rostro, evito decir algo.

—Me tengo que ir, vuelvo pronto, ¿Sí? —digo, Luke parece evitar bajar del auto y creo que es la mejor decisión, de todos modos, mi madre sabía que el rubio no ingresaría a la casa para ahorrarnos tiempo.

—Bueno, diviértete —expresa Michael y quiero creer que lo ha dicho genuinamente.

Tomo mi bolso, le doy una última mirada a mi amigo mientras le ofrezco una sonrisa plana y me dirijo hacia el auto.

dear god | lrhDonde viven las historias. Descúbrelo ahora