cinco☆

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Mientras llevo cucharadas de mi cereal favorito a la boca y tengo la mirada perdida en la superficie del taburete de la cocina, en la único que puedo pensar es en los mensajes de Luke, y sí, es más que obvio que son de él, aun estoy tratando de asimilar cómo obtuvo mi número exactamente.

Fue difícil conciliar el sueño, sin mencionar que orar se me hizo complicado cuando no tenía concentración absoluta. En serio detesto esto, lo detesto.

Quizá si hablo con Luke y le digo que me deje en paz, que no se preocupe, que jamás pensaré otra vez en decir algo sobre él, que sus asuntos no me interesan. Suena como un buen plan, con palabras se entiende todo dice mi padre siempre.

Y antes de que me arrepienta, tomo mi celular sobre la mesa, dejo mi cuchara a un lado y me enfoco en la pantalla. Recorro con la mirada los mensajes de Luke y su número aun sin registrar y suelto un suspiro para tomar valor. Ciertamente no quiero tener que esperar hasta el domingo para verle y dejar las cosas en claro, entre más pronto mejor.

"¿Podemos hablar?"

Muerdo mi labio inferior, mirando ansiosa la pantalla, aun sabiendo que es probable que Luke no conteste ahora mismo, estoy a punto de bloquear mi celular y regresar a desayunar cuando de la nada aparece el cuadrado con su mensaje a un lado de la conversación. Oh.

"Depende"

¿Depende? ¿Qué significa eso? Dios.

"¿Acaso quieres confesar tus pecados, Juliette?"

Retengo la respiración al leer el otro mensaje y frunzo el ceño. Esto, exactamente esto es lo que no me gusta, que él juegue conmigo.

"¿Podemos o no hablar?" Me decido a teclear rápido y lo mando.

—Buenas días, cariño —escucho decir a la voz de mi mamá a la vez que aparece en la cocina vistiendo su bata de seda. Trato de esconder el celular, dejándolo a un lado del tazón de cereal y le muestro una sonrisa a ella.

—Buenos días —respondo y decido tomar una cucharada, mientras mastico el ya no tan crujiente cereal veo cómo la pantalla del celular se alumbra y por alguna tonta razón mi corazón late con fuerza. Antes de ver lo que él a respondido, procuro que mamá no tenga su atención en mí y me siento aliviada al saber que está demasiado ocupada cortando una manzada, dándome la espalda.

"Estaré en tu casa en 20"

— ¿Estás bien, Juliette? —es lo que pregunta mamá al oírme toser fuertemente. Asiento de prisa e intento calmarme, mi cara está roja y toso una última vez para aclarar mi garganta.

Oh Dios, ¿Qué está pasando? Luke simplemente no puede aparecerse acá como si nada... bueno, de hecho, mis padres le tienen aprecio a él, pero ellos no saben nada. Apoyo mis codos sobre la mesa y suelto un largo suspiro mientras sostengo mi cabeza con ambas manos a la vez que mis ojos están sobre mi celular, justo al mensaje de él, completamente nerviosa.

20 minutos.

Dios.

¡Estará acá en 20 minutos!

Me reincorporo automáticamente, dejando a un lado el tazón de cereal y tomando mi teléfono para irme deprisa a mi habitación, escucho a mi mamá decir mi nombre confundida y le digo que iré a bañarme.

Estoy en pijamas, no puedo dejar que Luke me vea de esta manera, no es como que me importe lo que un chico vaya a pensar de mí, pero estamos hablando de Hemmings y no quiero que él me vea en mis tontas pijamas de nubes.

A como puedo me meto a la ducha, ni siquiera tengo tiempo para lavar mi cabello así que lo amarro en una moña alta. Cuando salgo, tomo unos jeans flojos y una camisa de algodón básica blanca y la pongo dentro del pantalón.

Estoy peinando mi cejas cuando abajo escucho el timbre resonar por toda la casa. Mi corazón parece detenerse por unos segundos. Camino hacia afuera de mi habitación y me quedo quieta en el pasillo para escuchar. Oigo la risa amistosa de mamá seguido de la voz de Luke.

—Sra. Sheldon, ¿Cómo ha amanecido? —pregunta él con ese tono de voz que hace derretir a cualquiera, lleno de amabilidad.

—Oh, Luke, bien gracias a Dios, agradeciéndole por un día más de vida —responde mamá y me obligo a bajar por completo, pero me quedo al tope de las escaleras, viendo a ambos en la entrada de la casa. Mamá ha dejado pasar a Luke adentro, pero no se han movido.

—Es bueno saberlo —regresa el rubio y parece que va a hablar más, pero su mirada se levanta y se topa conmigo, provocando que alce ambas cejas en realización—. Juliette, buenos días.

—Buenos días —respondo cruzándome de brazos y encogiéndome por la pequeña incomodidad que siento.

Mi mamá me ve a mí con una sonrisa y luego a Luke.

—Ven, vamos a la cocina —dice ella, haciéndole una seña delicada con su mano—. ¿Qué te trae por acá?

—Bueno, mi mamá me ha mandado a dejarle unos sobres con algunas cifras de la ofendra del domingo pasado —comunica con una leve sonrisa en sus labios a la vez que lleva una de sus manos a los bolsillos traseros de su pantalón. Me quedo absolutamente boca abierta por su confesión y no puedo evitar sentirme como una tonta por creer que realmente sí venía por mí, claro. Luke ya tenía planeado venir acá.

— ¡Oh! Pensaba ir más tarde a su casa a traerlos, pero muchas gracias, lindo.

Observo a mamá tomar los papeles, trato de no hacer contacto visual con el rubio porque estoy consiente que él tiene su mirada puesta sobre mí, pero caigo tan fácil porque le veo y puedo percibir cierta diversión en su mirada.

—Sí, no es problema —comienza diciendo—. Tengo que irme, pase un buen día, Sra. Sheldon, Dios la bendiga

—Oh, bueno, igualmente, Luke, salúdame a tus padres.

El rubio asiente con una sonrisa mientras retrocede unos pasos. Le veo sigilosamente y mis mejillas arden cuando él me hace una mueca para que lo acompañe a la salida. Veo a mi mamá, pero ella no está prestando atención así que le sigo en silencio hasta afuera.

Una vez que ambos estamos en el porche de mi casa, con la puerta cerrada y seguros que mi mamá o alguien más no nos vaya a escuchar, él comienza a hablar.

—Realmente creíste que venía solamente por ti, ¿No es así? —cuestiona con una ceja alzada y automáticamente sé que Luke Hemmings se ha deshecho de su actitud de niño bueno para mostrarme a ese picante y arrogante muchacho.

Aquí vamos otra vez. Oh señor.

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dear god | lrhDonde viven las historias. Descúbrelo ahora