dear god | lrh

cuatro☆

— ¿Entonces hablarás o no? —es lo que me dice Michael con mirada confusa, después de que terminara el culto en la iglesia. Estamos en el estacionamiento, ambos esperando que nuestros padres salgan del templo porque se quedaron hablando con el pastor y su esposa, Luke incluido.

Había estado decida sobre decirle a Michael todo sobre Luke: sus malas andanzas fuera de la iglesia, su actitud maliciosa, que todo es una fachada, pero justo ahora no sé cómo hacerlo, hay algo que me retrocede.

—Es sobre Luke —suelto, sujeto mis manos con fuerza y retengo el aliento cuando a lo lejos observo al susodicho salir del lugar, viene hacia el parqueo con pasos seguros, con la mirada fija hacia acá, entre más cerca viene, sus ojos se posan en los míos.

— ¿Juliette? —llama mi atención Michael, haciendo que le vea a él—. ¿Qué con Luke? —cuestiona demasiado alto para mi gusto porque el nombrado se ha detenido justo al lado de nosotros al escuchar su nombre.

Cierro los ojos por unos segundos, rogándole a Dios que esto termine ya.

— ¿Qué conmigo? —interroga el rubio, acortando la distancia. Me atrevo a dirigirle la mirada y esos orbes azules están llenos de curiosidad mientras me ve a mí, pero su boca forma una gran sonrisa amable. Como ve que ninguno de los dos contestamos, suelta una risa, haciéndome confurdir—. ¿Cómo vas Clifford? —pregunta con tranquilidad a mi amigo, quien primero me lanza una mirada a mí antes de responderle.

—Todo bien gracias a Dios, ¿Cómo vas tú? —observo a Luke y este asiente, dando un pequeño paso hacia mí de forma casual sin que Michael se de cuenta de sus intenciones.

—Igual, maravilloso —dice bajo—. Disfrutando mis vacaciones, tengo un presentimiento que serán bastante interesantes —suelta y no puedo ignorar el hecho de que sus ojos no se despegaron de mí al decir aquello—. Si me disculpan, nos vemos luego.

Y tras decir eso, nos ofrece una sonrisa simpática para luego darse la vuelta y continuar con su camino hacia el auto de su padre. Yo suelto todo el aire retenido.

— ¿No te parece extraño cómo actúa a veces? —pregunta Michael luego de unos segundos, su vista está perdida hacia lo lejos, en la dirección que se fue Luke. Me encojo de hombros y me cruzo de brazos—. Al fin, ¿Qué me ibas a decir?

—Nada, no es relevante —contesto rápido a la vez que hago una mueca para restarle importancia al asunto. Michael frunce el ceño y duda por un momento, pero lo deja estar, haciendo que me sienta aliviada.

No, sin dudas no puedo contarle sobre Luke, no podría hacerlo.

•••

Por muy tonto que suene me he estado sintiendo mal por mi atentado de querer decirle todo sobre Luke a Michael, hay como un sentimiento de culpa insertado en mi pecho y no puedo hacer nada para sacarlo. No he dejado de pensar en eso y en cómo el rubio nos atrapó en el estacionamiento, es obvio que él lo sabe, él sabe mi intensiones de antes y tengo por seguro que la probabilidad de que me deje en paz no van a reducir, sino al contrario; Luke no parará de molestarme y andar tras mío.

—Dios, ¿qué hice para merecer esto? —susurro para mí misma, apoyo mis brazos en el escritorio de mi habitación para luego esconder mi rostro entre mis manos.

Ya es muy noche, mis padres están en su habitación durmiendo, estaría haciendo lo mismo también si no fuese por ese sentimiento que cargo. Llevo mis pijamas puestas y mi cabello lo he amarrado en una trenza.

Cuando me destapo mi rostro llego a ver cómo la habitación se alumbra más por culpa de mi celular que está sobre la cama. Me levanto de la silla para ir hacia allá y frunzo el ceño al ver un mensaje de un número desconocido.

Casi me desmayo al ver el contenido.

"Estoy seguro de que las chismosas también van al infierno, Juliette"

Y antes de que pueda asimilar lo que estoy leyendo, llega otro.

"¿Ya te arrodillaste para orar?"

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Tengo que pedir disculpas por poner especificamente a Michael como un chico religioso i'M SORRY. voten y comenten♡♡♡