Capítulo treinta y seis

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Capítulo treinta y seis:

—Llamen a Liam Payne y diganle que necesitamos su presencia ahora mismo.  Y vayan a Oakley's e interroguen al camarero que los atendió – dijo el policía – Gracias. Y disculpe los inconvenientes de mi equipo – le dijo ahora a Luke.

 —No hay problema – dijo Luke – estamos hablando de mi hermana.

Narra Liam:

 *ring ring*

 —¿Diga? – atendí mi telefono a un numero local.

 —Señor Payne. Necesitamos que venga de inmediato a la comisaria.

 —¿Encontraron a Vienna? – pregunté

 —No. Aún no. – dijo el oficial

 —Entonces, ¿a qué se debe? – pregunté irritado.

 —Necesitamos interrogarlo. Debe venir cuanto antes – dijo y la llamada se corto

 —¿Por qué esa cara Liam? – pregunto mi hermanastra, Gemma, que estaba conmigo en la sala de mi casa, viendo una película.

 —Creo que han encontrado alguna  pista sobre Vienna – dije.

 —Oh, ¿puedo ir contigo? – preguntó ella.

 —No. Quedate aquí. Así me dices como termina la película – le dije y salí de la sala.

 —Bueno – alcancé a escuchar.

 Salí de casa, encaminándome hacia mi Audi negro. Pisé el acelerador y salí del recinto.

Narra Vienna:

El sonido agudo y frio de la gotera que había al final del pequeño deposito me exaltó de nuevo. Mis manos estaban desatadas y había comida frente a mi. Al principio dudé en comerla pero luego mi estomago rugió.

—Puedes comerla – me dijo Louis, que se encontraba al otro lado del lugar – yo ya comí.

Sonreí a medias y acerqué el plato a mi. Mientras comía, miré a Louis y como ha empeorado desde que lo habían traido. Supuse que no fue presa facil, como yo, así que lo golpearon mucho para haberlo traido el día anterior.

*1 día antes*

Intentaba una vez más encontrar una respuesta a donde me encontraba y a donde debía ir. Rondaba por el pequeño lugar en el que me tenían, mientras, pasaba mis manos por las marcas moradas que habían dejado las ataduras de sogas.

Segundos después sonaron unas pisadas de algunas personas en el corredor. Se oía algo pesado así que supuse que traían algo con ellos.

—Hola preciosa - dijo una voz gruesa tras una mascara horrenda de cerdo - te hemos traído a un compañero - dijeron y tiraron a un hombre agonizante.

—¿Cuándo me dejarán ir? - grité contral puerta - ¡quiero salir! - grité

Como mis intentos fueron fallidos, me volví hacia el hombre. Al mirar, me costó unos segundos darme cuenta de que era Louis. Lo habían golpeado, casi a muerte, para traerlo aquí. aunque, aún tenía la duda ¿por qué? ¿Por qué me tenían ahí? ¿Por qué Louis estaba ahí? ¿Será esto obra del que dejó al padre de Paige en coma? Ahora pensaba que si.

—Louis - susurré luego de un minuto - Louis - repetí. Esta vez me senté en el suelo y puse su cabeza en mi regaso. Puse mis manos en su cabello, esperando que pronto despertara.

*Día actual*

—¿Tenías hambre? - preguntó Louis riendo entre dientes, después que terminé el plato de comida en 5 minutos.

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