Capítulo treinta y siete

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Capítulo treinta y siete:

—No, Cara - dijo Harry nervioso - nosotros, si somos novios - tartamudeó

—¿Y por qué te pones tan nervioso al responder? Ustedes son mentira. Son una farsa. - dijo Cara y rió entre dientes - ¡Esto es una bomba! - hizo un arco con sus manos al decir "bomba".

—No-no-no. Cara, estas equivocada - intervine yo.

—¿Qué vas a decirme tu, por favor? Por esa razón, es la unica manera que te Harry te prestara atención. - rió con una carcajadas.

—Cara, para - dijo Harry

—No. Ella tiene que saber que por eso elegiste a una estúpida niña del instituto, antes de cualquier modelo. ¡Antes que a mi!

—¡Basta! - dijo Harry - nos vemos luego, Cara - le hizo retroceder de la ventanilla del auto y piso el acelerador. Luego, subió las ventanas.

Narra Vienna:

—Me estan matando de ternura - dijo de nuevo la voz. Yo me pegué a la pared y tomé la mano de Louis. - creo que la estúpida de su amiga, Paige, está por descubrirme - miré a Louis con señal de esperanza, él me miró de reojo. - así que mañana salimos de aquí - mis ojos se apagaron, teníamos veinticuatro horas para salir de ahí.

—Vamos, dejanos ir, por favor - supliqué desesperada.

—¡JA! Ya quisieran. Me pagan por hacer esto - dijo el hombre.

—Al menos, dejala ir a ella. No te hemos visto el rostro - dijo Louis en mi defensa.

—Pero, que caballero eres, Louis - dijo el hombre riendo entre dientes. - pero, si la libero, ella hablará y vendrán por ti y sería mi fin - el hombre vaciló. Y luego volvió a hablar - además, esos no son los planes.

—¿Y cuales son los planes, entonces? - exigió saber Louis.

—No me gusta tu tono, pero te diré. Los tendremos aquí hasta llevar a Paige a la desesperación y podemos capturarla. Por eso, su padre está en coma y ustedes estan aquí - lo sabía, ellos habían dejado al señor Millar en coma - cuando tengamos a Paige, los dejaremos ir, aunque de una manera distinta - dijo sinico mientras simulaba con su mano una pistola, se la llevaba a la sien y hacia el sonido de un disparo.

—Sobre mi cadaver, tocas a Vienna - dijo Louis, haciendose el heroe.

—Tranquilo. Te puedo matar primero - dijo el hombre enojado mientras se acercaba a Louis.

—El hombre tomó a Louis y lo arrastró. Llamó a sus hombre y les ordenó que sostuvieran a Louis. Un hombre me sostuvo  de los brazos cuando intente ponerme de pie para que no se lo llevaran.

—No, por favor - grité en suplica - no se lo lleven.

—Muy bien, princesa. Lo golpearé aquí - dijo  y se quitó la camisa en lo más oscuro de la habitación - esto, es para que aprendas a estar callado.

El hombre comenzó a golpear a Louis. Le lanzó puñetazos en la cara, el abdomen, en todos lados. Lo dejaron en el suelo de unos minutos y se fueron todos los hombres, menos el golpeador. Me acerqué a Louis, con los ojos llenos de lágrimas. La garganta me ardía de tanto gritar para que se detuvieran -obviamente no fue efectivo, ninguno de mis gritos-.

—Tranquila, no lo he matado - dijo el hombre acercándose a la puerta de salida. Antes de salir, tomó su camisa y pude notarle, que tenía un sol tatuado en la parte central de su espalda. Le miré mejor el tatuaje y lo grabé en mi memoria; se me hacía conocido.

Cuando salió de la habitación, tomé a Louis y le hice descansar en mi regazo, estaba hecho un desastre. Me quedé pensando unos minutos en el tatuaje del hombre y en dónde lo había visto antes; «Liam» susurré para mi.

Narra Paige:

Harry y yo estuvimos dando vueltas en su auto hasta las 18.00 horas; hasta que nuestros estómagos nos exigían comida.

Bajamos a comer en Subway. Entramos y nos sentamos en una mesa. Pedimos la comida y Harry la trajo hasta nuestra mesa.

—¡A comer! - dijo él mientras se relamía los labios y manoseaba sus manos - ¿Qué te pasa, amor? - preguntó luego de ver mi cara; era de preocupación.

—Nada - le contesté y él tomó su submarino - bueno, más bien, sí. - jadeé en mi puesto - Estoy preocupada, por lo de Cara.

—Deja de pensar en eso - dijo Harry, y mordió su sandwich.

—No puedo. Pasó lo mismo hoy, con Rachel. - le comenté

—¿Qué pasó? - preguntó al terminar de masticar.

—Rachel se ha enterado también. Ambas pueden vender la noticia. Y te caerían todos los paparazzi, y eso.

—Hey. Sh. - me siseó - calma. Sí, es un problema que Rachel lo sepa. Pero ya, no me interesa la prensa, ni Rachel ni Cara. Les diremos que yo te quería conocer, y fue un pretexto. O qué ganaste un concurso, no lo sé. Lo pensaremos, amor - dijo con ternura, tomando mi mano.

—Muy bien - dije a punto de morder mi sandwich - pero, ¿no debo pensar en sus palabras, cierto? En... porqué estás conmigo. Ambas han dicho lo mismo - le cuestioné

—Paige, yo te adoro. Paige Millar, yo te quiero. ¡Te amo! No tienes que darle importancia a lo que Cara o Rachel digan - dijo sonriendo y tomó mi mano y la besó - tú, eres mi novia - volvió a besar mi mano - te amo, recuerdalo.

—También te amo - le dije, sonrojada.

—Te enviaré un texto cada día para que lo recuerdes. - reí - Ahora, mi princesa, come para recuperar fuerzas - tomé mi sandwich y lo mordí, finalmente, entre risas, ya que Harry no me dejó de mirar hasta que lo hiciera.

*Día siguiente*

Narra Vienna:

La noche pasó y por mis cálculos, era lunes.

Estaba agotada.  Había estado toda la noche cuidando a Louis, ya que estaba muy herido. Estaba preocupada porque en horas nos moverían de lugar y sería más díficil salir de esta gente.

En e trascurso de la noche, pude pensar y analice que Liam estaba detrás de esto -aunque el porqué aún no lo tenía claro-. Lloré en la madrugada, yo le había querido, como siempre, pero siempre había sido una estúpida, y salír herida.

También había escuchado que a las 12.00 nos llevarían a una casa de campo. Posiblemente a la que Liam me había invitado en Wolverhampton.

—Desearía que alguien leyera mi diario, ahora - dije cuando la luz solar logró entrar en el cuartucho.

—Eres una adolescente extraña, Vienna - susurró Louis, con voz de adolorido.

—Sh - le calle y reí entre dientes - estaba hablando conmigo misma.

—Muy bien - dijo y abrió finalmente sus ojos - ¿Y por qué quieres que lean tu diario? - preguntó

—Porque creo que nos llevaran a la cabaña a la que Liam me invitó - le expliqué

—¿Liam? ¿Qué tiene que ver Liam en esto? - preguntó, mientras se sentaba a mi lado, se quejó un poco al hacerlo.

—Creo. - dije y negue - estoy segura, de que Liam está detrás de esto.

—¿Por qué crees eso?

—Vi su tatuaje. Uno que tiene en la espalda baja. Lo vi ayer.

—¿Por qué Liam estaría detrás de esto? ¿Qué gana él con hacernos esto? ¿Con hacerle esto a Paige?

—No lo sé. Aún no llegó ahí. Pero tenemos que hacer algo. Porque nos mueven de lugar hoy, al mediodía.

—¿Como lo sabes?

—Lo escuché. Anoche. No dormí porque estaba pendiente de ti y pues, estos tipos son conversadores en la madrugada. - le dije.

—Gracias por cuidar de mi.  - alcanzó a besar mi mejilla - Entonces, es Liam - suspiró

—Entonces, saben que soy yo - dijo una voz a oscuras y cuando la luz solar le pegó. El hombre se quitó la mascara y Liam apareció detrás.


Little White LiesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora