Little White Lies

Capítulo veintiseis

Capítulo veintiseis: 

—¿A dónde quieres ir tú? - me preguntó Harry, mirándome y examinando mi rostro.

—No lo sé. Nunca me he escapado del instituto. - le dije - Vayamos a donde quieras.

—Uno - dijo levantando su dedo indice en frente de mi - no nos estamos escapando del instituto. Y dos, te llevaré a un lugar muy hermoso. ¿Vamos? - extendió su mano y yo la tomé.

Harry me llevó hasta el auto, su Fortuner vino tinto y abrió mi puerta. Muchos flashes inundaron mi vista, y eso que no era de noche.

Harry condujo fuera de la ciudad. Íbamos por una calle amplia y hermosa, llena de árboles y flores.

—Haremos un trato ¿vale? - me dijo sin quitar la vista del camino. Yo en cambio lo miré a los ojos - ninguno de los dos, le prestara atención a su teléfono celular, así podemos disfrutar - me dijo

—Muy bien - le dije y sonreí - trato hecho.

Sonrió. Yo me acomodé en mi asiento y el quitó la mano de la palanca y tomó mi mano. Besó mis nudillos suavemente y luego me miró por segundos, y volvió a la vía.

Habían pasado veinte minutos y aparcamos en una ciudad linda, o pequeño condado, realmente no sabía donde nos encontrábamos, pero era muy linda.

—¿Dónde estamos? - le pregunté a Harry mientras bajábamos del auto.

—Seguimos en Holmes Chapel. Simplemente que estamos fuera del centro de la ciudad. - tomó mi mano y me besó dulcemente antes de caminar. - ¿te gusta caminar? - yo asentí con la cabeza - muy bien, vamos.

Caminamos por más o menos, unos cuarenta minutos, hasta que llegamos al final de la ciudad. Ahí nos detuvimos en una gran edificación. Era blanca, con detalles negros en el techo, era una edificación antigua pero estaba muy bein conservada.

—Este es el anfiteatro de London Heist - dijo Harry y sonreí - lo fundaron en 1947 - explicó - y aquí se presentaron los mejores cantantes británicos.

—¿De dónde sabes todo eso? - le pregunté

—Bueno, cuando eres un modelo desde niño, no te llevan nunca a escuelas ni nada de eso, simplemente mis padre llevaban maestros a casa que me enseñaban de diferentes cosas. A veces pensé que ellos eran más duros que los del instituto normal. Aún lo pienso. - reí - Me obligaron a aprender toda la historia de Holmes Chapel y de  Inglaterra, y de varios países del mundo. Creo que este fue una de mis partes favoritas.

—Interesante. ¿Podemos entrar? - le pregunté y el asintió.

—Por supuesto. Está abierto al público, ¿ves? - dijo señalando a varias personas que entraban por una puerta trasera, o delantera, el punto era que estraban al anfiteatro.

—Esto es hermoso - dije en el momento que nos adetramos al lugar.

Era enorme y lleno de sillas. Limpio y vacío parecía un lugar donde se presentarían las mejores orquestas del mundo. Al final de las sillas, se encontraba una tarima, y encima de ella, un piano.

—Ven - le dije a Harry, tomando su mano y arrastrándolo hasta la tarima.

Subimos las pequeñas escaleras de nos separaban del suelo y estábamos en el piso de madera. Mis zapatillas sonaban al chocar con el parqué de la tarima. Me acerqué al piano y me senté. Le hice un espacio a Harry para que se sentara a mi lado.

~Mientras tanto~

Narra Louis:

Hace más de dos horas, que dejé a Paige con Harry, en frente del Starbucks y nada que aparecía, ¿y si les había pasado algo? La angustia me comía vivo.