Capítulo cuarenta y uno

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Capítulo cuarenta y uno:

Narra Harry:

—¡Paige! - gritó nuevamente Vienna. Pero era demasiado tarde. A Paige, ya se la habían llevado.

Corrí hasta que pude. Cuando la camioneta salió de mi alcance, me tiré de rodillas al suelo, con la cabeza gacha. Mi ojos se empezaron a llenar de lágrimas.

—Harry, amigo - me dijo Niall, cuando llegó a mi lado. - la encontraremos, ya verás.

—Eso espero, hermano - le dije yo. Aún con lágrimas en mis ojos.

—Tenemos que movernos - dijo el oficial que venía tras nosotros - no escaparan.

Caminamos de nuevo, con el resto de los policias. Me detuve un segundo porque mi telefono había sonado. Era Zayn.

Harry, estoy siguiendo una camioneta en la que va Liam. Está huyendo. - dijo al momento en que tomé la llamada.

—Zayn, por favor no los pierdas. Paige va con ellos. Se la han llevado.

¿Qué? - exclamó él. Se escuchó que alguien más preguntó "¿Qué", era Claudia, Zayn le dijo a ella: Se han llevado a Paige.

—Por favor, Zayn. ¿Dónde estas? - le pregunté

Estan entrando a una zona del bosque, un poco al este.

—Muy bien. Iré para allá - le dije y corté la llamada.

Me uní a todos y les dije que Zayn tenía el rastro de Liam.

—Iré con Vienna y Louis al hospital - me dijo Luke - tienen que examinarlos. - yo asentí. Vi a Louis, sudando, con cara de dolor, sobre las piernas de Vienna.

—Harry - dijo Vienna - por favor, trae a Paige de vuelta. - su voz era suave, y sus manos se posaban en el cabello de Louis.

—Daría mi vida por ella - le dije a Vienna. Y me dirigí a mi auto.

Narra Paige:

Mi espalda se llenaba de sudor, minuto a minutos. El carro iba a toda velocidad. Y luego de diez o quince minutos, se detuvo. Escuché como las puerta se abrieron y me bajaron. A tientas, supe donde pisar y no caí al suelo.

Me sostuvieron contra algo, supuse que era un arbol. El sudor bajó por mi espalda y la cara se me llenaba de calor. Cuerdas pasaron sobre mí, aprisionando mi manera de respirar. Me quitaron la bolsa de tela de la cabeza. Me costó acostumbrarme a la claridad, y cuando logré ver, me encontré con seis hombre, y Liam.

—Hola Paige - me dijo Liam con una sorisa, tan bien hecha que nadie pensaría que es un psicopata.

—¡Dejame ir, por favor! - le supliqué.

—Quisiera. Realmente quisiera dejarte ir. Pero no puedo.

—¿Por qué me haces esto? - le pregunté.

—¿Nadie entiende el valor del dinero? Hago esto por dinero, niña.

—¿Quieres decir que tu no eres la mente maestra detrás de esto?

—Me gustaría decir que si. Pero no, no soy yo - negó con la cabeza.

—¿Quién es? - quise saber.

—Qué linda eres al querer saber quién es tu directo atacante - se burló, Liam.

—Yo no la estoy atacando - dijo una voz femenina, detrás de mi.

Aquella mujer, llevaba un saco de color piel. Y unos tacos negros. Ignoraba si tenía algo de ropa bajo el saco. Su cabello caía a ambos lados de su rostro. Y sonreía.

Little White LiesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora