Capítulo cuatro

995 39 1
                                    

Capítulo cuatro:

—Es importante que la sepan, y por eso estamos aquí – continuo mi tío Mark.

—Cerramos un negocio, y nuestra empresa será reconocida alrededor de todo el país – dijo con una sonrisa en el rostro. Mi padre y mi tío trabajaban para una empresa de alta costura, dado que era una empresa Londinense, ellos tenían que viajar frecuentemente a Londres. – ahora no tenemos que viajar todas las semanas, porque se abrirá una sede acá, en Cheshire.

—Y lo mejor es que, nosotros seremos los gerentes de tal sede.

Era algo impresionante porque ellos serían los mayores accionistas de la sede aquí en Cheshire. Además no tendrían que viajar tanto como antes.

—Esas son buenas noticias – dije y abracé a mi papá. Mis primos abrazaron a mi tío y luego cambiamos.

—¡Por la nueva sede! ¡Por las buenas noticias! ¡Por Mark y Jim! ¡Por los Millar! – dijo mi tía alzando su copa de vino.

—¡Salud! – dijimos todos al unísono.

Diez de la noche, marcaba el reloj del auto, cuando aparcamos frente de nuestra casa. La cena había sido muy divertida, y además con buenas noticias. Entramos a casa y cada uno fuimos directo a dormir.

—Buenas noches – le dije a mi papá, antes de entrar a mi habitación. Él sonrió en respuesta.

Entre a mi habitación, deje mi bolsa en la peinadora, comencé a quitar mi vestido, entre al baño y me di una rápida ducha. Salí del cuarto de baño y me puse mi pijama, cepillé mi cabello y mis dientes y me puse a dormir, eran las once con cuarenta minutos y al día siguiente tenía que ir al colegio.

Ha pasado una semana desde que comence el nuevo semestre. Ha sido una semana aburrida y extraña. Pero lo divertido venía por venir, pues el siguiente sábado saldría con Vienna y Luke a un club nuevo en Cheshire, nuestros padres nos dejaron y todo el colegio quiere asistir, pero no todos tienen edad, suerte que es un club nocturno joven, las personas de 16 o más edad pueden entrar. Desperté ese viernes, algo tarde para ir al colegio, me había quedado dormida por la noche anterior hablar con Luke y Vienna por Skype.

—¡Tienes 5 minutos para llegar al colegio! – dijo mi papá entrando a mi habitación.

—¡Ya voy! – me levanté de un salto. Tomé los pantalones que había dejado en el suelo, la noche anterior y me los puse.

Busqué una playera simple en mi armario. Cepillé mis dientes y me puse una coleta para arreglar mi cabello. Salí de casa y subí al auto de mi padre, él condujo rápidamente hacia el colegio. Un minuto faltaba para entrar a clases, no llegaría a tiempo. Mi padre aparcó frente a la escuela

—Adiós, nos vemos luego – dije y salí corriendo hacia el edificio.

Corrí por los pasillos, llegué a mi locker y saqué los libros necesarios, cerré el locker de un tiro y seguí corriendo. Llegue al aula de clase y toqué la puerta calmandamente.

—Disculpe profesor, ¿puedo entrar? – pregunté, él asintió y entre al aula.

Esta bien, eso estuvo bien. Pero para mi mala suerte tuve que sentarme junto a Rachel.

—Está ocupado, tarada – dijo al momento que deje caer mis libros sobre el escritorio.

—¿A sí? ¿Por quién? ¿El hombre invisible? – le dije

—Por Harry Styles, tonta – dijo a la defensiva.

—Él no está aquí – me defendí, o más bien, defendí mi asiento.

Little White LiesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora