Capítulo treinta

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Capítulo treinta:

El frío del viento me congeló enseguida. Desperté y noté que la ventana de la habitación estaba abierta. ¿Cómo había llegado a mi cama? me pregunté a mi misma. Luego caí en la realidad de que no estaba en mi habitación. Estaba en una habitación tres veces más grande que la mía. Recordé que había hecho antes de dormir. Y Harry invadió todos mi pensamientos. Estaba en la habitación de Harry. Traté de ponerme de pie para cerrar la ventana, pero tropecé y un grito sordo sonó bajo de mi.

—Lo siento - dije susurrando.

—No te preocupes. No debí dormir junto a la cama - dijo Harry. Su voz sonaba ahogada en sueño y un poco de fatiga por haberlo golpeado. - ¿qué ibas a hacer? - me preguntó. Mientras encendía la luz.

—Iba a cerrar la ventana. Me estoy congelando. - le dije y él se dirigió hacia la ventana y la cerró.

—¿Mejor? - preguntó soriendo. Sus ojos estaban aún dormidos y se cerraban de nada. Su cabello estaba alborotado pero perfecto. Y tan solo dormía con boxers.

—Si, creo - dije y me mordí el labio inferior. Trataba de pedirle que no durmiera en el piso, sino que me abrazara, toda la noche.

—Muy bien. ¿Vas a dormir? - me preguntó - Yo tengo mucho sueño. - asentí. Y apagó la luz y yo me acosté y él se acostó en el piso.

—¿Harry? - susurré. Le preguntaría. 

—¿hm? - dijo con voz ronca. 

—¿Quieres acompañarme? - le pregunté y suspiré - quiero decir, ¿abrazarme? No quiero que duermas allí en el suelo.

—¿Estas segura? - preguntó en la oscuridad. Yo solo veía su silueta.

—Si. Solo vamos a dormir. - le dije y él se subió a la cama.

—¿Tienes mucho frío, pequeña? - me preguntó y yo asentí. 

Realmente, sí, tenía mucho frío. Mis dientes chocaban gracias al clima. Y yo estaba en shorts y una playera un poco más grande que yo. Harry me abrazó de costado y yo recosté mi cabeza en su pecho. Cuando estuve a punto de dormirme, sintiendo su calor, Harry habló:

—¿Paige? - preguntó - ¿sigues despierta? 

—Un poco, sí - respondí sin abrir los ojos.

—Te quiero decir algo importante - me dijo, acariciando mi cabello.

—¿Qué cosa? - abrí los ojos y lo miré a los de él.

—Tú realmente has cambiado mi vida. Y quiero darte las gracias.

—De nada - le dije - tu tambien has cambiado la mía. - besé sus labios.

Él suspiró y luego dijo —Te amo, Paige. - yo lo miré a los ojos y una lágrima cayó por mi mejilla. Yo también amaba a Harry y que él lo haya dicho antes me enloquecia.

—Yo también te amo - lo besé, tan suave y dulce. Luego él se aferró más a mi y dormimos así, abrazados y juntos.

La mañana llegó y desperté. Harry se había ido de la habitación para que yo me vistiera con una ropa que él me había comprado. Y era muy hermosa; unos shorts de flores, con unos Nike beige, blusa blanca y un gorro beige.

Salimos de la casa de Harry, un poco retrasados para el instituto. Habíamos desayunado y tomado todo a la ligera. Llegamos a la clase de quimica, con tres minutos de retraso. Así que no tomamos nuestros puestos habituales. Nos sentamos al final del salón. Louis y Claudia estaban en la misma clase. Luke y Vienna habían sacado química del semestre por artes plasticas.

—¡Styles y Millar! - gritó el profesor por cuarta vez - dejen de besarse. Si vuelvo a llamarles la atención, se irán a detención una semana entera.- dijo y yo le escuché con atención. Mientras que Harry sonreía divertido.

Todo había sido culpa de Harry, porque él trataba de besar mis labios y cuello en medio de la clase, y yo trataba de que no lo hiciera.

Sonó el timbre y todos salimos del aula. Harry tuvo que irse para matemáticas y yo me reuní con Vienna y Luke.

—Hola cariño - dijo Vienna - ¿dónde estuviste anoche? Te llamé a tu casa pero no estabas.

—Me quedé en casa de Harry - dije y ella sonrió - a dormir, no más - dije para que no pensara otra cosa.

—Bueno - dijo - ¿almorzaras con nosotros? - preguntó

—Obvio que sí lo hará - respondió Luke por mi.

—Claro - asentí riendo entre dientes. - Oye, Vienna, ¿tu te enojarías si Louis te roba un beso mañana? - le pregunté

—¿Beso? ¿Por qué Louis me besaría? - preguntó ella.

—Bueno, Louis no me quiere decir quien le gusta, e hicimos un trato, mañana a final de clases, él besará a la chica. Y yo se que eres tú - le dije.

—¿Yo? Paige, está loca. Tú le gustas a Louis, no yo - dijo ella y mis ojos se abrieron como platos.

—Estas equivocada, él te besará a ti - le dije.

Louis no estaba enamorado de mí, sino de Vienna. Lo había notado cuando actuó raro por la relación de Liam y Vienna. Vienna era la chica que le robaba los pensamientos a Louis.

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