Capítulo treinta y cinco

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Capítulo treinta y cinco:

Luke y yo llegamos al instituto y nos apeamos del auto despues que se detuvo. Caminamos dentro, los pasillos estaban llenos a media, pues era hora de almuerzo y ademas era domingo, hoy solo la escuela estaba habitada por los clubes; Las CheerLeaders, Futbol, Teatro, Baile, etc. Llegamos al locker de Vienna que estaba diagonal al baño de damas y junto a él había una ventana que dejaba ver el campo de futbol.

—¿Sabes la combinación? – le pregunté a Luke.

—No – dijo él – pero no puede ser díficil, estamos hablando de Vienna – asentí

—Prueba con su cumpleaños – dije

La contraseña del candado del locker permitía seis digitos. Así que Luke puso su propia fecha de nacimiento. Al primer intento el candado se abrió y pudimos ver el interior de la taquilla.

Vienna era una persona muy ordenada, era algo que tenía en común con su gemelo. Pero su locker no se encontraba arreglado ese día; supusimos que pudo haber sido la policía. Luke ojeó por un minuto el locker de su hermana, antes de tocar algo. Tomó los usuales libros que Vienna guardaba en la taquilla y me los entregó.

—Busca algo entre sus páginas – me ordenó

Yo tomé los cuatro libros y me arrodillé en el suelo, mientras buscaba y rebuscaba. En el primer libro encontré la envoltura de un caramelo. El segundo no tenía nada. En el tercero encontré dos fotografias instantáneas en las que aparecían Vienna y Liam.

—Creo que estas fotografías las tomaron el jueve. – le dije a Luke. Él tomó las pequeñas fotos y suspiró profundamente.

—Si. Vienna tenía esa ropa el jueves. Fueron a Oakley's – me impresionó la habilidad de Luke de saber las cosas. Yo había entrado un par de veces a Oakley's se me hacía imposible recordar sus mesas, color de sus paredes, el mesonero que me había atendido, y si tenía una cabina de fotografía express. Pero Luke parecía haber visitado el lugar un poco más que yo.

—podemos decirle a la policía que interrogue al mesonero que los atendió. Ya hemos hecho la mitad de su trabajo, ¿no? – sugerí

—Si que han de ir – dijo Luke, tomando algo del interior de la taquilla. Cuando lo vi no comprendí.

El trozo de papel era perfectamente rectangular comprendía a una factura de Oakley's del día viernes.

—También fueron el viernes – dijo Luke, y luego me tomó del brazo.

Me jaló por el pasillo, cerrándo de golpe el casillero y pasando el candado. Fuimos en dirección contraria a la que habíamos entrado. Salimos del instituto tropezando con unas cuantas personas que ya habían salido de clases.

—Oye, Paige. – me tomó del brazo Rachel – me han dicho algunas cosas de ti – dijo burlona.

—¿Si? Pues no me interesa. Tengo cosas importantes que hacer – le respondí a la defensiva. Le di la espalda para volver a caminar en sentido contrario a ella.

—Me han dicho que fuiste o eres la novia falsa de Harry – dijo vacilante, ignorando lo que yo había dicho. Me volví hacia ella. - ¿Es verdad? – miró  mi rostro desafiante y yo la miré con enojo.

La última persona que pudo haberse enterado era Rachel, ¿cómo lo supo? Mi ira y dolor eran obvios, así que traté de seguir caminando e ignorar sus palabras.

—Ha sido todo cierto – rió cruel. Sus amigas y la gente que había reunido a escuchar no me permitieron alejarme de ella – Por eso, Harry se acercó a ti. Te paga para que finjas ser su novia. Supongo que ya te has revolcado con él en busca de más dinero – eso me hizo explotar y no callé.

—No soy una cualquiera. Para que sepas, que Harry y yo somos ahora una relación estable. Y empezamos con esto para que él pudiera alejarse de gente como tú, que lo buscan por puro interes – exclamé con ira y su rostro se tensó. Los murmullos de la gente que nos rodeaba se intensificaron.

—Todo es claro ahora. Por eso te ha elegido; antes de chicas hermosas, antes de su ex: Cara, antes de mi. ¿No te has dado cuenta? De que eres un experimento de segundo laboratorio, te usa – dijo y rió entre dientes – cuando se canse de ti y de que le prohibas placeres de la vida, te botará – dijo con ese tono vil que poseía.

—No tengo porqué discutir mi relación contigo, Rachel – dije agotada de sus palabras – eres una envidiosa y siempre lo serás – me giré sin mirar a nadie. Tomé la mano de Luke, como apoyo. Y caminamos hasta su auto.

Apenas el automovil se puso en marcha, mis lágrimas llenas de rabia bajaban por mis mejillas. Odiaba el hecho de que todo el mundo supiera mi secreto con Harry.

—¿Ha sido todo cierto? – me preguntó Luke sin quitar la vista del frente.

—Si – asentí – al principio Harry y yo fingiamos ser novios. Él necesitaba tener una novia porque sus padres lo presionaban para que tuviera una, por lo del modelaje y eso. Pero luego, un día en el hospital, me dijo que dejaramos de fingir, él me quiere. Y disculpa, yo siempre quise decirtelo a ti y a Vienna.

—No te preocupes. Todos tenemos secretos. Y creo que es hora de que te diga mi más grande secreto. – me miró unos segundos, con sus ojos azules y volvió a la vía. Suspiró y dijo:- No soy gay.

—¿Qué? – dije con mis ojos abiertos como platos.

—No lo soy. Bueno, ya no más. Creo que todo eso de que era homosexual era un caparazón. Temor a ser rechazado o que se yo.

—pues, me tomas por sorpresa. Me algre que hayas descubiero quien eres en realidad. Pero ¿cómo supiste que no eras gay? – quise saber

—Emma Jones. Había hablado con ella un par de veces. Asiste a mi clase de teatro. El viernes, yo fui con Louis al partido de futbol y ella, casualmente, estaba a mi lado. Luego del juego la llevé a su casa. Y en la entrada, la besé. Le dije que no era gay y todo eso. – sonrió orgullosamente al decirlo. Pero luego bajo su rostro, apenado – y luego, se llevaron a Vienna, yo no pude estar al tanto de ella esa noche.

—Hey – le interrumpí – me alegras que estes enamorado, eso es realmente genial. Por eso no puedes culparte por lo de Vienna. Ese tipo de cosas uno no se las espera.

Al llegar de nuevo a la comisaría nos apeamos del Tahoe.

Luke exigió hablar con el policía a cargo de la desaparición de Vienna y Louis, quién no tardó mucho en aparecer.

—¿Por qué tanto escandalo? – preguntó el policía

—Debería hacer mejor su trabajo – dijo Luke alterado - ¿había usted revisado el locker escolar de Vienna?

—Mi gente lo ha hecho – se defendió el oficial

—bueno, debería decirles que lo hagan mejor – Luke sacó la factura de Oakley's de su bolsillo – porque he encontrado, bueno hemos – me miró – encontrado esto allí, en su taquilla. Esta factura con estas fotografías.

—¿Y? ¿El punto es? – dijo el policía irritado.

—Las fotos indica que fue tomada en Oakley's el jueves, por la ropa de Vienna. Y la factura es de el viernes, con hora de 22:58.

—Explíquese mejor – dijo una oficial auxiliar.

—Si puedes ver a nombre de quies es la factura, podrán darse cuenta que alguien estuvo con Vienna después de las 20:30 del viernes – intervine yo, explicando mejor las palabras de Luke.

Luke extendió la mano, con la factura en ella. El policía lo miró de mala gana y le quitó la factura.

—Veamos, está a nombre de... - dijo el oficial rodeando sus ojos – Liam Payne - susurró

Little White LiesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora