CAPITULO XIV. Cuando nos pensamos tocar, ¿Qué piensas?...

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- ¿MEL?

- No hay opción, debes hacerlo tú- dije segura.

- ¿Me hablaste de tu?

- Bueno... nos hemos besado, nos hemos bañado, nos damos la comida en la boca, nos hacemos guardia mientras cada uno está en el baño, y ahora... -suspiré de manera más ruidosa que quisiera haberlo hecho- creo que ya estamos en "confianza" o eso creo- rió con una risa queda-

- Tienes razón MEL.- dijo y me atrajo hacia él abrazándome, no sabía que necesitaba tanto ese abrazo, sentirme segura, y allí unida a su pecho definitivamente lo estaba, sabía que él no dejaría que nada me sucediera- puedes mantener los ojos cerrados y concentrarte, mientras más rápido lo hagas, más rápido terminara esto... puedes incluso pensar que es el quien está aquí, ¡digo¡ no me ofenderá que creas que no soy yo quien te toca... bueno para que la situación sea menos incómoda... y que pensando que es tu esposo quien lo hace tal vez ... todo pueda fluir y así no, no sienta que te ultraje, aunque ¿MEL?- dijo separándose un poco de mí- lo haré adorándote como lo mereces, como una mujer completa, como una mujer que puede despertar en un hombre todo, mejor dicho como la mujer que despierta en mí el fuego que me está consumiendo, no puedo ser hipócrita y decirte que no lo voy a disfrutar porque mentiría, y no es lo ideal, he soñado tocarte desde la primera vez que te vi, saberte real en mis manos, pero jamás, jamás, ¿me oyes? Jamás hubiera querido tener que tocarte en estas circunstancias, lo haré con respeto y pido perdón anticipado si la pasión me gana la jugada y hago alguna estupidez- hablaba suave y roncamente, tragaba al terminar cada oración- espero solo lo entiendas, ya corroboraste que no soy de hierro y si lo pudiera ser lo intentaría para no incomodarte, pero las temperaturas a las que me supone tu presencia son arrebatadoras y fundirme es inevitable.

- Shhh, has lo que debas hacer... - pensaba en los preservativos, yo me cuidaba pero no era solo un embarazo que no encajaba con estas circunstancias porque si salía embarazada sería de él, si mi inyección no funcionaba, Dios... sería un hijo de un secuestro y de MARCOS, claro está, y no sonaba bien, pero también era tener sexo con alguien que no sé cómo es su salud y una enfermedad no mejoraba el panorama- yo estoy usando recientemente una inyección como anticonceptivo pero no sé, tal vez deberíamos...

- Shhh, yo cargo condones en mi maleta, ya los habrás visto.- gracias a dios estamos a oscuras, mi cara ardía y debía estar roja, que pena, claro que sabe que los vi-

- MARCOS, es que yo solo...

- Shhh, calma MEL, ese es nuestro secreto, sé que te habrás hecho historias en tu mente, los de mi oficina no son míos, los dejo allí...- se quedó callado, y como dudando, tal vez no sabe a quién meter como responsable.

- Está bien, no pensé mal, solo que eras cuidadoso... -dije sonriendo aprovechando la oscuridad.

- No lo dudes lo soy, aunque últimamente me cuida más MANUELA.- ahora que le pasa me está hablando en sentido figurado, me está diciendo que se masturba, ¡a por Diossss¡.

- MARCOS, no hace falta que me cuentes...

- De MANUELA, pero... oh, ok, MEL crees que te hablo de auto-complacerme, Dios, no MEL, no es que no lo haga, porque si lo requiero desde luego lo hago, no todo el tiempo, tampoco soy un adolescente, pero... MANUELA es mi nana y ama de llaves, y es ella quien mete en todos lados condones y la verdad ya no sé si es por cuidarme o incitar a que los gaste.... Jejeje, creo que esto es incómodo, te estoy confesando que casi no tengo sexo últimamente y que de paso me masturbo, y es que dicho así ahora suena peor, doy gracias porque la jodida luz esté apagada y no puedas verme a la cara.

- Esto es extraño- sonó divertida mi voz- perdona, no me estoy burlando, es solo que... es poco creíble que un hombre como tú, no tenga mucho... bueno que no... Sexo, pues...

Secuestrado DeseoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora