- MEL... no estaba tan sucio... digo no sé, para que no te arranques la piel de tanto tallarte las manos.-perdí la noción del tiempo que tenía pasando el jabón de barra entre mis manos.
- No, no es eso, es solo que estoy distraída, perdón...
- No tengo nada que perdonar, perdóname a mí que no sé porque narices me ha dado por querer hacer chistes de estas incomodidades a las que hemos tenido que someternos estos días.
- Si claro, ¿necesitas ayuda para equilibrarte al caminar?
- No MEL, otra vez Gracias.
- No hay de que -sonreí, y salimos de baño sonriendo entre la pena y el hecho de no saber qué cara poner cuando tras lo ocurrido, nos encontramos a un EFREN con el ceño fruncido y las manos en la cintura, con gesto reprobatorio y no sé porque sentía que mi cara era de culpabilidad.
- No sé qué les pasa a ustedes últimamente, pero no les puedo dejar un momento solos porque abusan, se puede saber ¿qué hacían en el baño?- yo instintivamente comencé a secarme las manos en el pantaloncillo- ¿qué hiciste princesa?, no quiero pensar que... ¿le devuelvas el favor de ayer?
- Basta EFREN, no te permito...
- ¿Tú y cuantos mas no me permiten a mi cosas?, mejor te callas que voy a creer que recibes propina por exigir cosas de las que no estás en condiciones de pedir.- MARCOS se abalanzó para encararlo, casi estaba cerca de EFREN cuando éste solo le empujo y perdió el equilibrio por estar atado aun, y fue a dar lejos, sin poder evitarlo se estrelló contra la pared y luego fue a dar al piso, me vi correr hacia donde había caído MARCOS y se retorcía, no sé si de dolor o haciendo un esfuerzo para levantarse.
- Aléjate princesa- escuche me dijo en tono de advertencia.
- Y ¿si no me alejo qué?, ¿me vas a pegar a mí también? -le grité, con lágrimas en los ojos, mientras ayudaba a mi compañero a sentarse contra la pared para revisar de donde salía la sangre que ya se esparcía por el rostro.
- No le pegue princesa, solo lo empuje, venía a embestirme y me defendí.- dijo calmado con cara inocente.
- Estoy bien MEL; tranquila, ¿sí?- yo asentí enérgicamente.
- ¿Dónde te rompiste?- susurré-
- Es la nariz y tranquila no es nada, alzo la cabeza y parara, ya veraz -tenía su rostro entre mis manos, sus ojos se veían cansado, su ceño marcado, yo estaba temblando, estaba asustada, preocupada, verlo girar y caer me dolió y desespero a la vez- MEL... respira, estoy bien, vamos a estar bien- dijo mientras cerraba los ojos y apretaba los labios conteniendo la rabia-
- ANUEL, llévatelo.- ordenó.
- No. No, nooo, EFREN por favor, nos portaremos bien, no te daremos molestias, solo no te lo lleves, por favor- hable entre hipidos y un llanto que la verdad ya no tenía fuerzas para aguantar.
- Shhh... MEL, promete le calmarás, por favor prométemelo- decía mientras era levantado del suelo y empujado para caminar hacia la puerta y yo asentía en señal de que le prometía calmarme, hasta que ya no lo vi.
- Te odio EFREN, me has quitado todo y por eso te O-D-I-O.- sentía un nudo enorme atravesar mi garganta y dolía, dolía como piedras dentro. Y no quería hablar, no quería verlo, me acosté en el piso de un lado y abrace mis rodillas, estaba agotada, vacía, el solo miraba de pie con las piernas separadas y los brazos cruzados a la altura del pecho, no sé qué miraba o qué expresión tendría en el rostro, porque no levanté la vista, solo quería desaparecer, me sentía tan miserable, sola y preocupada.
¿a dónde se lo llevarían?, o ¿qué le harían?, no podía parar de llorar, no sé cuánto tiempo llevaba llorando pero no había señas de que mi llanto cesara, y pensé en lo que estaba pasando, ¿en JOEL?, en ¿como estábamos ahora?, en su madre que no sé qué tendría que su salud desmejoró, en mi familia, en la familia de él, en ¿cómo estaría papa JOEL preocupado?, en "MARCOS" suspire y comencé a limpiarme las lágrimas con las manos, debía calmarme, se lo había prometido y debía cumplir.
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Secuestrado Deseo
RomanceGanadora del Primer Lugar: Mejores Historias 2020, Categoria: Novela Erotica. Mejor Portada. Mejor personaje Masculino. Cuando crees que estas en el capitulo final de tu historia, un hombre perfecto, el trabajo de tus sueños, una familia que te ado...