Tras la nebulosa que me cubrió, comencé a sentir y escuchar con los ojos cerrados.
- MEL...MEL, despierta por favor- escuchaba que me llamaban pero mis parpados pesaban, por un momento pensé que dormía, y que debía despertar de la pesadilla en la que estaba sumergida, esa en la que EFREN había muerto, esa en la que me sentía miserable.
- Debe darle espacio- hablaba alguien más.
- MEL, mi amor, reacciona, por favor, MEL tú eres fuerte, mírame un momento, por favor, si te dejo salir así, ya no te podre mirar a los ojos, MEL- hablaba desesperado- necesito verte mía aunque sea un instante.
- Señor, dejemos hacer nuestro trabajo, debe ir a que lo chequeen- escuchaba todo lejano, era el SEGAN, su voz era inconfundible, no sé a quién pertenecían las otras voces, logre apretujar los ojos, buscando fuerzas para abrirlos hasta que lo logre, me di cuenta que no era un sueño, porque al mirar a SEGAN volví a sentir que un gran bloque de hormigón apresaba mi pecho, era un dolor que me impedía respirar. Era un dolor luctuoso de muerte, de desasosiego, parece raro sentir que duele menos la muerte de alguien con quien compartirte mucho tiempo, pero hace períodos que no ves, que la muerte de alguien que no conociste por largo tiempo, pero con la que compartiste recientemente.
- Mi amor, gracias a Dios reaccionaste- sus ojos estaban rojos, y tan traslucidos como siempre.
- EFREN- atine a decir y mis lágrimas no se hicieron esperar, a la vez que mi cuerpo se sentía convulso tras sacudirse por el llanto, quería levantarme.
- Calma MEL, quédate así, por favor- me pedía SEGAN tratando de calmarme, mientras pasaba sus manos por mi cabello, pero yo necesitaba al menos sentarme, ya que acostada sentía que no podía respirar. Cuando me senté me abalance hacia él, necesitaba sentirme cobijada y protegida y sus brazos eran lo más parecido a eso que tenía.
Así me quede mientras, un médico me chequeaba, diciendo que solo era el estrés lo que me estaba afectando, porque al parecer físicamente estaba bien. Mi cuerpo lo estaba, pero mi cabeza, quien sabe si volvería a estar bien algún día.
Los funcionarios no paraban de hacernos preguntas, ya había pasado dos horas y estaba agotada, habían insistido en que comiera pero la verdad es que ni agua podía pasar por mi garganta. Buscaba a SEGAN con la mirada, lo habían chequeado ya el equipo médico, y a MARC y a MORELA también, y la última vez que lo vi, estaba hablando con quien dirigió la operación de rescate.
Se me acerco MORELA y nos abrazamos, por un largo rato, habíamos pasado por tanto.
- EFREN...?- me pregunto, con cara de lamento.
- Murió- dije sintiendo como se me cortaba la respiración y nublándoseme otra vez la mirada.
- Debió haber sido terrible- yo solo asentí y limpie la lágrima que salió sin previo aviso.- Donde esta... el señor MAXWELL?
- No lo sé, hace nada me han dejado de preguntar no sé cuántas tonterías, estoy agotada.- mi paciencia estaba al límite.
- Deberías de comer algo, eso ayudaría, agua al menos.- me indico con pena.
- Es que no puedo tragar, la verdad, no es majadería, es solo que...- deje caer mis hombros y MORELA me volvió a abrazar.- necesito buscar a SEGAN.- me levante para preguntar por él, y me indicaron por donde estaba.
Salí a una parte descubierta a la salida del Galpón por donde entramos el primer día, las personas que me encontraba me saludaban con un asentimiento de cabeza, yo caminaba como por inercia, y vi a SEGAN de espalda a mí, con las manos en la cintura, mirando al horizonte, se veía subir y bajar de sus omóplatos, estaba igual que yo tratando de respirar.
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Secuestrado Deseo
RomanceGanadora del Primer Lugar: Mejores Historias 2020, Categoria: Novela Erotica. Mejor Portada. Mejor personaje Masculino. Cuando crees que estas en el capitulo final de tu historia, un hombre perfecto, el trabajo de tus sueños, una familia que te ado...