- E-Eres una chica…
Sus palabras, y la manera en que las pronunció, fueron como una sentencia.
Hinata supo, aun antes de procesar por completo lo que había escuchado, a lo que Naruto se refería: a que por fin había descubierto la verdad.
- P-Por favor… -suplicó ella, sin atreverse a mirarlo-, no te enfades, por favor…
Él no le contestó, solo se mantuvo en silencio algunos segundos más.
Tras unos cuantos instantes más ella por fin se atrevió a mirarlo, temerosa y asustada de su posible reacción. Sentía la ropa húmeda pegada al cuerpo y su corazón aun latía asustado por la experiencia recién vivida. Pero nada la lastimo ni la hizo odiarse tanto como cuando vio la forma en que él la observaba.
Como si esperara despertar de una pesadilla en cualquier momento, como si no terminara de creer lo que sus propios ojos estaban viendo.
Como si estuviera… herido.
Realmente herido.
- Eres una chica -esta vez lucía más seguro, como si el peso de esa afirmación comenzará por fin a caerle encima junto a las decenas de mentiras que aquello involucraba.
De pronto ya no lucía tan herido, sino que, todo lo contrario.
Se veía furioso.
- N-Naruto, por favor… -sin pensarlo se puso de pie, queriendo alcanzarlo. Él reaccionó alejándose de ella, con demasiada prisa, como si el que ella pudiera tocarlo pudiera provocarle la muerte.
- No te acerques a mí -ordenó con seriedad.
- ¡Naruto, por favor solo…!
- ¡¡ALEJATE DE MI!!
Su grito la hizo encogerse provocando que, de pronto, dejara de sentirse segura.
El valor que esa noche la había llevado hasta allí, la abandonó de golpe. Estaba asustada, asustada de sus propias elecciones y la forma en que habían generado toda esa situación, la forma en que habían generado que el chico que le gustara se encontrara allí, frente a ella, mirándola como si fuese una embustera. Parecía que no hacía más que arruinar las cosas.
Ella quería hablar, explicarle cada una de los pensamientos que atravesaban su mente: pedirle que la disculpara, decirle que no había sido su intención engañarlo tanto tiempo, que nunca lo había querido, que solo había sido la situación la que la había llevado hasta allí, que realmente ni ella sabía cómo había pasado todo. Pero no era capaz de formular si quiera una palabra, el nudo en su garganta se lo impedía. Por primera vez en mucho tiempo Hinata deseó volver a ser esa niña pequeña de antaño que lloraba con cosas simples.
De un segundo a otro las lágrimas saltaron de sus ojos, mientras que el nudo en su garganta por fin se deshacía. Las pocas experiencias vividas dentro de los últimos minutos se acumularon hasta desbordarse en su interior y, a consecuencia de eso, el llanto no tardó en surgir.
Llanto por todo y nada. Por casi ahogarse, por estar empapada, por la manera en que Naruto la observaba en ese momento, por las duras palabras de su madre hacia una hora y por sentir que estaba cometiendo un error tras otro sin saber cómo detenerse.
Casi como si volviera a ser una niña pequeña, ella solo quería un fuerte abrazo; volver a sentirse segura entre los brazos de alguien, acompañada y amada; o que alguien le dijera que todo estaría bien, que solucionarían las cosas de la forma que fuera y que todo sería como antes.
No obtuvo nada de eso. Sin embargo, aquello pareció conseguir que el chico abandonara su ira, reemplazando la mirada de furia en su rostro por una de lastima.
![](https://img.wattpad.com/cover/173252849-288-k55538.jpg)
ESTÁS LEYENDO
¡Qué soy una chica!
RomanceA Hinata Hyuuga jamás le ha molestado ser confundida con un chico. Aunque deba escondérselo a su familia, se meta en problemas con sus amigos y se gane una que otra mirada reprobatoria la verdad es que no puede negar lo que es: una chica tomboy. Y l...