Notas:
¡¡Y tenemos epilogo!! Lamento la demora xD.
Naruto Namikaze solo pudo sonreír mientras observaba la lluvia caer desde el cielo.
Amaba sus tranquilos días de universidad, aunque olvidara con frecuencia su paraguas cada vez que había una tormenta.
- ¡Namikaze, hasta mañana! -un chico paso a su lado corriendo, haciéndole una seña con la mano a modo de despedida. Él alzó su mano para responder, aunque su amigo ya estuviera corriendo por la calle escapando así de la lluvia.
No pudo evitar suspirar ante eso, sintiéndose algo desolado. Antes de la universidad solía caminar cada día con Sasuke a casa, charlando de las cosas cotidianas en sus vidas, pero ahora eso era casi imposible. Su mejor amigo había ingresado en otra universidad, con clases en distinto horario, por lo que ahora incluso en casa era difícil que se pudieran encontrar.
Esa era una de las tantas desventajas de crecer que Naruto había comenzado a notar en el último tiempo. Sin embargo, no todo era malo, había muchas más cosas positivas en su vida.
Específicamente, y tal vez la mejor de todas, era el motivo por el cual Naruto solía dejar su paraguas en casa, cada día de lluvia.
- ¡Naruto!
- Ah, Hinata -una sonrisa aún más grande se dibujó en su rostro al oír su voz. Giró a tiempo para recibirla entre sus brazos, alzándola así en el aire.
¡Dos semanas sin verse había sido una eternidad!
Ella río y tras unos segundos buscó sus labios, cosa que él le facilitó con alegría. No había cosa más explosiva que sus labios… y aquel era un pensamiento que mantenía desde que se hubieran dado su primer beso, años atrás.
- ¿Cómo has estado? -preguntó ella, al separarse algunos segundos después.
- Bien, hasta que ha comenzado la lluvia -contestó sincero, observando las gotas de agua caer desde el cielo-. Lamentablemente he olvidado mi paraguas… de nuevo.
- Sí. Qué suerte que he decidido venir hasta aquí y salvarte -ella sonrió divertida. Naruto hizo lo mismo.
- Mi heroína. Gracias por rescatarme.
- Creo que he tomado la costumbre -declaró la chica-. Los días en que se anuncia lluvia me aseguro de empacar mi paraguas de antemano por si recibo un mensaje de tu parte.
- Bueno, los días en que se anuncia lluvia yo me aseguro de olvidar mi paraguas -alzó sus cejas con la intención de hacerla reír.
Felizmente lo logró, cosa que lo hizo sonreír a él también.
Naruto no sabría decir en qué momento exacto Hinata y él comenzaron a salir.
De lo que si estaba seguro es que había sido en un periodo entre los exámenes de ingreso a la universidad y las vacaciones de verano de su último año de preparatoria. Entre las sesiones de estudio que ambos tenían, las horas sin dormir, el café y el exceso de azúcar, en algún momento de eso y Naruto no lo podía recordar con exactitud, el tema del beso en la fiesta de Sakura del año anterior había surgido. Y luego de algunas risas incomodas, un par de bromas y empujones, ambos habían acabado en el suelo, a milímetros de distancia.
“¿Y por qué no me besas ahora?” -había sido la pregunta de Naruto en el momento, sintiendo su corazón latir con violencia. Tras eso tanto el cielo como la tierra se habían movido a su alrededor.
Luego de aquel evento habían mantenido todo eso oculto el mayor tiempo posible: en parte porque deseaban evitar las emociones fuertes hasta ingresar a la universidad; en parte porque no estaban seguro de que lo que había sucedido esa noche fuera real. Sin embargo, para sus amigos había resultado obvio que algo se traían y, tras varios días de confusión, se habían visto obligados a definir su relación.
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¡Qué soy una chica!
RomanceA Hinata Hyuuga jamás le ha molestado ser confundida con un chico. Aunque deba escondérselo a su familia, se meta en problemas con sus amigos y se gane una que otra mirada reprobatoria la verdad es que no puede negar lo que es: una chica tomboy. Y l...