Capítulo 5: Los cinco diamantes.

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Esta noche mis palabras fueron mucho más cortas ante la multitud de personas que me felicitaban y agradecían mi regreso al mundo del cual no debí haber salido. Todos muestran sus enormes y majestuosas alas con orgullo, luego de el ritual dejaron de ocultar esa extremidad. Snalyndae me contó que el ocultarlos después del ritual es considerado una falta de respeto, ya que en estos momentos ha brotado una extremidad que se mantenía oculta y por respeto a eso cada invitado debe mantener a la vista sus par de alas al igual que yo. Después de todo, no es como si realmente supiera ocultar el par de alas que me han brotado de la espalada. Apenas he supe de su existencia, el volar y ocultarlas será mucho más difícil.

Mi mente aún trata de asimilar lo nuevo que ha ocurrido. La vida a la que estaba acostumbrada había cambiado, ahora no hay duda de lo que soy. Las alas que yacen sobre mi espalda no hacen más que confirmar lo que me han dicho; soy un hada y princesa de Faerie.

Abrumada por todo, avanzó hacia una de las mesas que se encontraba repleta de comida, postres y bebidas. El banquete no hace más que recordarme a aquella historia llamada Alicia en el país de las maravillas.
Mi estómago ruge en respuesta a la comida que está frente a mis ojos, mi mano intenta tomar aunque sea un emparedado pero me detengo en seco ante la idea de que si como algo de este mundo, posiblemente me haga quedarme para siempre. Justo como en aquellos mitos que he leído en libros.

一La carne de venado te gustará.一 la voz chillona de una chica me causa un pequeño respingo. Cayendo mi mirada sobre una joven de aproximadamente mi edad, su vestido verde limón encaja a la perfección con su tez blancusca, su cabello color zanahoria esta sujetado por una coleta alta que saca a relucír su larga cabellera. Sus ojos son como el cielo y por detrás de su espalda yacen un par de alas de color café. Sin duda alguna es una chica hermosa

一De venado?一 inquirí aún atónita por su belleza.

一Sí! yo misma lo cazé.一 me dice mostrándose orgullosa de ello. Ahora que está a mi costado me doy cuenta de que es un poco mucho más alta que yo.

一Creí que las hadas no dañaban a los animales.一 comenté con desdén.

一Tenemos que alimentarnos.一 explica encogiendose de hombros y una sonrisa se forma sobre la comisura de sus labios.

一Tienes razón.一 espetó tomando un tenedor. Decidida a llevarme un trozo de carne a mi boca, y dejo que el sabor inunda mi paladar.

一Le gusto?一 me pregunta con genuina curiosidad. Su mirada busca alguna expresión que le dé respuesta alguna a su pregunta.

一Sí. Esta delicioso.一 respondo una vez terminado de masticar.

一Me alegro.一 muestra una sonrisa, 一hay! dónde quedaron mis modales?一 se dice regañandoce a si misma. 一me presentó. Mi nombre es Andrea Jones.一 hace una reverencia

一No te preocupes. El que las personas se comporten formalmente me hace sentir incómoda, aún no me acostumbró a ello.一 digo en una sonrisa.

一Ah!一 exclama repentinamente provocándome un ligero brinco. 一perdí a mi hermano!一 luce aterrada, 一lo siento me tengo que ir.一 dice y noto el como la vergüenza se instala en sus mejillas.

一Esta bien.一 dije, y ésta se retira a toda prisa, mientras que yo me quedo divertida con el hecho de que perdiera a su hermano, que supongo ha de ser un niño ya que lucía aterrada.

Mis manos toman de una copa ya que mi garganta de sentía extremadamente seca y el sabor de la carne sólo hizo que mi sed incrementará.
Dejo que el líquido pase por mi garganta, llegando a mi paladar el sabor amargo y dulce <<¿ha caso esto es vino?>>
Lo fuera o no, queda claro que no me importó, ya que no estaba lo suficientemente fuerte como para embriagarme, además de que tal parece que todas las copas de aquí tienen vino.



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