Capítulo 7: El pueblo de Faerie.

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En medio de todo el caos, aquéllas cinco chicas se adentráron al bosque. Dándose así por muertas. Ya no había trono ni rey alguno.

En el fondo de el bosque las princesas construyeron una cabaña, convirtiéndose así, en su nuevo hogar.
Tal vez no habían conseguido su libertad de la mejor manera, el dolor que causó la perdedida de sus padres, abuelos y tíos, abría paso a la culpabilidad y cuestionamientos de la repentina tragedia ocurrida. Para Ross fue más doloroso el hecho de perder a su hermana; era justo como perder su otra mitad. Sintiéndose incompleta.

Aún con todo eso, buscaron la forma de salir adelante. Juntas.

Muy por el contrario de Nelie, Solar y Sunhlie, Anne aún no podía controlar el mismo elemento que su hermana; el agua. Mientras que Ross aún no poseía un elemento, a pesar de que ya tuviera la mayoria de edad.

Anne había comenzado a sentírse menos, pues siempre se sintio oculta tras la sombra de su hermana Sunhlie, la cuál, era buena en todo. Habiendo ganado alagos por parte de sus padres, y eso, la había hecho sentirse de lado.
El coraje por no poder manejar su elemento al igual que su hermana comenzó a sacar lo peor de ella.

Las discusiones entre hermanas no se hicieron esperar. Luego de que por poco Anne dañara a Ross y Solar por accidente. Anne comenzó a reclamarle por haber sido siempre la atención de sus padres. Dándose aquella pelea en medio de un lago el cuál comenzó a congelarse. Sunhlie al notar lo que provenía de su hermana, intento acercarse a ella. Pero ésta dío un paso hacía atrás, lanzando accidentalmente un hielo filoso que ponía en peligro a su hermana y a Ross quién rápidamente halo a Sunhlie, en un intento por salvarla de aquel peligroso hielo. Alzando por instinto sú mano a manera de defensa; proveniendo de ésta un fuego que derritío por completo aquél hielo.

Llegando el pánico en Anne, pues estuvo a casi nada de matarlas. Sintiéndose una amenaza salió corriendo, congelando todo a su paso.
El resto de las princesas preocupadas, corren tras ella en medio de el bosque sirviendo como guía el rastro de todo lo que congelava.

Todo el hielo que había esparcido en el camino, comenzó a cubrir a todo Faerie.
Desesperadas, la buscaron por todo el bosque.

Después de un cierto tiempo de búsqueda Ross miró entre los árboles frondosos a una mujer encapuchada. La princesa que manejaba el fuego se acercó a la mujer con el fin de buscar información sobre el paradero de Anne.
Y la mujer alzó su mirada para acto seguido retirar de la capucha que cubría su cabeza y rostro. Llevandose Ross la sorpresa de su vida, pues aquella mujer resultó ser Bell.

Ross sé lleno de felicidad, pues sú hermana se encontraba viva.





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A la mañana siguiente tenia que prepararme para ir al pueblo de Faerie tal y como lo había acordado Dyllianae. Saliendo ambas del castillo luego de haber esperado un carruaje que era jalado por pegasos y cuatro guardias, que nos acompañarían en nuestro recorrido por el pueblo.

Cada cosa de Faerie terminaba asombrandome. La vista es hermosa. Desde lo alto se podían apreciar los extraños paisajes verdes y lagos congelados. Aún me cuesta creer que un mundo así esté pasando por una dura situación a falta de los cuatro diamantes elementales. Estos no solo otorgan poder al que gobierne, también traen buenas cosechas.

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