FAERIE

Capítulo 14: Manchas de sangre.

Los ojos verdes de Rossbell se iluminaron de un brillo que daba a expresar toda su furia. La alabarda que sostiene se mantiene firme ante la brúja que comienza a reír como si le hubiesen contado el mejor chiste de la historia.
Su apariencia poco favorable, no hace más que causar terror en los niños. Su cabello maltratado cubre un poco de su rostro, y uñas largas y mugrientas parecen estar listas para atrapar a su próxima presa.

La mujer de sucio aspecto da unos cuantos pasos. Trayendo consigo un terrible hedor nauseabundo que te hace querer vomitar. 一no tienes porque protegerlos, después de todo son huérfanos.一 le dice la brúja sin parar de reír para después intentar llegar hacía los niños a una velocidad abrumadora. Para su mala suerte, Rossbell se lo impidió justo a tiempo. Empujandola con la ayuda de su alabarda, haciendo que la brúja cayera sobre el suelo pedregoso.

La pelirroja se mantiene firme ante la mujer que se reincorpora, no hay ni una pizca de vacilación en su rostro. El coraje no hace más que sacar aquel lado valiente y seguro de la chica, qué está preparada para cualquier posible ataque de la brúja. Sus uñas mugrosas aumentan su volumen, volviéndose ahora unas garras filosas que amenazan con desgarrar todo lo que toquen. La amenaza es eminente en el rostro y mirada oscura de la mujer, pero Rossbell no se deja amedrentar. Unos segundos transcurren para que la brúja comience a atacar a la pelirroja.

Propiciándole unos ligeros arañazos.

La chica en un intento por alejarse de la amenaza de sus garras, cae de espaldas sobre las piedras. Su alabarda logra retener aunque sea un poco a la brúja que está sobre ella. A oídos de la chica llegan los gritos de los niños, y eso, hace que actúe de manera inmediata. Haciendo uso de su fuerza para terminar empujando a la brúja.

一Vayanse!一 les grita Rossbell a las mujeres y niños. Tere no muy convencida con lo que la pelirroja ordenó, deja salir de entre sus omoplatos un par de alas color café para emprender el vuelo seguida por los niños quienes no dejan de gritar y llorar ante la situación.

La brúja intenta ir tras Tere y los niños pero nuevamente Rossbell se lo impide al halar de su maraña de cabello, provocando que la mujer vuelva a hacer uso de sus garras. La pelirroja logra esquivar cada uno de sus ataques para luego dar una estocada con la alabarda que hace a la brúja retroceder unos cuantos pasos seguido de una mueca de dolor. La sangre comienza a emanar de su brazo derecho y en su expresión hay un astibo de temor.

Sin pensarlo mucho, la de cabellos rojos despliega su par de alas de manera mágica y salvaje. Los orificios de la armadura dejan que sus alas blancas se extiendan con naturalidad; son enormes y fuertes, cada pluma parece ser sombríada de un tono oscuro que te hace dudar de si estas frente a un ser de luz o oscuridad. Frente a ella, está la mujer de maraña sucia que la mira con temor trayendole oleadas casi enfermizas a Rossbell. Algo oscuro parece haberse accionado en su interior, algo maligno dentro de ella parece haber tomado el control absoluto de sus extrimidades. Sus manos aprieran de la alabarda platinada, sus ojos en lugar de oscurecerse se volvieron aún más vivos en tonalidades grisaceas y doradas.

La brúja a pesar del temor que le causa la chica esta dispuesta a ir por ella con sus garras listas para desgarrarla. Pero aquel cometido se vio interrumpido trás la pelirroja quién tomó impulso con ayuda de sus alas; atacando directamente a la brúja con su alabarda que logra atravesar el estómago de la mujer de cabellos sucios. Un grito despavorido, inunda el área y un líquido camersí comienza a salir a borbotones de entre el estómago y boca de la brúja quién al momento de escupir, salpica la armadura de la joven que había logrado quitarle la vida.

La alabarda no hace más que salir de manera brusca de entre la mujer y sus ojos oscuros pierden la vida. Cayendo sin más, su cuerpo inerte sobre el suelo rocoso.