FAERIE

Capítulo 32: El pasado de Lawliet.

LAWLIET

Cuando tenía diecisiete años la tropa que lideraba mi padre había llegado a las puertas de mi casa sólo para entregarme el cuerpo inerte de mi padre. El recuerdo de aquella sensación dolorosa en mi pecho me deja sin aliento. Me había vuelto en un completo huérfano.

一Lo lamento.一 dijo el guardía quien era el segundo al mando después de papá. Ahora con su muerte, el señor Robert pasaría a ser el general. Su mano áspera cae sobre mi hombro en un acto que pretende ser consolador pero nada de esto ayudó con el dolor que sentía al sostener el cuerpo del hombre que me crío, quien era mi admiración y ejemplo a seguir; él se había ido y me había dejado a la deriva.

Las lágrimas inundaron mis ojos sin consuelo alguno, sintiendo Robert la necesidad de decirme las típicas palabras que te dan al perder a alguien: 一debes ser fuerte.

Cómo si eso fuese tan sencillo.
La verdad es que cuando pierdes alguién, palabras cómo esas no ayudan en nada. Porqué el perder a alguién es tan doloroso que la fuerza es lo menos importante. En esos momentos lo único que quieres es llorar. No obtener fuerza. Quieres derrumbarte hasta que no quedé más remedio que juntar los pequeños trozos uno por uno.

La culpabilidad no se hizo esperar para atacarme la consciencia. Si tan sólo hubiese estado ahí, si le hubiera insistido más tal vez hubiera sedido, tal vez no hubiese ocurrido esto. Y él posiblemente estaría con vida, pero yo había decidido obedecer a mi padre, quien me había pedido quedarme con mamá Tere para cuidar de ella y de los niños. 一Ya que en aquel entonces el antiguo orfanato se encontraba alejado del pueblo. Pero nada a comparación con nuestra pequeña casa, que se encontraba en medio del bosque que pocos se atrevían a cruzar por miedo a que el rumor de seres oscuros habitando aquel bosque fueran ciertos. Mientras que para mi y mí padre era cómodo vivir en aquel pequeño lugar tranquilo y solitario一.

<<"一Hoy habrá una fiesta en celebración al nacimiento de nuestra  princesa.一 informó mi padre en una ligera sonrisa mientras disfrutábamos de la deliciosa comida que había preparado mamá Tere. 一por lo que me encargaré de la seguridad.

一Papá puedo acompañarte?一 le pregunté dejando los cubiertos sobre la mesa. Si bien a penas y era un novato pero quería acompañarle para poderle demostrar mi mejora en batalla. Tal vez así lograría hacerlo sentir orgulloso. Así cómo yo lo estoy de él.

一No.一 respondió levantándose de la mesa y yo lo miro inconforme con la idea de sólo quedarme. 一mejor quédate a cuidar de Teresa y los niños.一 ordenó, y yo hago los ojos en blanco, asintiendo muy a mi pesar">>.

一Lawliet a partir de ahora eres mi hijo, por lo qué te irás a vivir conmigo cómo tal.一 me dijo mamá Tere con toda la gentileza del mundo. Si bien, ella no es mi madre de sangre pero me ha visto crecer.

Luego de que mi madre muriera al darme a luz, Teresa se encargó de ser esa figura maternal, me ha tratado cómo un hijo. Mientras que de mi madre no tengo ninguna imagen en mi cabeza, ya que nunca llegue a ver ni un sólo retrató de ella pues mi padre había quemado todo retrató por qué le era doloroso recordarla de esa manera; verla y no poder siquiera tocarla.

Conformandóme sólo con las descripciónes que me daba mi ya difunto padre de ella. Quién era una mujer fuerte y hogareña.

一Lawliet.一 el llamado de Elizabeth me saca de mis cavilaciones y sus brazos no tardan en envolverme en un cálido y reconfortante abrazo. 一lo siento.一 me dice con la voz algo rota y casi inaudible.

Elizabeth y yo nos conocemos desde que éramos pequeños, ella era una huérfana por lo que vivía bajo el cuidado de mamá Tere, por lo que nos veíamos a diario; convirtiéndonos en buenos amigos.