Capítulo 21: Secretos.

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El diamante del elemento tierra, está bajo mi resguardo. Ahora sólo era cuestión de ir por los cuatro restantes.

Con un silbido Andrew llamó a los pegasos los cuales en unos minutos llegaron obedientemente. Subiéndonos cada uno a su respectivo pegaso para así elevarnos en los cielos. Estando a casi nada de encontrarnos con los demás gigantes, que sólo se quedaron viendo el cómo nos ocultabamos entre las nubes.

Mi mirada se posa hacia abajo. Capturando mi atención uno de los gigantes, que al momento de ver que lo observo; da un inclinamiento de cabeza, y el resto hace le sigue.

一¿Qué fue eso?一 pregunté asombrada y algo desconsertada.

一Es porqué los has liberado del infierno en el que vivían.一 explicó Andrea con una sonrisa de oreja a oreja. 一ahora están bajo tu mando.

一Eh?一 mis ojos caen sobre ella en manera de confusión.

一Acabas de conquistar a los gigantes.一 explicó, y unos ligeros cabellos color naranja revolotean sobre rostro a causa de el incesante viento.

Sabía que aquellos seres 一portadores de los diamantes一 se vuelven líderes de los grupos de su especie. Siendo el resto una especie de esclavos que son gobernados por el temor que le tienen al portador del diamante.

一Tal vez quisiste decir conquistamos.一 hago énfasis y mi vista pasa por cada uno de ellos. 一ya que no lo hice sola.一 agregó con voz suave.

La chica a mi lado da una sonrisa que deja a la vista toda su dentadura. 一no digas eso. Haces que me emocione al escucharlo!一 la voz chillona de Andrea hace que su hermano rodara los ojos. 一oye.一 su voz ahora cambia a una seria. 一¿cómo es que llegó a ti la idea de hacer crecer la piedra con la pocima?一 preguntó y la mirada curiosa de todos cae sobre mí, en espera de una respuesta.

Permanezco unos instantes en silencio e intento ignorar la mirada que me ofrecen. 一sólo lo supuse por el simple hecho del musgo.一 digo, y la curiosidad previa abre paso a un destello de confusión. Así que me precipito a continuar. 一verás, la soga de árbol andante se encontraba cubierta de musgo al igual que las raíces y ramas de los mismos árboles. Así que pensé que era un punto a considerar. Lo que me llevo a la idea de que probablemente las piedras cubiertas de musgo, tendrían la misma reacción que la soga. Supongo que la pocima tiene una reacción al musgo y no a la soga en si.

一Buen descubrimiento.一 me dice Andrea, levantando el pulgar. Yo le respondo de igual manera y una pequeña sonrisa se forma sobre la comisura de mis labios.

一Aún así, no puedo evitar sentirme mal por el gigante.一 habla Lawliet que niega para si mismo y una atisbo de burla comienza a cubrir de sus delicadas facciones. 一eso, debió haberle dolerlé cómo el infierno.一 dice el chico que reprime una risotada. 一y así es cómo están en peligro de extinción.一 bromeó, y una pequeña sonrisa se formó en todos a excepción de Andrea que suelta una escandalosa carcajada.



Los pegasos se notaban cada vez más agotados, por lo que tomamos la desición de bajar a tierra. Con el fin de nosotros también tomar un descanso.

一Auch!一 exclamó Andrea ante los leves masajes que le ofrece Andrew a su brazo izquierdo. Según su hermano sólo se deslocó el hombro.

Yo por mi parte, avanzo en dirección a una de las rocas, con el fin de tomar asiento. Para comenzar a cambiar el vendaje que envuelve la palma de mi mano. Una mueca de dolor se instala en mi rostro al momento de retirar con sumo cuidado la tela que envolvía de mi mano, la cual, había sangrado un poco a causa de los movimientos bruscos al momento de sostener la soga con la que intentamos reprimir al gigante.

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