Capítulo 34: Más allá que una promesa.

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Las horas pasaron y el sol salía mostrando sobre el agua cristalina sus primeros rayos que se escabullian entre las cortinas.

Muy a mi pesar me levanto de la cama, y me encamino a el espejo, sólo para admirar mi aspecto lamentable. Los rizos de mi cabello se encontraban enmarañados, mientras que mis ojos se asemejaban a las de un oso panda.

Un suspiro cansino sale de entre mie labios a medida que me digo a mi misma que no puedo estar así, que debo tranquilizarme y pensar con la cabeza fría. Con esto en mente, cambio mi pijama por unos pantalones azul marino, una camiseta blanca de olanes y un par de botas oscuras. Dispuesta a salir del camarote pues no puedo pasarme el resto del viaje encerrada con mi resentimiento.

El que me hayan ocultado algo tan importante, me hizo sentir de cierta manera traicionada ya que tanto ellos cómo las reinas de las estaciones y el hechicero, prefieron guardar la discreción. Y esto aclaraba mi duda del porqué nunca mostraron interés de mi vida como humana, puesto que ya lo sabían, todo este tiempo había sido vigilada.

El coraje y remordimiento me habían cegado por completo, dejándome llevar sólo por mis impulsos. Y ahora que estoy mucho más tranquila reconozco mi comportamiento inmaduro, lo único que había hecho fue reprocharles. Cerrando así toda posibilidad de escucharlos.

Al salir del camarote la luz cegadora me golpea, cómo si fuese un animal saliendo de su cueva. El sonido del agua moverse a nuestro alrededor no hace más que recordarme lo sucedido, y hago lo posible por alejar los recuerdos de mi mente. Viajando mi mirada por el área que se encuentra repleto de hombres quienes se mueven de un lado a otro ante las órdenes de su capitán.

Y por este preciso instante vacilo de mi seguridad por avanzar. Aún nadie se da cuenta de mi presencia por lo que entrar inmediatamente al camarote no me parece una idea tan descabellada, pero sí una muy cobarde. No puedo huir de lo que ya ocurrió y mucho menos de lo que sea que vaya a ocurrir. Y con esto en mente, me armó de valor para avanzar, sonando las botas sobre la madera con cada paso que doy. Ganando alguna que otra mirada curiosa a medida que avanzó.

Mis ojos barren la estancia en busca de alguno de los tres, pero no los veo por ningún lado y eso me hace estar un poco más tranquila ya que si me encuentro con alguno de ellos no podré verles a la cara sin sentirme cómo una chiquilla malcríada.

El sonido de las aves sobre el cielo azul me hace saber que falta poco para llegar a tierra y eso me hace sentir de cierta manera liberada de la razón de mis recuerdos, que no han dejado mi cabeza en paz. El miedo se había ido y en su lugar me había dejado fragmentos dolorosos de los cuáles espero superar pronto.

一Es un hermoso día.一 la voz rasposa a mis espaldas hace que giré sobre mis talones, sólo para encontrarme con la imagen de el capitán que maneja de el timón con experiencia. Formándose sobre las comisuras de mis labios una ligera sonrisa, pues hablar con alguién me vendría bien en estos momentos, y que mejor que charlar con alguién cómo él, cuya mirada color azul parece haber pasado por tantas experiencias. 一sí sigues viviendo en el pasado no podrás vivir el presente.一 recitó y yo frunzo el entrecejo a medida que avanzó a su dirección para poderle escuchar mejor. 一¿sabe a lo que me refiero?一 pregunta con aire tranquilo.

一¿Quiere decir que olvidé lo que ocurrió hace doce años?一 muestro cierta indignación en mis palabras a medida que me cruzó de brazos.

El hombre de estatura promedio y cabello arenoso niega con la cabeza seguido de una ligera sonrisa. 一el vivir y olvidar es muy diferente. Nadie puede olvidar algo por más que quisiese, pero si puede aprender a vivir con ello. Porqué es parte de nuestra vida, se ha vuelto parte de lo que nosotros pero eso no quiere decir que somos manejados por nuestro pasado. Pues cada día hay un cambio, cada día aprendemos algo a nuestro propio ritmo. Así que no se juzgue tanto por algo que ya no es. Y tampoco los juzgue a ellos, sus razones habrán tenido cómo para no contarle lo que paso.一 sus ojos me miran con simpatía y yo no digo nada puesto que tiene razón. 一¿cree que ellos están con usted por sólo la obligación que tienen hacia la corona?一 pregunta con amabilidad y yo lo miro por el rabillo del ojo.

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