La siguiente encapuchada era pelirroja con ojos marrones.
—Hola, yo soy Rose Jane Weasley y...
—Nombre completo, primita –dijo Albus mirando con burla a su prima y mejor amiga.
—Te odio –le respondió esta–. Mi nombre es Rosebud Jane Weasley Granger pero quien me llame Rosebud tendrán un pase directo a Sant Mungo y yo a Azcaban.
La chica se giró para mirar a su abuela Molly.
—Por Favor, abuela. No dejes que me pongan Rosebud, Rose a secas.
—A mí me gusta –su abuela se encogió de hombros.
—Sigue, cariño. No vas a conseguir nada –Hermione se cruzó de brazos.
—Jopeta. Pues sigo. Mis padres son Hermione y Ronald Weasley...
—Princesa, no me llames Ronald. No me gusta –le dijo su padre.
—Pues no haberme puesto Rosebud, ahora te fastidias. Mis padrinos son mí tío Harry y mi tía Ginny. Tengo 15 años y estoy en mi quinto año en Hogwarts. Voy a Gryffindor –la casa aplaudió como ya era una costumbre–. Soy prefecta.
—¡Prefecta perfecta!
—Juego a Quiddich como cazadora –los aficionados del deporte aplaudieron–. Cuando alga de Hogwarts me gustaría ser Medimaga. Y por último soy parte del Trío de Oro 2.0.
—También tiene novio –dijo un encapuchado.
—Si, para mi desgracia... –murmuró Ron tan flojo que nadie lo escuchó.
Rose se bajó de su tarima y puso su recuerdo.
RECUERDO
El recuerdo comienza con una Rose de 10 años que tenía cogido de la mano a un niño de rostro borroso.
—Si pasa algo, lo que sea me llamas al teléfono –dijo Hermione mientras se colgaba un bolso al hombro y miraba con preocupación a su hija–. Y...
—Ya, mama. Estás hablando conmigo, no con James. P uedo cuidar de mi hermano un día. Iros tranquilos –le dijo Rose para que su madre se tranquilizara.
Hermione miro a su hija para después darle un beso en la mejilla a ella y a si hijo pequeño.
Después de despedirse los dos padres salieron de casa dejando a los niños solos.
Rose cogió la mano de su hermano y lo guió hasta su habitación para que el niño pudiera dormir.
Al llegar Rose acomodó a su hermano en su cama, le dio un beso en la frente y le susurro:
–Buenas noches. Te quiero, Hugo.
Y se encaminaba hacia la salida de la habitación cuando el niño la llamó.
–Rose. ¿Me podrías contar un cuento para dormir?
Eso hizo sonreír a su hermana.
–Por supuesto, enanito –le dijo de forma cariñosa–. ¿Que cuento quieres? ¿"El Mago y el Cazo Saltarín"? ¿"Babbitty Rabbitty y su Cepa Carcagente"? O prefieres cuentos muggles. ¿"Cenicienta"? ¿Los tres...
Pero no término de decir el título del siguiente cuento porque su hermano la interrumpió:
—¡Quiero que te lo inventes tú! –Gritó lleno de alegría por su buenísima idea.
Rose se puso pensativa. ¿Que le contaba ella ahora? Hasta que se le ocurrió una idea.
—Avia una vez... Una chica de padres muggles. Ella era Morena, con unos rizos indomables y dientes de castor. Un dia, apareció en su casa una señora con una vestimenta bastante rara según la niña y sus padre. La bruja al llegar le tensión una carta y le dijo:
«—Señorita. Usted es una bruja.
El niño, que escuchaba la historia atentamente sonrió al saber de que su hermana le estaba contando la historia de su madre.
—La niña al principio tomó como ofensa que le llamase bruja pero se fue rápidamente cuando la señora explicó que ella también lo era y que la carta que llevaba con ella era para la niña. La Carta decia que estaba admitida en un colegio llamado Hogwarts y que allí estudiaría los siguientes 7 años.
—Siete, sip. Seguidos, nop. –Dijo el niño a su hermana que asintió.
—Al llegar al tren que la llevaría al que sería su hogar por los siguientes "7" años –Rose hizo comillas con los dedos– se encontró a un niño con un sapo. Hablaron por un rato hasta que el niño le anunció que su sapo se había escapado y le pidió que si podía ayudarle a buscarlo. Ella aceptó sin dudarlo.
«En su búsqueda entró en un compartimento donde estaba dos niños artandose a golosinas. Uno era peli-negro con gafas redondas y el otro era pelirrojo con una mancha de tierra en la nariz. Ese mismo pelirrojo estaba intentando hacer un hechizo que no le salió.
«Cuando llegaron al castillo el sapo apareció a los pies de la misma señora que le dió la carta.
«Vamos a saltarnos un poco lo aburrido ya que te tienes que ir a dormir ya. –Le anunció Rose a su hermano al ver como bostezar–. El día de Halloween un trol entró en el colegio gracias a un profesor chiflado y la niña se quedó encerrada con el uno de los baños de chicas. Los mismos niños que habia encontrado en el compartimento rodeados de golosinas entraron por la puerta y la salvaron, haciéndose mejores amigos.
«Más adelante se dieron cuenta de que alguien intentaba robar una piedra para hacerse inmortal. Esa piedra estaba protegida por unas pruebas "súper difíciles" que se supone que unos niños de 11-12 años no podían superar –Rose rodó los ojos y su hermano pequeño rió–. El caso es que ellos las superaron y mientras que el peli–negro iba a enfrentarse al profesor y a un monstruo sin nariz ella se quedó con el pelirrojo que había sido herido.
«Y fin...
—¿Fin? –preguntó el niño confundido.
—Si, fin. Otro día te contaré lo que pasa el siguiente año. Ahora a dormir.
Rose arropó a su hermano y le dió un beso a su hermano en la frente para después acurrucarse junto a él.
Horas después Ron y Hermione llegaron a casa y subieron las escaleras. Al ver que la luz de la habitación de Hugo estaba encendida se acercaron y encontraron una estampa muy tierna.
FIN DEL RECUERDO
— ¡TE QUIERO, HERMANITA! –Gritó un encapuchado.
—¡YO MAS, ENANITO! –Le gritó de vuelta Rose.
Hermione sonrió con ternura mientras escuchaba las muestras de afecto entre sus hijos y sintió orgullo de ellos.
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Viajando al pasado [Harry Potter] ✔
FanfictionQue pasaría si un día de celebración, un giratiempos se rompiera y nuestros personajes tan queridos y sus hijos aparecen en 1976.