*Final*

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- Te gusta este?- le pregunté a Jimin, mientras ibamos viendo los estantes con cosas para bebés, y yo le mostraba uno de esos bolsos de bebés. Habían de diferentes tamaños, formas y colores, desde lisos hasta estampados.

- Es muy tierno...- dijo mientras se acercaba a mí y tomaba mi mano- Podemos ir a ver las pijamas?- me preguntó acariciando el lugar donde nuestros primogenitos se encontraban...

- Claro...- sonreí y dejé el bolso que había visto en el carrito.

Hace un mes, Jimin se había graduado de la universidad, con un poco de dificultades, pues ya contaba con siete meses de embarazo, y mis pequeños eran muy revoltosos, si escuchaban música se movían, y Jimin al estudiar artes, constantemente había musica saliendo de las aulas o por los pasillos de la facultad, pero eso ayudaba a que por las noches, mis bebés cansados de un largo día, dejaran dormir tranquilamente a su papi...

- Deberíamos de comprar las cunas? Y si mis bebés lloran?- me preguntó con un puchero.

- Se acostumbrarán... verdad?- dije acariciando su vientre.
Otra cosa, Jimin decía que los bebés pateaban cuando me escuchaban al llegar a casa, podían estar tranquilos todo el día, pero al escucharme se removían, hasta que yo abrazaba a Jimin.

- Y si no estan lo suficientemente abrigados? Y si...

- Minnie... calma... esta bien que te preocupes por los niños, pero vamos a ir aprendiendo poco a poco... de acuerdo?- le sonreí y besé su frente. Asintió y comenzó a ver las diferentes pijamas que estaban en el estante.

Aún no le había dado la sorpresa a Jimin, pero su padre, regresaría hoy. Mi madre había vuelto luego de estar en Daegu con mi hermano y mi cuñada y su nieto, Min Ho, era un pequeño de cinco años, y amaba a mi madre, creo que por las galletas.

La pequeña Kim también se había vuelto una niña muy imperactiva, todo lo que veía lo quería tocar. Con tres añitos era muy curiosa...

- Yoonnie...- me llamó mi pequeño bebé

- Sucede algo? Te sientes mal?- pregunté de inmediato, llevé una de mis manos a su frente y la otra a su vientre.

Sonrió y acarició mi mejilla, con la lentitud que lo caracterizaba cada vez que iba a besarme, se acercó a mí, y rozó mis labios con los suyos, suspiré entre el efímero contacto y no pude evitar a sonreír y acariciar su vientre.
Desde que supimos que ibamos a ser padres, era una de las partes que mas adoraba de su cuerpo, ademas de sus ojitos, o sus mejillas, o sus manos, o su cabello, incluso sus piernas eran hermosas... me gustaba acariciarlo cada vez que podía, me gustaba hablar con los pequeños durante las noches, y me causaba gracia que cuando les hablaba el primero en dormirse era Jiminnie... era tan tierna la forma en la que abrazaba su vientre aún dormido, fue un poco complicado pero con los días pudimos adaptarnos a una posición al dormir, sin lastimar a los bebés y haciendo a Jimin sentirse cómodo...

- Veamos mas cosas cariño...- le dije abrazandolo, a veces Jimin me decía que exageraba, pero es que antes solo era él, ahora tengo a tres bebés que cuidar y proteger y amar.

- Podemos llevar esto?- me preguntó enseñandome unas mantitas que él había tomado sin darme cuenta de cuando fue que la tomó, eran dos mantitas de color pastel, parecía que alguien había rayado con diversos colores, sobre una tela blanca

- Claro cariño... lo que quieras...- dije y volví a besar su frente, él emocionado, tomó ambas y las abrazó contra su pecho. Me imagine a mis pequeños cubiertos con esas mantas. A Jimin cargandolos, o cantandoles, me sentía felíz.
Jamas me imagine con alguien a mi lado, o tal vez si pero no de esta forma...

- Yoonnie...- me mostró unos pequeños conjuntos en un verde manzana, habíamos pedido a la encargada que nos dijera donde podíamos encontrar conjuntos similares o identicos, Jimin quería vestir a los bebés iguales o parecidos.

- Si quieres... puedes llevarlos... te gustan?- dije tomando la ropita diminuta en mis manos

- Aún no sabemos que serán...- dijo con el ceño fruncido. Era verdad, los bebés no habían dejado verse en la última ecografía, y Jiminnie siempre les hablaba y les preguntaba por qué no se dejaban ver...

- Yo los amaré de todas formas- dije y pusimos los conjuntos en el carrito, que bien los usarían de pijama, la doctora que llevaba el caso de Jimin, había dicho que ambos tenían tamaños similares, tampoco podía deducir el sexo de los bebés, tal vez dos niños o dos niñas.

Salimos de la tienda con algunas bolsas, que metimos en la parte trasera del auto, Jimin iba acariciando su vientre mientras sonreía cantando parte de la playlist que sonaba dentro del auto.
Llegamos a casa y bajé las cosas, Jimin caminaba con un poco de dificultad debido a su vientre hinchado, fue de inmediato a sentarse en el sofá.

- Yoonnie, me abrazas?- me dijo estirando sus bracitos, me quite la bufanda y dejé las bolsas en el suelo

- Mis bebés necesitan atención...- sonreí y lo abracé, quedando entre sus piernas, dejando la mayor parte de mi peso de lado, con mi cabeza en su pecho.

Me desperté, y noté que eran ya las diez de la noche. El lugar estaba a oscuras, me levanté despacio, y miré a Jimin quien estaba muy comodamente dormido, el sofá no era el mejor lugar para que mis bebés durmieran, con fuerza levanté a Jiminnie quien ni se enmutó, solo se acomodó haciendome sonreír.

Una vez en la cama, se apegó a mí, y decidí cerrar los ojos de nuevo, felíz y con el mensaje de mi suegro para reunirnos mañana...







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Nos leeremos en los extras!
Habran muchas cosas por saber!
Gracias a todaos ustedes que me leyeron, que apoyaron la historia!
Gracias, hemos llegado al final.

Cayendo por TiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora