El sol iluminaba la tierra en todo su resplandor, cada rayo de luz invadía cada rincón del planeta, desde las madrigueras de los animales más pequeños, hasta las grandes ciudades, pero había un lugar en especial que los rayos imprudentes del sol no podían entrar, un lugar más allá de las nubes, el templo sagrado, ahí ya se encontraban los dos namekians, uno vigilando la tierra y viendo que todo estaba bien, y otro que solo meditaba en su habitación, aislado de cualquier contacto, este se encontraba sentado en posición meditativa, la habitación trasmitía silencio absoluto haciendo que cualquier sonido delicado como el aleteo de una mariposa se escuchará en ese espacio, el namek medita con tranquilidad dejando su mente en blanco hasta que pasa por su mente como relámpago el recuerdo de su alumno, eso lo hacía sonreír, el joven era alguien importante para él, nadie más lo era, haberlo visto ayer fue agradable y lindo, acariciar ese hermoso cabello fue la sensación más suave que sus manos hallan experimentado, las palabras de su alumno llegan a su mente "será que nos podemos encontrar mañana" era cierto su alumno vendría hoy a visitarlo, el namek abre los ojos y empieza a levantarse para esperarlo en el observador pero antes de que pudiera abrirla puerta ve la hora en el reloj de su habitación, era demasiado temprano para que se apareciera así que se devolvió a su cama y se puso en su pose de meditación a la espera de su amigo, mientras esperaba empezó a recordar el día de ayer y no solo eso sino en lo mucho que había crecido desde que lo conoció, al principio era un bebe llorón y debilucho, nadie creía que llegaría tan lejos pero el demostró no solo a él si no a su padre y amigos que era más de lo que ellos pensaban, era fuerte, inteligente, amistoso y... un niño pero no cualquier niño sino uno con la más grande fuerza que ellos pudieron haber conocido, vaya que el tiempo pasaba rápido, en muy poco tiempo sería un hombre quizás más fuerte, pero de lo que estaba seguro es que fuese lo que en el futuro siempre seria su pequeño alumno, empezó a imaginarse como seria de grande, era algo apresurado pero nada perdía con hacerlo, se imaginaba a un hombre bastante capaz y fuerte... muy fuerte, también cumpliendo su sueño como él siempre quiso, eso era lo más importante, en eso el namek sonríe, vaya que sería muy atractivo, el solo hecho de imaginárselo era suficiente como para hacerlo sonreír, esa sonrisa, ese cabello, esos músculos, una palabra para definirlo... atractivo, tal vez era raro pensar así de su alumno pero no veía nada malo en eso, era lo que sentía y mientras no lastimara a nadie estaba bien.
**
Paso un buen rato pensando hasta que sintió el ki de su alumno aproximarse, este abre los ojos y se levanta pero antes de que pudiera abrirla puerta ya esta fue abierta desde afuera, su alumno había llegado y se encontraba parado en la puerta de su habitación, el namek lo saluda y el joven responde muy gustosamente-llegaste algo temprano-el joven se rasca la cabeza y ríe-si es que no quería hacerlo esperar demasiado-el namek pone la mano en su cabeza y acaricia otra vez sus cabellos, el joven lo abraza poniendo sus manos en su cintura, era de verdad agradable esa sensación que casi parecía que estuviese abrazando un osito de felpa, el namek repite la acción del abrazo poniendo sus brazos a descansar en su hombros, cosa que era los más lógico en ese momento, el joven mira de reojo a la habitación de su maestro, si tan solo pudiera entrar con él, no creería que le negara la entrada solo que le daba algo de pena hacerlo, el namek cierra la puerta de su cuarto, el joven se pone al lado de su maestro y caminan juntos al jardín justo donde estaba Dende, el guardián los ve y va corriendo a saludarlos-hola Gohan y sr. Piccolo, ¿Qué te trae por aquí?-el guardián mira al joven-solo paso a saludar y estar con el sr. Piccolo-el joven ladea su cabeza a donde su maestro y le dedica una sonrisa, después de ese saludo rápido ambos se sientan en la punta del mirador observando a la tierra y los seres que ahí habitaban, había mucho silencio, demasiado silencio, al parecer ninguno tenía algo de qué hablar los temas más interesantes se los gastaron ayer, en eso el joven mira al namek, estaba sentado de brazos cruzados observando la tierra, se veía tan sabio que casi parecía un ser divino, el namek nota otra vez esa mirada extraña del joven ¿Qué tanto lo veía? No es como si fuera la cosa más bonita del mundo o si acaso fuera atractivo, solo era él, un ser verde y desagradable, no había nada que admirar, pero... eso no lo veía el joven para él su maestro era hermoso, no había nadie igual a él, el joven baja su mirada lentamente desde su pecho hasta su abdomen sigue bajando hasta llegar a esa parte que desconocía de su maestro, no sabía con exactitud que sexo en específico era solo sabía que se podían reproducir asexual mente cosa que interpreto entonces que no teníasexo, igual le daba curiosidad saber qué era lo que escondía esa parte en especial, que había debajo de los pantalones, pero... sabía que era imposible nunca se lo permitirá, de seguro lo miraría raro o tal vez pesara que estaba loco, aunque el ya en su mente consideraba que era demasiado raro pensar eso, pero solo quería saber, sigue mirando e imaginándose que podía haber abajo hasta que la voz de su maestro invade su mente otra vez-Gohan ¿Qué miras?-el joven mira a su maestro y este espera que le responda, sabía que no le podía decir que miraba seguro pensaría que estaba loco pero entonces ¿Qué decirle? Bueno... podía decir que solo admiraba su figura pero eso de por si sonaba raro-am... solo miraba...-que decir rayos, nada de lo que pensaba sonaba apropiado-a usted-esa respuesta fue la única que se ocurrió, el namek frunce el ceño, sabía que lo miraba a él lo que quería saber era ¿qué parte de él?-sé que me mirabas, lo que quiero saber ¿Qué parte veías tanto?-el joven se le erizan lo pelos, ahora si estaba en aprietos, ¿Qué carajos iba a decir? El joven mira otra vez su figura y da una respuesta algo débil-nada en especial solo a usted-el joven se encoje de hombros ante su respuesta, no le dio tiempo de reforzarla en su mente, había metido la pata por suerte el namek deja el tema así, sabía que le mentía algo observaba pero si no quería decirlo no lo iba a obligar, tenía en cuenta que su aspecto era raro y el no verlo tanto era inevitable, después de eso hubo silencio un poco incómodo hasta que un sonido proveniente de joven despertaron los oídos sensibles del namek-grrr-el joven se sonroja-perdón no he comido-se soba el estómago para intentar calmar el hambre que tenía pero no cesaba, el namek sabe que estos sayayines siempre estaba hambrientos así que se levantan y camina, el joven lo ve algo confundido, el namek voltea-¿vas a venir a comer o te quedas ahí?-el joven se levanta y camina junto a él para donde sea que lo lleve.
**
El joven come unos grande platos de arroz que popo había cocinado, se encontraba en la gloria. Estaba saciando su hambre, el namek se sienta en una silla observando mientras come, lo bueno de él era que si tenía modales en la mesa a pesar de comer algo rápido por lo menos era educado no como su padre o vegeta que solo tragan la comida como si no hubiera un mañana, mientras el joven comían su maestro se levanta para tomar un vaso con agua fría, era lo único que necesitaba para sobrevivir, el joven observaba como esa agua bajaba con su garganta, algunas gotas se escapaban y caían a su cuello, era un espectáculo total, el namek termina y pone el vaso en su lugar y antes de que su maestro se diera cuenta que lo estaba mirando, mete su cabeza en el plato vacío para disimular aunque sea un poco.
Ufff, estuvo delicioso-el joven se limpia con una servilleta y se inclina en la silla muy satisfecho, el chico voltea a agradecerle a su maestro por la comida pero antes de que fuese a decirle algo bosteza muy cansado, el namek se levanta y abre la puerta del comedor y camina, el joven voltea y pregunta-¿A dónde va?-el namek se detiene-¿tienes sueño verdad?-el joven le extraña la pregunta, claro que estaba cansado pero no lo suficiente para irse todavía, se levanta de la silla y va a donde su maestro-estoy algo cansado pero no me quiero ir todavía-el joven piensa que quiere que se vaya por su bostezo de hace un momento pero lo que el namek dijo a continuación lo sorprendió bastante-no te estoy pidiendo que te vayas... puedes dormí en mi habitación.
continuara...
ESTÁS LEYENDO
Amar sin limites (GOHAN X PICCOLO)
Fanfiction-... "Nunca quise hacerle daño ...Sr. Piccolo"...- En esta historia, Gohan de 11 años empezara a sentir cosas por su maestro las cuales lo hacen verlo con otros ojos, igual pasa con Piccolo pero este, al no conocer nada sobre "amor" no lo relaciona...