Ya habían pasado más de dos días desde la última vez que vio a su maestro, quería salir a verlo, pero la montaña de tarea no lo dejaba ver el sol, ni a su mentor otra vez y temía que el pensara que lo hubiese olvidado, cosa que no era cierto, ni un poco, estaba atrapado en esa prisión de papeles, lápices, preguntas, números, historia y la lista seguía y seguía... necesitaba un chance, un descanso, un respiro lo que sea, el joven suspiro de agotamiento, ni comer quería solo salir al aire y relajarse era más que un regalo en ese momento, "¿ y si se escapaba, se darían cuenta?" Era obvio, pero que pregunta más estúpida, "¿pero si regresaba rápido?" No, conociéndose iba querer quedar más tiempo y esa no era la idea, necesitaba terminar la tarea, fue entonces que en medio de todo ese estrés por salir vino a su mente la imagen de su maestro, específicamente la parte del accidente cuando le ayudo a sacarles las espinas, que momento tan inmemorable, los días después de ese incidente tenia sueños con él pero no muy frecuentes ya que aprendió a controlarlo, era fácil tener algo de autocontrol, no quería lucir vulgar ni... pervertido o algo así, ya no recordaba la mayoría de sus sueños o por lo menos los detalles, lo único que recordaba era que estaba siempre en los sueños los dos solos sin más nadie, aun no entendía porque soñaba tanto con su maestro, pero de algún modo u otro no le molestaban los sueños... bueno a veces, despertar casi excitado era molesto, quizás los tenia por tiempo sin verlo, no creía, aun, que esos sueños eran por otra cosa como enamoramiento, cosa que el joven todavía no pensaba si quiera un poco, el joven mira hacia arriba pensando en salir o no, hasta que un ruido de su puerta lo saca de sus pensamientos-gohan tienes una llamada-dice la madre del joven con la puerta entre abierta, este se levanta de su silla y se dirige a ver de quien se trataba, al llegar a la puerta su madre le entrega el teléfono algo molesta, el joven la ve algo preocupado quizás era una mala noticia o algo así-¿diga?-el joven habla por el teléfono-¿gohan estas ocupado?-escucha la voz de su amigo krillin en el teléfono-algo, ¿Por qué?-pregunta algo confundido-recuerdas lo que te dije hace días ¿verdad?, sobre kame house-dice el calvo al teléfono-por supuesto-responde mientras mira a toda su tarea sin terminar y suspira-bueno ese día es hoy ¿vienes?-el joven se queda en silencio un rato y piensa que quizás sería buena idea pero su tarea era algo grande y... compleja, estaba por decir que no hasta que recuerda lo que le dijo a su amigo ese día...
"¿puedo invitar al sr. Piccolo?"- "creo que dirá que no"- "y si dice que si ¿lo llevo?"- "...Esta bien, pero no lo presiones..."
Esa era la excusa perfecta para ver a su maestro, y en cierta parte un impulso para terminar deprisa-si voy-el calvo sonríe al escuchar eso- ¿y a qué hora vienes? -el joven ve el reloj eran casi la hora de almorzar quizás después que termine de comer iría- después de comer voy, y traeré al sr. Piccolo-dice el joven, el calvo duda que vaya pero igual acepta, un invitado mas no molestaría-está bien-cuelga el teléfono y el joven corre a su escritorio para terminar la tarea y poder ir con su maestro y a la reunión.
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Se escuchan árboles caídos, tierra quemada, animales corriendo, por todas partes y hasta mini temblores ¿Quién será el que causa todo esto? Por su puesto que el más orgulloso de todos el príncipe sayayin vegeta, estaba entrenando esta vez fuera de su capsula de gravedad, era extraño verlo en esos lados, quizás el ambiente en casa era molesto, ósea con un bebe en casa era difícil entrenar; lanzaba golpes a todas partes, a árboles, montañas, al cielo, a todo, en ese entrenamiento riguroso sintió otra presencia de ki no muy lejana, como a unos pasos de donde estaba, sabía exactamente de quien era y sonrió, este se acerca a ver o mejor dicho a molestar al namek, una vez cerca lo ve escondido para no ser visto pero como siempre la audición de este es muy potente y lo pudo oír entrenando-¿Qué quieres otra vez vegeta?-el sujeto se voltea y el príncipe sale de su escondite-nada solo molestarte, ya sabes como soy-cruza los brazos y el namek se levanta del suelo-¿tú que hacías aquí? Pensé que meditabas en el templo-dice el príncipe extrañado de verlo en el bosque-los bosques son mejores para este tipo de cosas-el namek se vuelve a voltear quedando de espaldas con el príncipe ya que se iba a ir hasta que el príncipe habla-oye limpiaste las sabanas ¿verdad? -dice descruzando los brazos, el namek ni se molesta en verle la cara ya que aún no sabía el porqué de lavarlas, aparte pensaba que le estaba jugando una broma de mal gusto-sí, pero aún no sé por qué-dice el namek esperando una respuesta de su parte, el príncipe lo mira algo sorprendido, creyó que al lavarlas notaria esa sustancia, es cierto que era pequeña pero se notaba-¿acaso no notaste nada?-dice sorprendido, el namek se voltea confundido a lo que viene la pregunta-no ¿Por qué? –el príncipe abre los ojos y mira hacia otro lado, no puede ser que no lo haya notado, pero eso no era de esperase, su ingenuidad sobre esto es entendible, pero el mocoso... ¿Qué rayos hacía en ese cuarto... aparte de dormir?, este piensa en una opción posible pero a la vez extraño-"el mocoso se estaba..."- sus pensamientos son interrumpidos por la voz de namek-hey, no me respondiste-dice el namek, el príncipe suspira -nada es solo que el olor al mocoso era muy fuerte para mi nariz y no quiero oler eso cada vez que venga al templo a entrenar-el príncipe se despide y voltea para irse a su casa, el namek por otro lado se queda confundido pero no le hace caso ya que, según él, eran cosas de sayayines.
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Rayos aun hueles al mocoso-dice el príncipe en el aire mientras se rascaba la nariz, había soportado ese olor desde que lo había encontrado, era molesto, odiaba ese aroma del mocoso, pero no era un olor cualquiera era uno de... ¿dominio? Era lógico ya que antes de este entrar a la habitación del namek el aroma del namek era normal, el mocoso estaba presente pero no tanto y ahora su aroma estaba marcado más fuerte, ¿Qué hicieron la última vez que se vieron? se podría decir que lo estaba marcando con el olor, pero no estaba seguro ni podía afirmar nada, aunque a esa edad los sayayines se vuelves más territoriales cuando se tratan de sus cosas, personales, privadas o seres queridos, el instinto los llama pero...entonces sí lo está marcando con el olor ¿Por qué exactamente?, el príncipe sacude su cabeza-mocoso no me digas lo que creo que es.
Mama ya me voy-dice el joven, mientras corría a la puerta-espera hijo, no se te olvide esto-la mujer le entrega unos cuantos libros para que estudie mientras estaba con sus amigos, este mira los libros y suspira, al parecer nunca escaparía del estudio-está bien mama-el joven da media vuelta y se va para kame house no sin antes pasar a buscar a su maestro; el joven llega al lugar en donde su ki estaba presente, ve a su alrededor que era el mismo lugar en donde se habían reunido, El lugar le debió haber encantado para volver, este sigue buscando a su mentor en todas partes hasta toparse con nada más que una cascada, siente que el ki de su maestro, está aquí, pero no sabe en donde exactamente, lejos no estaba, empieza a caminar para ver más allá, se adentra no en el bosque si no más cerca de la cascada ahí era donde el ki se sentía más fuerte, ¿se estará bañando? -sr. Piccolo-el joven lo llama para ver alguna señal de este, afortunadamente el namek ya había notado su presencia, el joven se acerca al agua y ve que algo va saliendo de allí o más bien... alguien, en eso sale el namek de la nada debajo de agua justo frente a sus narices mientras se sacudía la cabeza para quitarse el agua de su antenas, el joven queda maravillado casi en shock por tal belleza, hasta parecía por un momento en cámara lenta, el namek se acerca a la orilla apoyando sus brazos para ver la visita inesperada de su amigo-hola ¿Qué haces aquí?-dice su maestro, el joven al verlo se sonroja un poco, pero no mucho ya que podría preguntarle ¿el porqué de eso?-no esperaba tu visita-dice su mentor, el joven sonrojado no paraba de mirar su cuerpo sin camisa, menos mal que tenía pantalones porque sería bastante incomodo-ya veo, me imagino que se bañaba-dice el joven aun observando-no, estaba buscando una entrada-el joven queda confundido pero antes de que pueda hablar, su amigo le pide pasarle la camisa-¿en dónde está?- le señala el lugar era en un árbol cerca como a 5 pasos, una vez recogida la camisa se la dio a su maestro, este se sienta en la orilla a espaldas de su alumno para que no lo viera-¿Por qué no se deja ver?-dice algo gracioso-bueno es que a diferencia de ustedes a mí no me gustan que vean mi cuerpo ¿si me entiendes?-dice el namek terminándose de poner la camisa-¿pero si te acabo de ver?-el namek se voltea para quedar frente a frente con su amigo-como dije antes no esperaba tu visita ¿por cierto para que viniste?- -bueno es que todos van a ser una fiesta en kame house y me preguntaba si quisieras ir, mejor dicho...lo invito oficialmente-el joven espera que le respuesta sea afirmativa y que no se niegue-no creo que sea muy recibido, no socializo mucho-dice el namek, el joven sabía que iba a decir eso pero igual quería que viniera-anda me haría muy feliz que fuera-dice sabiendo que a el namek le importaba su felicidad no más, este suspira-pero voy a estar solo-dice creyendo que su amigo se va hablar con los otros guerreros pero este se acerca tomándole la mano y mirando algo cerca, tanto que un simple empujón podía hacer que se besaran-no lo estará, yo estaré con usted- dice el joven haciendo estremecer a namek-pero ¿y los otros?-el joven vuelve hablar pero estaba vez más cerca del oído-también estaré con ellos pero sabe que estaré más pendiente de usted-al decir eso el namek siente un temblor en su oreja, esa voz tan susurrante le llego hasta lo más profundo de su alma, el joven se separa y vuelve hacer la pregunta-¿entonces, quiere ir?-dice por última vez, el hombre alto mira a su pequeño amigo y su mano extendida en símbolo de invitar, dudaba en ir pero no quería romperle el corazón, además dijo que estaría con el cosa que lo alegraba mucho, mira hacia arriba, "podría ser divertido" piensa y da una respuesta a su compañero-de acuerdo.
continuaraa...
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Amar sin limites (GOHAN X PICCOLO)
Fanfiction-... "Nunca quise hacerle daño ...Sr. Piccolo"...- En esta historia, Gohan de 11 años empezara a sentir cosas por su maestro las cuales lo hacen verlo con otros ojos, igual pasa con Piccolo pero este, al no conocer nada sobre "amor" no lo relaciona...