¿Cuál es la regla a seguir cuando te enamoras de tu mejor amigo?¿Arriesgarse a realizarlo? o ¿Amarlo en silencio para no romper aquel lazo inquebrantable de hermandad?
Esta es la historia del surgimiento del enamoramiento que Pedro tiene con Miguel...
Hace algunos minutos logró llegar a su departamento con su mente fuera de sí.
Pedro estaba ocupado elaborando algunos artículos académicos, Julito llegaría para principios de Marzo, trató de llegar desapercibido hasta su habitación.
Ni él lo entendía, ¿Qué pasó exactamente?
Sabía que trató de hablar con su amigo porque lo notó extraño, después de resignarse a insistirle optó por retirarse brindándole su espacio, eso era lo correcto, pensó que era lo correcto.
Nunca se imaginó que después de unos cuantos pasos dados, aquel a quien consideraba su amigo, lo besara.
Aquel momento se repetía una y otra vez en su cabeza.
Simplemente no entendía, no entendía nada.
Incluso en aquel momento, él seguía desconcertado, también recordaba exactamente las palabras de confesión de su amigo así como aquella mirada llena de sentimientos que se destrozó después de unos cuantos segundos. Ni si quiera pudo ir tras su amigo, ni él mismo entendía lo que ocurría.
Muchos pensamientos iban y venían en su mente.
¿Cómo es que nunca se había dado cuenta? ¿Su amigo había mostrado señales de su enamoramiento?
Ciertamente, no lo recordaba.
Sin darse mucha cuenta de ello, su corazón también latía con rapidez al recordarlo.
La pregunta relevante era... ¿Él sentía lo mismo por Francisco?
No lo sabía, nunca se había puesto a pensar en ello.
Recordaba que en Año Nuevo su amigo Francis le insinuó algo sobre Francisco, él no lo creía, no quería creer.
¿Pero que pasaba si él sentía lo mismo? ¿Eso sería bueno?
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¡Lo había besado!
Nuevamente volvía a aquel pensamiento, sus mejillas ardían por la vergüenza de recordar el momento.
Tocó suavemente sus labios con la yema de sus dedos, aquel beso fue suave y dulce, como si temiera romperlo.
Solo de recordar aquello, la intensidad de la mirada chocolate sobre él así como la pasión en aquellas palabras, hacía arder su corazón, de alguna manera se sentía ansioso sin saber la razón.
¿Qué era aquello?
Ni siquiera con Mary sintió algo como eso.
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