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Buenos Recuerdos

¿Desde cuando empezó todo? ¿En qué momento es que aquella relación se desmoronó?
¿Desde cuándo Miguel cambió tanto?

Quizás siempre fue desde el primer momento en que lo conoció.

Ya habían pasado dos fechas importantes al finalizar el año, tanto Navidad y Año Nuevo; Miguel estuvo reuniéndose con su familia y con sus amigos.

Julio de nuevo no volvería hasta marzo del presente año; Pedro se fue por unas semanas y volvería esa semana; es decir, la primera de enero.

Francisco también se tomó un tiempo para visitar a su familia en Ecuador, solo que éste regresó para el Año Nuevo mismo; es por tal motivo que ambos salieron juntos aquel día para ir a una fiesta hecha por los amigos de Miguel de su universidad.

Miguel ahora yacía en completa vagancia en su departamento. Veía una película romántica mientras se alimentaba de pura comida chatarra. Según él, se lo merecía, después de todo lo que pasó en el año, merecía engreírse por montones.

Su estabilidad emocional se encontraba en completa calma, su mente despejada, su corazón tranquilo, su vida ahora era pacífica; Miguel no tenía nada de qué preocuparse, era lo que siempre quiso, lo que necesitaba y ahora lo tenía.

Pero ¿por qué aún con todos esos beneficios, no hacía más que pensar en todo lo que tuvo que enfrentar en el año?

Si bien veía una película para distraerse, su atención no se enfocaba en ella. Miguel se preguntaba constantemente, Miguel reflexionaba, solo que esta vez de una manera objetiva.

Miguel siempre quiso a Francisco, de eso no había duda; primero como un amigo a quien apenas conocía, quien coincidentemente se complementaba con su personalidad; después como pareja, ya que el ecuatoriano siempre se mostró como alguien dulce, amable, romántico y comprensivo.

Miguel se enamoró de esa persona, de aquella persona perfecta que no hacía más que envolverlo en un aura de ternura y amabilidad.

Miguel se enamoró del disfraz de Francisco.

El peruano netamente nunca se puso a pensar de más, pero después de los acontecimientos del mes de octubre, Miguel no hizo más que pensar en las cosas; es por ello que llegó a la conclusión de que todo lo que había visto en Francisco que lo hizo enamorarse perdidamente, solo fue lo que el ecuatoriano le quiso mostrar.

¿Cómo es que llegó a esa conclusión?

De entre todos los pensamientos que rondaron en la mente del menor, los pocos que querían justificar a Francisco, solo eran aquellos que mostraban al Francisco tierno y sensible, más aún, en este año, Miguel vio más de eso en su novio.

Había visto temor, inseguridades, celos, misterio, obsesión, había visto a una persona tóxica.

Es entonces que Miguel se preguntó «¿Es éste el verdadero Francisco?»

Si ese fuera el caso, el más bajo solo se habría enamorado de la fachada del mayor, ya que lo poco que observó del verdadero Francisco, no le terminó gustando.

Fue entonces que desde el 13 de octubre, cada día en adelante se puso a pensar en cada situación, cada acontecimiento de su relación con el ecuatoriano.

Desde aquel día en que fueron amigos, cuando el mayor lo apartó de una manera grosera, por ende desconcertó y entristeció a Miguel; desde aquel día, cualquier persona en su sano juicio sabría que el daño en él sería inevitable.

¿Pero y qué hizo Miguel?

Le perdonó, le condonó aquel daño hacia su estabilidad emocional porque pensó que Francisco tenía sus razones, porque pensó que todos merecemos una segunda oportunidad, porque creyó que los amigos siempre se apoyaban el uno para el otro a pesar de todo, porque Miguel quería ser aquella persona que lo ayude a salir adelante.